Crónica política de la semana
De la bancada autoprorrogada al factor Venezuela en la oposición
El gobierno de Arce se apoya, básicamente, en los jueces autoprorrogados para tratar de sacar adelante cualquier decisión, pues no logra consensos en la ALP. Encuestas siguen evidenciando caída de Arce
Enésima semana compleja para el gobierno de Luis Arce con un agravante: la efeméride del 6 de agosto llega en nada y nada garantiza que ese día no haya más personas frente al surtidor esperando gasolina que frente al televisor escuchando su discurso.
El paro del jueves sorprendió a propios y extraños por la contundencia, sobre todo lejos de La Paz. Tarija, Santa Cruz, Cochabamba, Sucre, la respuesta popular a la convocatoria del Transporte Pesado – que tiene algunos asuntos técnicos que negociar más allá del pliego petitorio – fue bastante significativa de cómo se encuentra el país.
Esta semana la preocupación por el combustible ha superado a la preocupación por el dólar, y aunque va creciendo la preocupación por los incendios, de momento permanece en los asuntos del bolsillo. El Gobierno, siempre a la defensiva, se ha esforzado en explicar que hay buques frente a las costas de Chile para descargar, pero que el mal tiempo no lo ha permitido. Obviamente con una crisis de credibilidad como la que atraviesa el gobierno, es reveladora la reacción a este tipo de anuncios y denuncias sobre el acopio y la especulación: el precio del dólar se ha disparado por encima de los 12 bolivianos en el mercado negro y el litro de diésel se paga sobre los 10, mientras que el “mal tiempo” se toma como eufemismo de problemas burocráticos e incapacidad de hacer frente a la urgencia sin dañar a nadie por importar gasolina desde Rusia.
La sensación de que el Gobierno no resuelve los problemas se alimenta con estos problemas; con la permanente pelea con la Asamblea Plurinacional, donde nada se saca por consenso, sino que siempre media la “bancada judicial autoprorrogada” para decantar la balanza a favor del gobierno, y con la inacción de la mayoría de los Ministerios. De ahí que ya se hayan disparado los rumores de un inminente y mas o menos profundo cambio de caras en el gabinete, y esta vez no solo cosmético ni dirigido a ministerios de segunda fila ocupados por Movimientos Sociales, sino que se esperan cabezas pesadas como la de la propia ministra de la Presidencia, María Nela Prada, o el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo.
El deterioro acelerado de Arce
En paralelo a la protesta del Transporte y también por el simbolismo de la misma, ajena a ningún partido político, ha crecido el rumor de un inminente adelanto electoral, algo que no sería tan difícil de gestionar en la Asamblea si hay acuerdo entre bancadas de oposición y el evismo y se argumenta un estado de crisis excepcional, como el que algunos describen.
El último Delphi de la alemana Freidrich Ebert Stiftung (FES) evidencia el deterioro de la imagen de un Luis Arce castigado por los problemas irresueltos y que ya advertíamos la semana pasada, cuando apareció en televisión para culpar a la Asamblea por la falta de dólares y de combustible.
En concreto, la ronda de julio señala que el 3% de los consultados “aprueba mucho” la gestión de Arce, el 15% “aprueba algo” y el 9% “ni aprueba ni desaprueba”, es decir, el 73% lo suspende. En la tercera de 2023, es decir, septiembre, el 7% de los consultados “aprobaba mucho” la gestión de Arce, el 34% “aprobaba algo” y el 15% “ni aprobaba ni desaprobaba”, por lo que solo el 44% de los votantes lo suspendían de algún modo.
De entre el resto de datos ofrecidos por la fundación alemana de corte progresista, además de las que evidencian la preocupación creciente por la economía y la percepción de crisis inminente que lleva años instalándose, destacan algunos datos sobre los escenarios políticos que se perciben por parte de los expertos sociológicos y autoridades que son consultados con esta metodología. Por ejemplo, el 25% cree muy probable y el 58% probable que el ;MAS se divida para las próximas elecciones y solo el 5% lo ve inviable.
Esa misma encuesta dice que el 67% de los consultados ve muy probable y el 29% probable que la oposición concurra fragmentada a la cita electoral. Además, el 62% ve probable que se inhabilite a Evo Morales.
Con todos esos datos, algunos de los estrategas más avezados del arcismo insisten en la fórmula de adelantar las elecciones antes de que sea peor, pues se cuenta con la “bancada autoprorrogada” del Tribunal Constitucional para inhabilitar a Morales y garantizar su propio frente con el que combatir contra una oposición multifragmentada.
La apuesta está hecha.
La semana opositora: Venezuela
La conexión de algunas agendas continentales y la prioridad del asunto Venezuela en ella ha puesto de acuerdo a varios líderes opositores, que por cierto tuvieron cena íntima hace unos días. No todos están cómodos, pero les ha servido para recordar, pues ambas crisis se parecen demasiado, y las diferencias ahondan en heridas. Por ejemplo, el trabajo de María Corina Machado con las actas se inspira en el fiasco de Mesa y el resto de la oposición en Bolivia para evidenciar un resultado diferente al no contar con las mismas. Por otro lado, vuelve a quedar claro quien puso el pecho y quien se subió al carro sin demasiado ruido.
El paso 1 para desplegar cualquier estrategia de oposición, sin embargo, sigue siendo la misma: buscar un candidato de consenso sobre el que construir “el cambio”. Y no hay de eso.