La semana opositora: La desconexión de Santa Cruz y la vía "popular"



En las elecciones de 2019 Santa Cruz fue clave para el vuelco electoral que amenazó la continuidad del Movimiento Al Socialismo (MAS), pues se volcó con Carlos Mesa aupándolo hasta lo que podía haber sido una segunda vuelta histórica. Después también lo fue durante las protestas que acabaron derivando en la caída de Evo Morales; lo fue en el Gobierno de Jeanine Áñez, tanto en la primera parte cuando los cuadros de Luis Fernando Camacho y en particular Jerjer Justiniano, cerraron la transición, y también en la segunda parte cuando la presidente intentó su candidatura asesorada por Ortiz, Prada y Marinkovic en los temas económicos.
También lo fue en las elecciones de 2020 cuando Luis Fernando Camacho abanderó un proyecto con todo el tinte secesionista que contemplaba una bancada muy fuerte en la Asamblea -logró un 14% de los votos - que después ayudara al proyecto político impulsado desde la Gobernación, que ganó sin problemas en 2021. El Comité Cívico invocó poco después, en medio del clamor por el Censo, el derecho a la autodeterminación de los pueblos a finales de 2022, pero todo se desmoronó después.
En pocos meses el Gobernador Luis Fernando Camacho fue detenido y llevado a Chonchocoro; el banco Fassil se desmoronó aceleradamente, y un tiempo después, Creemos perdió incluso la Asamblea Departamental. En ese tiempo, también el Comité Cívico renunció a la unilateralidad y convirtió la demanda de establecer una nueva relación con el Estado en una simple batalla jurídica por la autonomía y, sobre todo, la bancada de Creemos implosionó, huyendo cada cual hacia cualquier lado. Además, la popularidad de Camacho es cada vez más baja.
Para unos se trata de un fiasco político de primera magnitud, para otros el resultado de un plan perfectamente coordinado para desbaratar las fuerzas políticas y económicas del departamento más pujante del país. Lo objetivo es que el voto en Santa Cruz, cuando se tiñe de separatismo beligerante sube; perjudica a la oposición y su proyecto de “unidad” y beneficia al MAS, que poco a poco va penetrando en los niveles populares.
La vía popular
El otro gran rumor de la semana ha llegado desde Sucre, desde donde hace años se viene gestando un proyecto de ámbito nacional alrededor de Damián Condori, el gobernador chuquisaqueño, de extracto popular pero purgado por el MAS de Evo Morales hace ya muchos años. Condori, como Luis Alfaro en Tarija, habló francamente sobre las debilidades del proceso y eso le costó la continuidad hasta renunciar, pero su arrastre personal, en este caso, le ha permitido llegar a la Gobernación.
A su alrededor se vienen sumando asesores de diverso alcance entre los que se cuenta Carmen Almendras o el propio Waldemar Peralta, gente ambiciosa y con visión divergente. Gente que emntiende que las opciones de la oposición, planteadas desde la derecha liberal clásica y blancoide no van a llegar a ningún sitio.
Esta semana la Gobernación ha coordinado un aparatoso operativo con una veintena de periodistas de alto nivel que no fueron a eso, pero ya han empezado a mover el nombre de Condori en sus redes.
¿Habrá un nuevo candidato en carrera? Al tiempo.