Crónica política de la jornada
Del jaque legislativo al TCP a la última carta de Luis Arce
Andrónico consolidó una mayoría aplastante que cesó a los Magistrados, aprobó créditos y también una amnistía carcelaria, pero el ejecutivo pretende preguntarle a esos Magistrados si es válido.
Hay algunas señales que indican quien ha ganado. Por ejemplo, los tribunales han empezado a liquidar algunos de los casos complejos, como el “caso Taladros” que afectó a toda la cúpula de Yacimientos a principios de 2017. Guillermo Achá, el presidente designado por Carlos Villegas en su lecho de muerte y principal acusado de haber negociado sobreprecios en la compra de tres taladros perforadores a una empresa italiana, ha sido absuelto sin cargos de aquella maniobra que por cierto denunció el hoy ministro de Defensa, Edmundo Novillo. Aún así, nadie puede cantar victoria.
David Choquehuanca se niega a recibir el paquete de leyes aprobado en la sesión de la Asamblea Plurinacional del jueves tras sortear todos los obstáculos interpuestos por el gobierno y la bancada arcista, desde inventar fumigaciones hasta cortar la luz pasando por el recurso en el Constitucional, que llegó tarde. De momento no argumenta, solo aduce que remitió consultas al Tribunal Constitucional para ver si el resultado de aquel acto legislativo es legítimo, lo cual es algo así como elegir de árbitro al hincha más sucio del equipo rival, pues la sustancia de la sesión fue, precisamente, acabar con la autoprórroga ilegítima de ese Tribunal y del resto.
Ha habido más señales, como que el guardián de las ánforas, Óscar 𝐇𝐚𝐬𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞𝐮𝐟𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐢𝐝𝐞𝐫e “𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐚” 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢ó𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐀𝐋𝐏 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐚 𝐥𝐚𝐬 𝐣𝐮𝐝𝐢𝐜𝐢𝐚𝐥𝐞𝐬. Hay pocos personajes más capacitados para tomar la ola “correcta” que el siniestro presidente del Tribunal Supremo Electoral, que además ha descartado asistir al Congreso evista que se vuelve a celebrar mañana para tratar de cumplir la Ley Electoral y que con seguridad será de nuevo desconocido, pues, aunque ha habido negociaciones bajo la mesa entre las dos corrientes del MAS, aún no hay acuerdo para un Congreso de Unidad.
Hay quienes sostienen que la crisis del jueves fue propiciada conscientemente por el propio Luis Arce, que dilató su agenda en Rusia para que se materializaran los hechos dejando cuestionado a David Choquehuanca y al ministro que ha coordinado la fallida estrategia jurídico – electoral, Iván Lima. Arce es más consciente que el resto de las dificultades de la crisis y de los riesgos que conlleva que el descontento social prenda una mecha irreversible.
La crisis ha opacado el viaje a Rusia donde Arce ha hecho lo que con toda seguridad haría Evo y probablemente cualquiera que fuera presidente en esta coyuntura internacional de escasez del dólar: buscarlos donde se pueda, y Putin, que tiene petróleo en grandes cantidades, que sabe qué hacer con el litio y que tiene la llave de los BRICS - junto a Brasil y China -, que es donde se pergeña la estrategia comercial en divisas distintas al dólar para restarle hegemonía, parece un buen destino para ello. Dos veces pidió el ingreso urgente de Bolivia a ese mecanismo de cooperación sur – sur, pero de momento tendrá que encontrar una solución para casa.
La batalla judicial y el detonante
El silencio imperó entre los principales voceros del gobierno – el oficial, Jorge Ritcher, aprovechó justo ese día para renunciar después de anunciarlo dos semanas antes -, y las primeras reacciones, al día siguiente, hablaron, como no, de consultar con los mismos jueces. Sin embargo, lo que se ha evidenciado es que Andrónico – convertido en el héroe de la jornada – ha sabido reunir a la mayoría de la Asamblea – incluso tránsfugas de CC y Creemos volvieron a votar con los suyos – borrando del mapa a la bancada arcista, y por ende, más allá de los jueces, se ha consolidado una mayoría de la soberanía nacional en un sentido, y tarde o temprano el gobierno deberá asumirlo, pues pocos parecen dispuestos a medir fuerzas en la calle – aunque unos y otros lleven amenazando con ello más de doce meses -.
Con todo, a veces solo hace falta un detonante cualquiera, que suele tener forma de motín: Ayer los presos de Chonchocoro empezaron una revuelta. Muchos esperan que les alcance la amnistía aprobada también en ese paquete de leyes aprobado en la sesión estelar de Andrónico y que el gobierno quiere desconocer. Al tiempo.