Confrontación política
Día de los Derechos Humanos, la polarización política debilita a una sociedad democrática
La directora de Unitas dijo que no es un día de celebración, sino de reflexión porque hay muchos temas pendientes de fortalecer para un ejercicio pleno de los Derechos Humanos
El Gobierno ha alentado la polarización y confrontación política lo que debilita a una sociedad democrática porque se pone por encima de la reivindicación en el ejercicio y vigencia de los derechos humanos.
“El gobierno permanentemente nos ha llevado hacia una corriente de polarización y confrontación haciendo que predomine el tema de la confrontación política por encima de la reivindicación y ejercicio de derechos”, declaró la directora de Unitas, Susana Eróstegui.
Este 10 de diciembre, se recuerda el Día Internacional de los Derechos Humanos, no es una jornada de celebración, sino de reflexión sobre el retroceso en el ejercicio y vigencia de los derechos humanos comenta en una entrevista a la ANF.
Describe un panorama de “politización tan grande” que invisibiliza la situación real y material de la población respecto a la pobreza multidimensional, la informalidad con un 70% de la población que no tiene derecho a un empleo digno, la migración campo-ciudad o de región a región.
“Los derechos humanos en términos de satisfacción de necesidades falta mucho”, aunque cree que no es el único ámbito que preocupa, sino la participación en la toma de decisiones con relación a la demanda social, la capacidad de diálogo y de emitir opiniones libremente.
Eróstegui dice que todavía tenemos debilidades en términos de institucionalidad, se suma a la insatisfacción de necesidades, la desconfianza casi generalizada de la población hacia las instituciones públicas”.
Pero el escenario y el panorama “preocupante e inquietante” continúa, respecto a la libertad de expresión, el Observatorio de Defensores y Defensoras de Derechos hasta el 15 de noviembre registró 41 casos, y el dato se amplía por las violaciones a los derechos de libertad de prensa.
“Está en riesgo permanente y eso supone un atentado muy de frente a la libertad de expresión que es la base de una sociedad democrática”, comenta.
Por otro lado, identifica que el derecho a la protesta “ha sido muy fuerte en términos de violaciones”, según el Observatorio se monitorearon 174 casos. Que muestra el excesivo uso de la fuerza pública.
“El Estado tiene que garantizar ese derecho y no generar circunstancias de muertes, heridos, agresiones, robo de los equipos de trabajo, o confrontación con los manifestantes que se enfrentan con infiltrados o grupos de choque”.
Observó que el “clientelismo y la subordinación” al que se someten los fiscales, jueces, en general operadores de justicia, ha provocado un rango de no credibilidad y rechazo de toda la sociedad al Órgano Judicial porque se ha perdido la esencia de la Justicia.
Acotó que se ha mercantilizado y se ha usado la justicia para judicializar y ejecutar para la persecución en contra de quienes piensan diferente o tienen acciones de protesta contrarias al partido de gobierno.
“Si hay un punto de coincidencia en la sociedad boliviana es este tema de la reforma judicial”, sostuvo la directora de dicha organización. Exhortó a recuperar los valores y los principios éticos que marcan el camino de las personas y en particular en la administración de justicia.
“Los derechos humanos son tan importante de entender en su integralidad para que se ejerzan de manera universal, tengan esa interdependencia para gozar de las mismas oportunidades”, detalló.