Calamarca promulga ley de gestión de riesgo agropecuario para reducir efectos climáticos
El Comité Municipal de Gestión de Riesgos y Desastres (Comurade) que tendrá la tarea de realizar un diagnóstico sobre la situación de cada comunidad del municipio y levantar un informe sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que enfrentan frente a los desastres...



El Comité Municipal de Gestión de Riesgos y Desastres (Comurade) que tendrá la tarea de realizar un diagnóstico sobre la situación de cada comunidad del municipio y levantar un informe sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que enfrentan frente a los desastres naturales.
Con la asistencia técnica del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) y tras un proceso de consulta y socialización con las organizaciones de base, el Gobierno Municipal de Calamarca aprobó la Ley 088 de Gestión de Riesgo Agropecuario a fin de mitigar los impactos climáticos sobre la producción y responder de manera oportuna a los desastres naturales.
Durante un acto público realizado en las instalaciones del Palacio Consistorial, el alcalde de Calamarca, Yesid Luis Mamani, promulgó la Ley de Gestión de Riesgo Agropecuario. Destacó el acompañamiento de los técnicos del CIPCA y la participación activa de las centrales agrarias Túpaj Katari y Bartolina Sisa, además de las 36 comunidades y las juntas vecinales del pueblo.
“¿Qué significa tener esta ley?, a partir de hoy habrá un comité que estará encargado de atender todos los desastres naturales que ocurran en la jurisdicción. ¿Qué implica?, contar con semillas, una política de mantenimiento de cuencas, cómo hacer para tener agua, arborizar el municipio para tener bolsas de agua”, señaló.
Informó que actualmente el presupuesto municipal llega a 12,7 millones de bolivianos, pero que la norma posibilitará gestionar recursos de otras partidas nacionales como el programa Bolivia Cambia, Evo Cumple, Fondo Indígena y Mi Agua para encarar efectos climáticos como la sequía y la helada, recurrentes en esta zona altiplánica.
Comité de gestión de riesgos
El Alcalde calamarqueño explicó que el Comité Municipal de Gestión de Riesgos y Desastres (Comurade) -recientemente posesionado- tendrá la tarea de realizar un diagnóstico sobre la situación de cada comunidad del municipio y levantar un informe sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que enfrentan.
“El aporte del CIPCA en este proceso ha sido de asistencia técnica que prácticamente nos ha promovido y motivado a trabajar esta ley (…) El trabajo de CIPCA tiene un enfoque descolonizador, no sólo de dar, sino que también el beneficiario debe dar su aporte, es un enfoque integral”, explicó.
El Comurade también estará a cargo de movilizar recursos municipales y/o gestionar la movilización de recursos departamentales o nacionales para elaborar planes de contingencia ante desastres naturales, pero también acciones de prevención.
Proceso de construcción
El responsable de la Unidad Territorial del CIPCA de la regional altiplano, Valentín Pérez explicó que la promulgación de la ley municipal 088 está enmarcada en la Ley nacional 602 de Gestión de Riesgos, que determina que los municipios deben tener su propia normativa para gestionar el manejo del desastre.
“Se ha logrado trabajar la política de gestión de riesgos; este proceso se ha socializado en las comunidades, en las subcentrales, las mismas bases han dicho que la granizada, la sequía, la inundación u otro tipo de desastres pueden ser contrarrestados con la cosecha de agua, cultivos asociados, rotación de cultivos y otras actividades relacionadas a la agropecuaria”, explicó.
Una vez que se contó con la propuesta de política pública municipal de gestión de riesgo agropecuario concertado, Pérez dijo que el documento fue presentado al Concejo Municipal de Calamarca. “Ellos (concejales) han visto con buen ojo la propuesta y aprobaron la ley”, dijo.
Pérez indicó que aunque el municipio es potencialmente papero, el CIPCA trabajó con las comunidades en la diversificación de los cultivos agrícolas, tanto en campo abierto a través de sistemas agroecológicos, como también con las carpas solares que les posibilitó plantar hortalizas y verduras.
El dirigente de la Central Agraria de Calamarca, Aurelio Quispe, señaló que la ley es una buena solución a las pérdidas frecuentes que sufren los agricultores. “Los que vivimos en el campo siempre sufrimos riesgos de sequía, todo el año pasado han ocurrido sequías (…): Gracias a Dios este año ha llovido y ha dado producción, ha exagerado también en las pampas, y eso también ha sido otro riesgo”, dijo.
Sin embargo dijo que a diferencia de hace unos años cuando dependían sólo de la papa y el ganado, ahora siembran haba, papalisa, cebada, hortalizas y frutas como el durazno y la tuna.
Por su parte, Bertha Palma, dirigente comunal y vecinal, dijo que le alegra contar con una ley que ayude al municipio salir al paso frente a los riesgos del clima. “Nos alegra esta ley y ahora debemos trabajar y socializar porque necesitamos represas de agua para mejorar nuestra producción y nuestro ganado. Se necesita invertir más en agua”, sostuvo.
Vea también:
Piden instalación de mesas técnicas de concertación para abordar cultivo de transgénicos
Con la asistencia técnica del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) y tras un proceso de consulta y socialización con las organizaciones de base, el Gobierno Municipal de Calamarca aprobó la Ley 088 de Gestión de Riesgo Agropecuario a fin de mitigar los impactos climáticos sobre la producción y responder de manera oportuna a los desastres naturales.
Durante un acto público realizado en las instalaciones del Palacio Consistorial, el alcalde de Calamarca, Yesid Luis Mamani, promulgó la Ley de Gestión de Riesgo Agropecuario. Destacó el acompañamiento de los técnicos del CIPCA y la participación activa de las centrales agrarias Túpaj Katari y Bartolina Sisa, además de las 36 comunidades y las juntas vecinales del pueblo.
“¿Qué significa tener esta ley?, a partir de hoy habrá un comité que estará encargado de atender todos los desastres naturales que ocurran en la jurisdicción. ¿Qué implica?, contar con semillas, una política de mantenimiento de cuencas, cómo hacer para tener agua, arborizar el municipio para tener bolsas de agua”, señaló.
Informó que actualmente el presupuesto municipal llega a 12,7 millones de bolivianos, pero que la norma posibilitará gestionar recursos de otras partidas nacionales como el programa Bolivia Cambia, Evo Cumple, Fondo Indígena y Mi Agua para encarar efectos climáticos como la sequía y la helada, recurrentes en esta zona altiplánica.
Comité de gestión de riesgos
El Alcalde calamarqueño explicó que el Comité Municipal de Gestión de Riesgos y Desastres (Comurade) -recientemente posesionado- tendrá la tarea de realizar un diagnóstico sobre la situación de cada comunidad del municipio y levantar un informe sobre las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que enfrentan.
“El aporte del CIPCA en este proceso ha sido de asistencia técnica que prácticamente nos ha promovido y motivado a trabajar esta ley (…) El trabajo de CIPCA tiene un enfoque descolonizador, no sólo de dar, sino que también el beneficiario debe dar su aporte, es un enfoque integral”, explicó.
El Comurade también estará a cargo de movilizar recursos municipales y/o gestionar la movilización de recursos departamentales o nacionales para elaborar planes de contingencia ante desastres naturales, pero también acciones de prevención.
Proceso de construcción
El responsable de la Unidad Territorial del CIPCA de la regional altiplano, Valentín Pérez explicó que la promulgación de la ley municipal 088 está enmarcada en la Ley nacional 602 de Gestión de Riesgos, que determina que los municipios deben tener su propia normativa para gestionar el manejo del desastre.
“Se ha logrado trabajar la política de gestión de riesgos; este proceso se ha socializado en las comunidades, en las subcentrales, las mismas bases han dicho que la granizada, la sequía, la inundación u otro tipo de desastres pueden ser contrarrestados con la cosecha de agua, cultivos asociados, rotación de cultivos y otras actividades relacionadas a la agropecuaria”, explicó.
Una vez que se contó con la propuesta de política pública municipal de gestión de riesgo agropecuario concertado, Pérez dijo que el documento fue presentado al Concejo Municipal de Calamarca. “Ellos (concejales) han visto con buen ojo la propuesta y aprobaron la ley”, dijo.
Pérez indicó que aunque el municipio es potencialmente papero, el CIPCA trabajó con las comunidades en la diversificación de los cultivos agrícolas, tanto en campo abierto a través de sistemas agroecológicos, como también con las carpas solares que les posibilitó plantar hortalizas y verduras.
El dirigente de la Central Agraria de Calamarca, Aurelio Quispe, señaló que la ley es una buena solución a las pérdidas frecuentes que sufren los agricultores. “Los que vivimos en el campo siempre sufrimos riesgos de sequía, todo el año pasado han ocurrido sequías (…): Gracias a Dios este año ha llovido y ha dado producción, ha exagerado también en las pampas, y eso también ha sido otro riesgo”, dijo.
Sin embargo dijo que a diferencia de hace unos años cuando dependían sólo de la papa y el ganado, ahora siembran haba, papalisa, cebada, hortalizas y frutas como el durazno y la tuna.
Por su parte, Bertha Palma, dirigente comunal y vecinal, dijo que le alegra contar con una ley que ayude al municipio salir al paso frente a los riesgos del clima. “Nos alegra esta ley y ahora debemos trabajar y socializar porque necesitamos represas de agua para mejorar nuestra producción y nuestro ganado. Se necesita invertir más en agua”, sostuvo.
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Piden instalación de mesas técnicas de concertación para abordar cultivo de transgénicos