Cómo evitar que su proyecto opositor derive en “juntucha” en siete sencillos pasos
1.- Procure que su proyecto político tenga base ideológica de referencia. Hay varias. Puede ser liberal, socialdemócrata, marxista-leninista, democristiana e incluso federalista. Esa base ideológica le servirá para posicionarse ante los diferentes temas en discusión. Puede hacer algunos ajustes de cara a la realidad nacional. Muy importante: No pretenda ser todas las corrientes ideológicas a la vez.
2.- Arme una propuesta política con base ideológica y enmarcada en Bolivia. No copie el programa de otros proyectos de otros países. No proponga derribar cosas que no existen en Bolivia como la sanidad pública, el aborto o las maras. Procure decir cómo resolverá los problemas de la gente. Suele ser buena idea consultar cuales son los problemas de la gente y no imaginarlos.
3.- Elija un buen candidato. Piense si no hay alguien mejor que usted. Mejor si es conocido. Mejor si no ha pasado por la cárcel ni ha protagonizado escándalos de corrupción o sexuales. El candidato debe coincidir, al menos someramente, con la propuesta política que se quiere representar. No coloque a un actor. No intente imitar ni a Bukele, ni a Milei, ni tampoco a Evo. Asegurarse de que diga la verdad sobre su vida personal. Mejor si hay cierta coherencia política en su carrera y que esta se ajuste a lo que quiere proponer.
4.- Recuerde que las hemerotecas ahora son digitales y están al alcance de todos.
5.- Trate de armar algo a largo plazo y mejor con base territorial en todo el país, por ejemplo, que los aliados se comprometan a concurrir con la misma sigla a las subnacionales que serán solo seis meses después. Trate de asegurarse de que sus candidatos a diputados o senadores no se pasarán al MAS en la primera votación de la ALP.
6.- No use mujeres ni indígenas como elementos decorativos. No pretenda ganar hablándole solo a los ejecutivos con camisas blancas.
7.- Prepárese para debatir. No haga el mamarracho en las redes sociales.