El ascenso de Delfor Burgos
A un lado de la plaza se concentraban los seguidores de Pepe Gutiérrez, el candidato elegido por Wilman Cardozo para prestarle la sigla del PAN y hacer campaña en Bermejo. Al otro los de Reynaldo García, el terrateniente cañero ejecutivo de IABSA que el MAS había fichado para su causa en aquella elección sui géneris. Empezaba enero de 2013 y Bermejo estaba en contienda electoral para poner fin a una inestabilidad que había empezado en agosto de 2010, cuando el Concejo Municipal suspendió al alcalde, quien renunciaría en junio de 2011 justamente para propiciar elecciones, que acabaron llegando muchos meses después.
Ese día llegó la orden para conceder la detención domiciliaria al exalcalde, que en horario de máxima audiencia fue sacado de la carceleta municipal, paseado por la plaza y depositado en su domicilio. Unas horas antes había declarado su respaldo al Movimiento Al Socialismo (MAS) y los dirigentes tarijeños se frotaban las manos luego de haber colocado a Lino Condori en el interinato departamental a finales de 2010 y haber atraído a figuras simbólicas como Carlos Brú en Yacuiba. Se trataba de la primera gran plaza tarijeña que podía ser conquistada por los votos, lo que políticamente validaría el desgaste y daría la razón a la estrategia de lucha total que apadrinaron algunos operadores como Darío Gareca (el de verdad, no el muchacho de las redes).
Delfor Burgos completaba aquella tarde un giro de guion previsible que solo se puso en duda precisamente por la seña con que se empeñó el Movimiento Al Socialismo en defenestrar no solo su gestión, sino su figura completa.
Burgos, al fin y al cabo, con su metro ochenta y tantos, su chamarra de cuero y su cigarrillo prendido siempre tuvo más pinta de barrabrava que de alcalde y colecciona al menos media docena de denuncias por “farras legendarias” con choques de auto incluidos.
Burgos llegó a la política de la mano de Hugo Bánzer Suárez y toda su tropa del ADN ya “democrático”. Era de los duros y se movía como nadie por los bajos fondos de la frontera, entre comerciantes y contrabandistas, y también entre cañeros y zafreros, y también entre las doñas del mercado. Con el don de gentes se nace y eso es impagable en política. Burgos lo tiene.
Reynaldo García perdió aquella elección y al MAS se le puso cara de eventual estafado, pero Burgos confirmó se decisión y se mantuvo fiel a sus nuevos colores. En 2015 volvió a elegirse alcalde, esta vez sin contratiempos judiciales, y poco a poco se hizo de la camarilla de Álvaro Ruíz, que hizo de los alcaldes su escalera para trepar hasta el gobierno central. Burgos, al final del mandato, se dispuso para irse a La Paz como parlamentario, lo que logró definitivamente en 2020 no sin polémica.
Cuando parecía que se convertiría en otro prejubilado en La Paz, esta semana fue elegido jefe de la Brigada Parlamentaria de Tarija. Estaremos atentos a sus siguientes pasos.