Montes arriba, Montes abajo: el futuro del gobernador, a examen
¿Qué quiere hacer el gobernador Óscar Montes en 2026? ¿Y en 2025? Son las preguntas clave que nadie quiere responder, ni en su entorno ni en su oposición. Unos porque dicen que queda mucho, otros porque queda poco y otros porque ya sienten la presión de no haber tomado las mejores decisiones.
Desentrañar la incógnita tiene enjundia. ¿Qué puede esperar Montes de la política hoy? ¿Cuál es la aspiración de un político ya adulto y experimentado? ¿Qué después de haber gobernado el municipio con puño de hierro durante 15? ¿Qué después de ganar la Gobernación en el momento en el que decidió que era su momento?
¿Montes hacia arriba?
El Gobernador a menudo se jactaba de haber trabajado con seis presidentes: Hugo Bánzer, Tuto Quiroga, Gonzalo Sánchez de Lozada, Carlos Mesa, Rodríguez Veltzé (aunque con este coincidió poco) y Evo Morales. Ahora se sumaría Luis Arce y también Jeanine Áñez aunque esta solo en el plano político y no en el institucional, pero su tiempo de saltar a la política nacional ha pasado. O eso creen sus enemigos y algunos amigos.
Evo Morales le invitó a dar el paso hasta la saciedad, pero nunca lo tomó en serio y al final sintió la furia de la venganza. Tuto Quiroga le convenció para sumarse al PDC en 2014, cuando la victoria estaba cantada y la alternativa opositora era un Samuel Doria Medina que no ilusionaba a nadie, pero se limitó a la campaña en Tarija para colocar sus diputados y senadores.
Sus últimas decisiones en el plano electoral nacional resultaron controvertidas, más o menos como la de Tuto, siempre bajo la lupa por una presunta intencionalidad de dividir y beneficiar en última instancia al MAS: en 2019 se sumó a los Demócratas de Rubén Costas con Óscar Ortiz al frente que no se rindió nunca y que no pasaron del 4%, un porcentaje que si se hubiera sumado a un frente único hubiera supuesto una segunda vuelta. En 2020 se sumó a Jeanine Áñez y su frente Juntos montado exprofeso desde la Presidencia transitoria para mantenerse en el poder. Se bajo ni bien vio los primeros resultados de los sondeos donde Áñez nunca despegó. De hecho, ella misma se acabó retirando.
Desde la Gobernación tampoco está aprovechando las oportunidades para ganar perfil a nivel nacional. Al contrario. El perfil bajo es el que le viene acompañando desde que asumió el cargo con muy calculadas salidas de tono, como cuando condenó la persecución a Jeanine Áñez un día después de su aprehensión. En conflictos abiertos como el del Censo, apostó desde el principio por el sentido común: lo importante era la fecha de los resultados y su aplicación antes de elecciones, por lo que una vez acordado, el conflicto resultó innecesario. Por lo demás se mantiene al margen de asuntos como el de las elecciones judiciales, los problemas del dólar o la quiebra del Fassil.
¿Montes hacia abajo?
No hay duda de que el corazón del gobernador está puesto en la alcaldía de Cercado que gobernó por 15 años de forma ininterrumpida. Se retiró porque quiso, pues ganó bajo la nueva Constitución que limitaba a dos mandatos en 2010, pero prefirió dejar en herencia la institución a Rodrigo Paz en 2015 a quien llevó en volandas a la victoria.
Era obvio que Paz querría darle un vuelo propio a su gestión, pero Montes lo sintió traición. En apenas dos años descolgó los guantes y subió al ring. Lo de Morales con Arce parece broma al lado de aquello, pero tal vez acabó arrepintiéndose del castigo.
Paz formó su partido y durante dos años pareció convencido de buscar la reelección - aunque nunca lo confirmó -, sin embargo, después de todo lo sucedido en 2019 y 2020, Paz Pereira aprovechó la puerta abierta por Mesa y se coló de primer senador dejando doloridos a los que apostaron por su Primero la Gente.
Si Paz se hubiera quedado, Montes hubiera forzado al límite para competir aún después de que Johnny Torres los madrugara a todos anunciando su candidatura en firme ya en septiembre de 2019, pero no lo hizo.
La Gobernación nunca le sedujo, pero acabó armando un proyecto ganador con el apoyo de Camino al Cambio y sobre todo, la red de exalcaldes que le ayudaron en municipios clave como Entre Ríos o Caraparí. Ocupar el despacho contiguo al Salón Rojo solo ha venido a confirmar la falta de feeling con una institución ahogada en deudas y con pocas opciones de brillar o de “resolver los problemas de los ciudadanos”.
El plan ahora es “coordinar” con el MAS; lo que ha vuelto a despertar los fantasmas de “Montes el masista” y no faltan los que aseguran que llegado el momento habrá colisión con Torres y una pugna futura por retornar a la Alcaldía si es que el actual alcalde no se acomoda en una candidatura nacional.
¿Montes en punto muerto?
En cualquier caso, la opción con más posibilidades hoy es que Montes continúe en la Gobernación si logra completar el giro en su gestión luego de dos años posicionando crisis.
Todas las opciones están abiertas pero… ¿Qué opina usted que debe hacer Montes en 2026? Participa del siguiente sondeo