Gallardo, un concejal sin plata
Controvertidas declaraciones del candidato a concejal por el Movimiento Al Socialismo en la revista meridiana de TLT la pasada semana, quien aseguró que declinó la postulación a la Alcaldía de Cercado por no tener recursos para abordar la campaña. Sergio Gallardo es uno de los militantes...



Gallardo fue candidato a diputado uninominal en 2009 y luego candidato a concejal en 2010, desde ahí se ha convirtió en el azote implacable del alcalde Óscar Montes. Rigurosidad y constancia le valió el respeto de los ciudadanos, claro que eso no es garantía de continuidad en el MAS. Lo que más le ha valido el reconocimiento entre los militantes es su constancia en las reuniones ordinarias del aparato. Martes tras martes en el cubículo de San Roque, tratando de igual a igual. Con total seguridad, es la autoridad con más asistencias a los órganos del partido. Esa costumbre quizá la adquirió en sus tiempos de sindicalista en el magisterio, donde tuvo sus buenos maestros y seguramente tiene que ver la ortodoxia del Partido Comunista, de donde procede y donde el respeto al aparato partidario es una máxima que ha garantizado el éxito en países como Cuba y China, más allá de las discrepancias.Gallardo fue electo en la Coordinadora Departamental del Cambio, con absoluta mayoría y unanimidad como candidato a la alcaldía de Cercado a finales de noviembre, el mismo fin de semana que se eligió a Carlos Cabrera como candidato a la Gobernación. “Soy un soldado” afirmaba Gallardo en los días posteriores cuando la prensa le preguntaba extrañada porque no se había oficializado su nombramiento. Unas semanas después, su elección se convirtió de nuevo en terna, conformada por el periodista Julio Roca y David Galdo, sobre la que debía elegir el presidente Evo Morales. El propio Roca desestimó en directo en Canal 15 su nominación, pero los operadores del MAS mantuvieron la terna viva. El objetivo claro parecía desestimar la elección de Gallardo que alguien había vetado.Gallardo era avalado, entre otros, por el ex secretario de Coordinación, ex diputado, ex militante de siempre y ex presidente del MAS en los años no tan buenos, el profesor Eulalio Sánchez. Sánchez, sincero como siempre, lo había nombrado entre los posibles candidatos a la Gobernación con la misma transparencia con la que desestimó la continuidad de Lino Condori en otra gestión; declaraciones que a la postre parece le costaron el cargo primero y el veto después.Gallardo estuvo presente cuando el presidente Evo Morales nombró candidato a Rodrigo Ibáñez, desconocido entre las bases pero con un intenso pasado en tránsito desde la UCS hasta el PAN, pasando por PODEMOS. Gallardo incluso presenció impávido como el nuevo caudillo del MAS en Tarija, el senador Milcíades Peñaloza, aseguraba que Ibáñez era una decisión de las bases del partido.Como nadie, parece, le dio ninguna explicación válida y ajustándose a la nueva realidad, que al menos le asegura trabajo estable como concejal para los próximos cinco años, Gallardo se fabricó un argumento, seguramente válido: El costo de la campaña electoral. “Cuando fui candidato en 2010 saqué un crédito, para ser alcalde se necesitaban más recursos, lo valoramos con la familia y decidimos que no”.La incredulidad entre las presentadoras que entrevistaban a Gallardo fue latente la respuesta a la repregunta (¿No cree que es un palo a la democracia que gente válida no pueda presentarse por falta de recursos?) sonó descorazonadora. “Llevamos años intentando construir una sociedad más igual, pero aún no se ha podido”.El tema podía haber derivado hacia el debate de la financiación de partidos y hacia la igualdad de oportunidades con las que se construye la democracia, pero quedó ahí. El silencio hizo aún más patente una verdad que últimamente se masculla en los pasillos de demasiadas instituciones y partidos. ¿Quién manda ahora en el MAS?