Estado Plurinominal, aumentar la exigencia
Si algo marcó el día electoral fue la triste constatación de un error que saca a la luz nuestras más íntimas vergüenzas. Triste es que fue en medio de todos los ojos internacionales. No hay nada de chistoso en que en la papeleta electoral conste “Estado Plurinominal” en lugar de...
Está bien reírse de uno mismo, siempre y cuando alguien asuma la responsabilidad, porque de lo contrario, es uno el que se ríe de los demás que sienten la vergüenza ajena como propia. Nadie en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha asumido la responsabilidad como propia y más bien se limitaron a verbalizar excusas peregrinas, culpar a terceros sin nombre y decir que no pasa nada.
Lo más triste es constatar que esta práctica no es un hecho aislado, se ha detectado también en leyes, en formularios varios, en propagandas oficiales y también en licitaciones públicas colgadas en el Sistema de Contrataciones Estatales. Pocas veces un error gramatical u ortográfico tiene consecuencias aunque obligue a retrasar meses una obra que necesita el pueblo. Todo es error sin consecuencias, “subsanable”, “de forma”, que dicen.
Podríamos, pero no lo vamos a hacer, traer a colación el submundo de Derechos Reales y todo el equipo que opera en su entorno. Más bien traeremos las Quipus y la revolución educativa que se proclama y se necesita. No hay revolución sin exigencia. No hay educación sin ejemplo. No votamos al Estado Plurinominal, pero sin exigencias ni respeto a uno mismo, nos pueden acabar llamando cualquier cosa.
El Editor
@lamanodelmoto