Mediterráneo: Tiempo de aranceles y unilateralidad
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Estimados
A finales de 2024 Jeff Bezos, el magnate de Amazon y propietario entre otras muchas cosas del Washington Post, comunicó a los editores de la sección de Opinión que desde ese momento se acababa la pluralidad en esas páginas, pues comprendía que la necesidad de un espacio abierto a la diversidad al que los lectores pudieran acceder para contrastar puntos de vista lo cubría Internet, y que por ende, solo se daría espacio a columnistas que promovieran “las libertades personales y los mercados libres”, y no se publicarían artículos que se opongan a esas opiniones así que habrá que estar muy atentos a cómo el entretenimiento mediático del mayor vendedor de esta época enfoca el tratamiento del “Día de la Liberación” con el que Donald Trump bautizó la jornada en la que diseminó aranceles por el mundo con el fin declarado de proteger su mercado, su industria nacional y repatriar la producción deslocalizada.
Bezos era el más pragmático de los magnates de Silicon Valley, donando tanto a Republicanos como a Demócratas y compartiendo con unos y con otros y el Post era un buen reflejo de eso desde antes de Bezos. Un diario paladín de los valores republicanos, aunque la campaña de Trump lo colocó en el frente de enemigos. Bezos ya intentó recomponer relaciones con el hoy presidente al vetar el tradicional posicionamiento con uno u otro candidato que en Estados Unidos es por demás común. Si tradicionalmente el Post ha venido apoyando a candidatos republicanos, en esta ocasión estaba decidido el apoyo a Kamala Harris. Bezos prefirió no correr el riesgo de patear las canillas de un potencial presidente forjado en el mundo de la empresa, por donde se cuelan amistades y venganzas.
Amazon al fin y al cabo es un distribuidor mundial minorista con almacenes en los cinco continentes que seguramente sabrá manejar y acomodar la nueva geografía de aranceles que el magnate presidente ha instalado en el mundo seguramente con un plan claro de mediano y largo plazo, aunque muchos analistas se han apresurado a descubrir su “fórmula” de cálculo basada en el déficit comercial de cada Estados Unidos con cada país o bloque.
De momento las bolsas han caído, la Organización Mundial del Comercio estima que se perderá el1% de las transacciones comerciales del mundo, el dólar va perdiendo valor respecto al euro y otras monedas (no frente al boliviano) y seguramente, a partir de este mes, los ciudadanos norteamericanos empezarán a sentir las consecuencias de la medida en los precios, que los expertos además consideran que frenarán el crecimiento.
El asunto tiene múltiples aristas y los análisis son divergentes. Hubo mucho picante por saber en qué medida los amigos y enemigos de Trump se habían visto afectados. Y ahí se evidencia que Rusia quedó impune (porque no hay comercio, dicen), que México y Canadá lograron salvar su Tratado de Libre Comercio después de tantas amenazas, y que no hubo distinción entre Argentina o Brasil, Ecuador o Bolivia: 10% adicional para todos, uno de los más bajos entre los impuestos, lo que indica el escaso comercio bilateral con la región. En el caso de Bolivia son apenas 300 millones de dólares al año, principalmente quinua y frutos secos.
Es interesante en estos días ver los equilibrios que hacen aquellos que defienden con ahínco el libre mercado y el fin de las aduanas y venían defendiendo con el mismo entusiasmo a Donald Trump, o los de aquellos en posiciones ultranacionalistas que mendigaron el saludo de Trump y ahora tienen que justificar el impacto que la medida tendrá en sus producciones nacionales que tienen (o tenían) mercados abiertos en Estados Unidos.
Probablemente hay una sobreactuación entre quienes predicen el fin del mundo, de la globalización, etc., etc., y quién sabe, quizá a alguien se le prende el foco y se convence que es importante producir más cerca y consumir lo que producen los vecinos antes que hacerlo viajar 10.000 kilómetros.
Dice Antón Losada, un zurdo peligroso que escribe en CTXT que “las guerras comerciales las gana quien sabe administrar los tiempos, no quien dispara primero. Llega la hora de los verdaderos liberales, no de los liberales de la señorita Pepis que han colonizado tertulias y podcasts. El proteccionismo se derrota solo. La fuerza del mercado pondrá las cosas en su sitio y los mejores prevalecerán”.
Veremos qué hay de cierto en eso.
Mientras tanto hablamos de qué hace China en medio de todo esto; de esa extendida costumbre de mezclar justicia y política y de la nueva vieja situación en Gaza.
TURNO PARA CHINA
¿Qué pasó?
Contra su costumbre, China ha sido el primer país en reaccionar ante la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a sus productos. Trump sumó un 34% al 20% que ya tenía fijado, y China ha respondido exactamente en la misma proporción. Aunque las estimaciones varían según las fuentes, se calcula que China vende 500.000 millones de dólares al año a Estados Unidos y compra apenas 150.000.
Además, enumera la BBC, suspendió inversiones norteamericanas en suelo chino, suspendió la compra de sorgo y productos avícolas, Pekín estará controlando la exportación de tierras raras, medianas y pesadas, incluyendo el samario, gadolinio, terbio, disprosio, lutecio, escandio e itrio, que son productos que tienen aplicaciones en las nuevas tecnologías y controlará también la exportación de bienes de uso doble civil y militar.
Al margen de todo esto, China ha empezado unas maniobras militares alrededor de Taiwán, epicentro de otro viejo conflicto nacional que Estados Unidos utiliza recurrentemente. El despliegue de ciertos mecanismos que se están probando, dicen los expertos, podría facilitar el desembarco de tropas sobre la isla largamente reclamada.
- Aquí lo cuenta New York Times: China practica nuevas maniobras que podrían facilitar una invasión a Taiwán
¿Ahora qué?
Donald Trump utilizó sus redes para desacreditar a China: "China se equivocó: entró en pánico", escribió Trump en redes sociales. Y añadió: "¡Lo único que no se pueden permitir!", así que la mano del póker está servida.
China ha añadido la tensión en Taiwán al menú de negociación que se abre por mucho que los líderes mundiales se esfuercen en negar la vinculación de estos dos hechos. Trump tiene un plan para la guerra comercial, pero no para una guerra convencional, que nunca sería tal.
Tampoco es menor la vinculación que ha sugerido el magnate –presidente de renegociar aranceles si finalmente TikTok es vendida a una empresa norteamericana, como le obliga la Ley vigente y que Trump suspendió su primer día de mandato y ha alargado 75 días más. TikTok fue acusada de espionaje y que esa operación se vincule a un movimiento que ha hundido las bolsas y empresas de medio mundo da cuenta de la importancia estratégica que cada uno le da hoy a las redes.
¿Qué hay de lo nuestro?
Que Estados Unidos compre menos productos del exterior no preocupa especialmente en Bolivia, que exporta poco más de 300 millones de dólares a ese país, casi todo de alto valor y muy específico, como los frutos secos o la quinua, que difícilmente pueden ser reemplazados y que probablemente sus precios puedan absorber el incremento del 10%. Obviamente, dificultará abrir nuevos mercados.
Que el resto del mundo se inunde de productos que no puede vender en Estados Unidos puede tener también algún impacto a la baja en la economía nacional, sobre todo en productos tecnológicos o electrodomésticos; también el hecho de que China vaya a buscar otros proveedores puede dar oportunidades, aunque también todo lo contrario y generar otro tipo de escaseces en productos elementales.
Puede ser una oportunidad para generar dólares de la exportación por la vía privada si es que se logra que estos vuelvan al país. Mientras, la caída del dólar a nivel mundial sigue siendo irrelevante en Bolivia, que tiene su propio problema. Veremos si en esta guerra desatada el dólar acaba perdiendo su hegemonía, o no.
LA JUSTICIA EN LA POLÍTICA
¿Qué pasó?
Esta semana fue sentenciada a cuatro años de cárcel (dos efectivos con brazalete electrónico) y cinco de inhabilitación de Marine LePen. La lideresa de la ultraderecha francesa y europea, seria candidata a ganar el Eliseo y gran amenaza para el proyecto de la Unión Europea, fue sentenciada por participar de una trama que desvío unos 4 millones de euros (de fondos europeos) a otros fines.
Le Pen se suma así a una lista en crecimiento donde también está Jair Bolsonaro, Cristina Fernández de Kirchner y otros políticos en activo que han protagonizado sentencias con consecuencias políticas de primera dimensión.
Últimamente ha habido escándalos de este tipo en lugares tan dispares como Turquía o Ecuador, dos países que tampoco son nuevos en esto de encarcelar disidentes.
En Turquía el gobierno inhabilitó y encarceló al alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, popular socialdemócrata proclamado ya candidato a las elecciones presidenciales de 2028 donde hubiera competido con el presidente Erdogan, al que no le gusta mucho la competencia.
En Ecuador el presidente Noboa, en plena campaña electoral aferrado a la silla, no solo ha logrado eludir la obligación constitucional de renunciar para hacer campaña, sino que ha conseguido inhabilitar a su vicepresidenta electa, Verónica Abad, que hubiera asumido el cargo.
La lista de políticos asediados por la Justicia es larga. En España Pedro Sánchez minimiza un proceso por supuesto tráfico de influencias de su esposa,y el propio Donald Trump es el primer presidente de Estados Unidos condenado,en este caso por el pago del silencio de una actriz porno con dinero de la campaña de 2016.
¿Y ahora qué?
Que estos casos hayan ocurrido siempre o que sus esferas ideológicas las justifiquen en el marco del lawfare, que probablemente existe,no debe evitar la reflexión sobre esta forma de hacer política que acaba por romper todos los consensos.
Una de las últimas evidencias tiene que ver con el Tribunal Penal Internacional de La Haya y en general todo el conglomerado jurídico impulsado desde las Naciones Unidas y que supuestamente debía dotar a todos los países de alguna garantía supranacional nunca ha servido demasiado: solo aquellos que aceptan su jurisprudencia son alcanzados, y esta aceptación se puede cancelar a conveniencia: La última ha sido la de Hungría luego de invitara Netanyahu, con orden de apremio por parte de ese Tribunal y que obliga a los países firmantes a ejecutarla.
En general, la discusión mundial se centra en los nuevos modelos autoritarios que tan populares se han vuelto gracias, sobre todo, a las redes sociales. Curioso avance democrático.
- Aquí lo cuenta New York Times: Trump inspira a los aspirantes a autoritarios de todo el mundo
¿Y qué hay de lo nuestro?
“Mal de muchos, consuelo de tontos”. El hecho de que en muchas democracias muy consolidadas también se estén dando casos de manipulación política de la justicia o de lawfare no es algo que tranquilice, aunque varios expertos advierten que la “costumbre” ha aplacado la capacidad de reacción de los afectados. Ya nadie se impacta por nada. Ahora, las elecciones en Bolivia ya están oficialmente en marcha.
VOLVER A GAZA
¿Qué pasó?
Esta semana se recrudecieron los ataques de Israel a Gaza ya Líbano, dos frentes que se habían dado prácticamente por cerrados, pero que se han reabierto, sobre todo, por necesidades políticas del Gobierno de Netanyahu, que se sostiene sobre un partido ultra que exige la destrucción total de Gaza.
- Lea también: Gaza, cuando caen las bombas
¿Y ahora qué?
Varios analistas e informes apuntan a la voluntad de Israel de reducir el territorio de Gaza y convertirlo definitivamente en un Campo de Concentración al uso, hasta que las necesidades básicas y el darwinismo hagan lo suyo.
La tregua de principios de año levantó el foco de este asunto y la comunidad internacional se ha centrado en la negociación Ucrania –Rusia primero y la guerra comercial después, mientras, Israel ha presentado nuevo mapa anexándose parte de Gaza y continua la batalla en Líbano contra las milicias de Hizbulá, prácticamente desarticuladas.
El gran derrotado de la batalla, además de la Siria de Al Asad, ha sido Irán, de quien se sospecha estuvo detrás de los ataques iniciales del 7 de octubre de 2023 con el fin de desestabilizar el tablero y evitar el pleno reconocimiento de relaciones con los países musulmanes suníes, cuyo movimiento diplomático encabezaba Arabia Saudí. No pudo sostener el pulso.
LAS RECOMENDADAS
Entre mis recomendadas de este fin de semana, les dejo estas
- Aquí una crónica de lo que viene sucediendo en esa tierra caliente de los Balcanes: Corrupción,protesta y represión en los Balcanes
- Esto de El Orden Mundial para seguir alimentando la paranoia: Las alianzas en Europa en la víspera de la Segunda Guerra Mundial
- Por si les interesa actualizar la información sobre los equilibrios de Petro: El gobierno de Petro, ¿de la crisis a la movilización?
- Esto de Nueva Sociedad sobre la actualidad de Milei: Argentina bajo el experimento «libertario» de Milei
- Aquí un análisis de Juan Laborda para El Salto: Europa,¿última defensora del liberalismo o cómplice de un orden fracasado?
- Aquí un imprescindible de cabecera para seguir la recta final hacia las elecciones en Perú: Las evidencias en las siete investigaciones que acorralan a la presidenta Boluarte
- Y estito: Elon Musk: ¿el reformador radical a punto de caer?
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