Simone Biles, Rebeca Andrade, Jordan Chiles y lo más gozoso de los Juegos Olímpicos
La mejor de todos los tiempos. La más condecorada. La más ganadora. Suena cursi, pero para mí lo más satisfactorio y gozoso de los Juegos Olímpicos no es saber qué país lidera el medallero, sino cuando los mejores atletas del mundo muestran respeto y admiración mutuos, especialmente después de un desempeño por debajo de lo esperado. El lunes, último día de la competición de gimnasia artística, Simone Biles y Jordan Chiles, las estadounidenses que se llevaron las medallas de plata y bronce en la final de suelo, mostraron esa deportividad ante la brasileña Rebeca Andrade, quien ganó el oro.
Durante la ceremonia de entrega de medallas, Biles y Chiles se inclinaron ante la brasileña cuando subió al podio para recibir el oro. Andrade ya había quedado en segundo lugar en las finales del concurso completo, o all around, y de salto, pero aprovechó los dos aterrizajes fuera de los límites de Biles para hacerse con el primer puesto en el suelo.
Andrade fue subcampeona del mundo, solo detrás de Biles, en el Campeonato Mundial de 2023 y quedó en segundo lugar, detrás de Suni Lee, en el concurso completo de los Juegos de Tokio. Es posible que haya sido frustrante quedar varias veces en el segundo puesto, pero en estos años Andrade se ha mostrado consistentemente comprensiva y ha dicho, por ejemplo, que era un “honor” competir contra Biles.
Por su parte, Biles ha reconocido su propia falibilidad y nos recordó que el hecho de que haga que ganar parezca fácil no significa que lo sea. Tras la final, Biles dijo de Andrade: “Está demasiado cerca. Nunca había tenido a una atleta tan cerca, así que definitivamente me puso en alerta y sacó la mejor atleta que hay en mí”.
Por supuesto, es fácil ser amable cuando se ha ganado el oro. El lunes, en la que podría ser su última actuación olímpica, a Biles le colgaron la medalla de plata en suelo tras un decepcionante quinto puesto en la barra de equilibrios. Pero cuando Chiles sugirió que se inclinaran ante Andrade, Biles aceptó con entusiasmo, creando una de las imágenes más icónicas de estos Juegos Olímpicos.
Chiles explicó su modo de pensar en una entrevista tras la competencia. “¿Por qué no le echamos flores?”, dijo. “No solo ella le ha dado flores a Simone, sino que también a muchas de nosotras de Estados Unidos. Así que devolverlas es lo que lo hace tan hermoso. Entonces sentí que era necesario”.