Mediterráneo: Sincronización judicial - electoral y otras manipulaciones



Hablar de atropellos judiciales y de falta de garantías procesales es habitual en Bolivia y en muchos países de nuestro entorno. Tal vez Chile sea la única excepción, pero en el resto, la sincronización de las denuncias políticas con los tiempos electorales es magníficas, tanto que hasta nos han hecho creer que era una especificidad nuestra, pero nada más lejos de la realidad.
En España las denuncias contra la esposa del presidente Pedro Sánchez (PSOE), pero también contra la pareja de la principal líder del Partido Popular en estos momentos, Isabel Díaz Ayuso, se han enmarcado en un contexto electoral muy concreto, en tres Autonomías clave y en las Europeas. No es nuevo, pues ya en su momento las denuncias contra los líderes del proceso independentista en Cataluña también se sincronizaron.

En Estados Unidos la surrealista carrera electoral entre dos octogenarios, Joe Biden y Donald Trump, está siendo salpicada también por denuncias que hacen más a la popularidad del personaje: Trump ha sido condenado por comprar el silencio de una actriz porno con dineros de su campaña (que no dejan de ser privados) mientras que el hijo de Biden lo ha sido por comprar y poseer un arma por más o menos un mes a la vez que era adicto a las drogas como él mismo confesó. Su delito fue mentir en uno de esos formularios en los que te preguntan si te drogas y si piensas atentar contra el presidente.
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Cualquiera de los dos, seguro, ha estado involucrado en decisiones de calado que pueden ser consideradas delitos de lesa humanidad: Trump ordenó matar a un general iraní en suelo iraquí sin previo aviso y Biden ordenó huir de Afganistán dejando a todos sus colaboradores en la estacada y cientos de personas muertas de miedo en el aeropuerto de Kabul, pero ahí no pasa nada.
Curiosamente, los que todavía insisten en diferenciar lo que pasa en los países centrales de occidente con el resto, dicen, es la autonomía judicial y puede ser. No es casual que las investigaciones contra Cristina se activen cuando gobierna Macri o Milei y viceversa; no es casual que las condenas a Correa o Glas lleguen cuando gobiernan los contrarios o que en Bolivia se activen denuncias contra Evo durante el gobierno de Áñez o Arce y a la inversa. Tal vez el único ecuánime sea Perú, donde todos los presidentes desde los 90 han acabado con sus huesos en la cárcel, o casi, aunque en este caso es por otros motivos muy similares a los de Bolivia: los magistrados se acomodan bien al poder y por ejemplo, en Bolivia se suspenden las elecciones judiciales al gusto del equipo del presidente cuando considera que lo que hay es lo suficiente. Ahora, en Estados Unidos el presidente nombra a los Magistrados del Tribunal Supremo (que es también Constitucional) con carácter vitalicio y en España el presidente prepara una modificación de la Ley para nombrar a los miembros del Consejo de la Magistratura (allí Consejo General del Poder Judicial) tras 2.000 días de bloqueo por parte del partido de la oposición (PP) cuya concurrencia en imprescindible por ley.
Hay una cuestión de fondo que tiene que ver con las esferas del poder y la filosofía de fondo. En oriente prima el bien común. Ahora, en Rusia Putin remite a Siberia a sus opositores hasta que “mueren”; en China meten en prisión cinco años a mujeres que armaron su Me Too y en Arabia Saudí o Irán no hay homosexuales ni ninguna otra divergencia. El mundo está cambiando en sus equilibrios hacia un mundo multipolar con varios focos donde abastecerse, pero ojo, en este cambio de prioridades occidente también parece haber elegido la vía del totalitarismo, algo que sin renunciar a la hegemonía del individualismo puede convertirse en extrema violencia.
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Democracia y otros golpes
Este 2024 está tan sobrecargado de elecciones que apenas da tiempo para encajar unos resultados que, inmediatamente, el mundo se apresta a augurar los siguientes.
Así, apenas se ha digerido lo sucedido en India, donde Modi ganó pero muy lejos de la victoria aplastante que se le había augurado destapando todo tipo de rumores, desde el fraude hasta el intervencionismo chino contra un rival estratégico y que por cierto ha servido para que el G7 lo convierta en invitado de honor en su cumbre de Italia, como a Milei.
También siguen llegando ecos de la aplastante victoria de Claudia Sheinbaun en México. Tanto que apenas se han difundido los números por no dejar en ridículo a tantos y tantos encuestadores y medios de comunicación que a última hora avivaron fantasmas.
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Más cerca ha quedado la elección en la Unión Europea, que sobre el papel se lee que los partidos tradicionales que vienen gobernando en coalición Europa desde siempre – Conservadores, socialdemócratas y liberales, todos ellos de vocación centrista - seguirán pudiendo hacerlo porque la ultraderecha no ha crecido tanto como se esperaba… pero sí ha crecido, sobre todo en los países centrales.
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En Francia Marine Le Pen ha sido la más votada y Macron, cuyo partido no lo trascenderá, ha reaccionado convocando elecciones legislativas urgentes en un movimiento que tiene trampa, pues todos los curules son uninominales y a doble vuelta, por lo que espera jugar la carta tradicional de “todos contra los ultras” para decir que no pasó… y también la ultraderecha ha crecido fuerte en Alemania, donde se ha certificado la “muerte” de la marca Verde como modelo de Europa y donde los socialdemócratas, que presiden el país, han pasado a ser tercera fuerza.

Con todo, la gran triunfadora de la noche fue la nueva diva de la ultraderecha que tiene cautivado a todo el establishment occidental con su discurso ultra, pero atlantista y antiPutin y que este fin de semana ha sido precisamente la anfitriona de la Cumbre del G7.
Sobre la cumbre occidental, cuya vigencia sigue en entredicho por mucho que sus miembros se sacudan la idea con proclamas belicistas y mensajes apocalípticos, pues la cumbre ha reunido presidentes en campaña y otros muy derrotado.
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Por cierto que entre los que aparecieron en la Cumbre se cuenta al presidente Javier Milei, que después de una semana movida, aprovechó para viajar los fines de semana como acostumbra a ver sus amigos de convicciones políticas (no económicas). Les dejo un artículo con la visión de su gestión desde la DW alemana.
Y aunque lo debería llevar al acápite de guerras, les dejo nomás aquí este artículo sobre la temperatura que está tomando Perú, con Dina Boluarte cediendo ante el fujimorismo, que sin duda se la acabará merendando.
Guerras y otros desastres

Muy brevemente en este punto de las guerras:
Ningún demócrata debería tener que añadir que condena las prácticas terroristas de Hamás luego de hablar de la situación en Gaza porque es obvio , pero no, incluso la ONU ha equiparado en sus últimas comunicaciones a un Estado ocupante que resguarda población local en campos de refugiados que bombardea sin cuartel con un grupo terrorista surgido de las catacumbas de la miseria de la que no hay salida.
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El otro tiene que ver con Ucrania. La UE quiere sostener la guerra. La cantidad de declaraciones en ese sentido son innumerables. En esas, que Zelenski se quede en el cargo o no ya no será tan importante. Al parecer.
Recomendados
- Entre los recomendados, los tres finalistas del premio Gabo, pero especialmente el de mi amigo Diego:
- “Em nome dos pais”, publicado en @theinterceptbrasil por @nayarafelizardoo
- ”La noche de los caballos: el rescate equino más grande de América del Sur”, publicado en @revistagatopardo por Diego Fernández Romeral
- “Los vuelos de Alicia” publicado en @revistaanfibia y @quintoelementolab por @marcela_turati
- Además está bueno todo el giro geoestratégico que de la Eurocopa hace El Orden Mundial: De la Guerra Fría a la Eurocopa: fútbol y política en Alemania
- Atención a este tema sobre el éxodo de Ojo Público: El Salvador bajo el régimen de Bukele: pandillas huyen por Centroamérica, EE.UU. y España
- Y les dejo directo el enlace a La Silla Vacía para seguir los últimos jardines en los que se ha metido el presidente Petro y también el excandidato Rodolfo.
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