Crisis entre Argentina y Colombia: la diplomacia anti izquierda de Milei en América Latina
Colombia ha ordenado la expulsión de un grupo de diplomáticos de la embajada de Argentina en Bogotá tras unas polémicas declaraciones realizadas por el presidente argentino Javier Milei sobre su homólogo colombiano Gustavo Petro. Camilo Romero, el embajador colombiano en Buenos Aires, comentó en su perfil de X lo siguiente: “Está claro que cada vez que le pregunten a Milei por Petro, responderá con insultos. En las dos oportunidades anteriores el presidente ha preferido restarle importancia a esas ofensas. Las palabras de Milei hablan más de él que de Petro. Hoy el Gobierno colombiano está explorando todas las medidas”.
En efecto, las declaraciones del dirigente argentino eran susceptibles de generar reacciones diplomáticas desde Bogotá. En una entrevista con la CNN, Milei se refirió a su homólogo colombiano de la siguiente forma: “Mucho no se puede esperar de alguien que era un asesino terrorista”. Previamente, habló de Petro como un “comunista asesino” y expuso ante la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), celebrada en febrero en Washington, que era una “plaga letal para los propios colombianos”.
No es la primera vez que Milei refiere insultos contra otros líderes latinoamericanos. En esa misma entrevista, de hecho, habló del saliente presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, como un “ignorante”, lamentando además la probable victoria de Claudia Sheinbaum, candidata de MORENA y sucesora del propio López Obrador, en las elecciones de junio de 2024. Durante la campaña electoral, confrontó con el presidente de Brasil, Lula da Silva, hablando de él como “comunista” y “corrupto”, si bien optó por preservar al peronista Daniel Scioli en el puesto de embajador en Brasilia tras su llegada a la Casa Rosada. Esta decisión puede interpretarse como un intento de establecer un acercamiento diplomático con su vecino dado que es el principal socio comercial de Argentina.
Sobre el presidente de Chile, Gabriel Boric, refirió exclusivamente que “tiene las ideas incorrectas”. Además, Milei ha sostenido una posición antichavista personalizada en la figura de Nicolás Maduro. Sobre el presidente venezolano, que afronta elecciones presidenciales en julio, dijo que era un “socialista empobrecedor”, además de haber sido duramente crítico con el mandatario durante la campaña, comparándolo con otros líderes “autoritarios como Vladímir Putin”. Cabe recordar que en su toma de posesión, Milei excluyó a los máximos dirigentes de Nicaragua, Daniel Ortega, de Cuba, Miguel Díaz Canel, y al propio Nicolás Maduro.
Javier Milei está apostando por una diplomacia identitariamente occidentalista y más cercana a Donald Trump que a la mayoría de actores latinoamericanos. Su participación en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), su efusivo abrazo con el expresidente estadounidense y sus reiteradas referencias a los aliados en la lucha “contra el socialismo internacional” dan buena cuenta de una filiación internacional que parece más ideológica que institucional.
Milei ha venido apostando por el reforzamiento de sus vínculos con líderes de la derecha radical como Nayib Bukele, Santiago Abascal, Eduardo Verástegui o el propio Trump, al tiempo que desestima lógicas de integración regional. En este sentido, no solo apostó en campaña por la disolución de MERCOSUR, sino que impidió además la entrada de Argentina en BRICS, prevista para el 1 de enero de 2024.