Movimiento geoestratégico mundial
Putin ve una ruta ucraniana en ataque del ISIS con 133 muertos
El presidente ruso se dirigió a los ciudadanos tras el tiroteo en el centro comercial Crocus City y confirmó que todos los atacantes han sido detenidos al tiempo que prometió venganza
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se ha dirigido este sábado por vez primera a los ciudadanos rusos tras el ataque terrorista que el viernes por la noche segó la vida de 133 personas, y prometió castigar a todos los responsables y a quienes ordenaron el ataque en la sala de conciertos Crocus City Hall, en la periferia de Moscú.
El líder ruso ha asegurado que se ha identificado y detenido a todos los ejecutores del atentado. Con anterioridad, el jefe de los Servicios de Seguridad de Rusia (FSB) había informado a Putin de la detención de once personas, incluidas cuatro directamente involucradas.
"Intentaban huir y se dirigían en dirección hacia Ucrania", ha dicho Putin. Según él, ahora lo principal es evitar que "los que están detrás de la masacre" cometan nuevos crímenes. "Vamos a identificar y castigar a todos los que prepararon este ataque contra Rusia", ha asegurado.
"A los terroristas, asesinos y bestias, que no tienen ni pueden tener nacionalidad, les espera un funesto destino: venganza y olvido. No tienen futuro", ha añadido.
Putin ha calificado el atentado como "sangriento y bárbaro" y expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y los muertos. Ha recordado que las decenas de víctimas del atentado eran personas pacíficas e inocentes.
Además, ha expresado su gratitud a los médicos, equipos de rescate y bomberos por hacer todo lo posible para salvar la vida de las personas. Este domingo, 24 de marzo, será día de luto oficial en toda Rusia, informó el presidente.
El ataque terrorista en la sala de conciertos Crocus City Hall, situado en el término municipal de la ciudad de Kranogorsk, al noroeste de la capital rusa y a tan solo 25 kilómetros del Kremlin, comenzó a las ocho de la noche (dos horas menos en Barcelona) del viernes, 22 de marzo. Hombres armados con ametralladoras irrumpieron en el centro comercial donde se encuentra la sala y luego entraron disparando en el auditorio, donde unas 6.000 personas esperaban el inicio de un concierto del grupo de rock ruso Piknik.
Dispararon contra todas las personas que veían en el centro comercial. Algunos testigos señalan que también usaron granadas. Más tarde, los atacantes incendiaron la sala de conciertos, cuyo techo terminó derrumbándose.
Reivindicación y dudas
El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó el tiroteo. “Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura”, dice el canal de Telegram de Amaq, afiliada a la propaganda del grupo terrorista. Algunos canales rusos pusieron en duda la veracidad del mensaje.
Esta información no fue verificada de manera independiente y el Estado Islámico, que llevó a cabo ataques en diversos países, se atribuyó algunas veces en el pasado la responsabilidad de ataques en los que no se pudo comprobar su implicación. El 7 de marzo, el FSB dijo que había impedido un ataque a una sinagoga en Moscú que estaba planeando una célula del Estado Islámico.
La agencia oficial RIA Nóvosti señala que los disparos con armas automáticas fueron efectuados por al menos tres personas con ropa de camuflaje en el centro comercial Crocus City Hall, donde también se declaró un gran incendio. Según distintas informaciones, los atacantes también detonaron explosivos y se produjeron al menos dos explosiones.
Amenazas anteriores
El 8 de marzo, diversas embajadas occidentales, incluida la de Estados Unidos, advirtieron a sus nacionales en Rusia sobre la posibilidad de atentados inminentes en el país, especialmente en grandes eventos en Moscú.
"La embajada está al tanto de informaciones que sugieren que extremistas planean ataques contra concentraciones masivas en Moscú, incluyendo conciertos", señaló un comunicado de la embajada estadounidense.
El 7 de marzo, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) anunció haber neutralizado en la provincia de Kaluga una célula del Estado Islámico que pretendía atentar contra una sinagoga en Moscú.
El 3 de marzo, las fuerzas de seguridad rusas eliminaron a seis supuestos yihadistas en una operación en Ingushetia, en el Cáucaso Norte. El Comité Nacional Antiterrorista informó que los fallecidos eran miembros del EI.
¿Qué tiene el ISIS contra Rusia?
El Estado Islámico Khorasan (ISIS-K o EI), llamado así por un antiguo término para la región que incluía partes de Irán, Turkmenistán y Afganistán, surgió en el este de Afganistán a finales de 2014 y rápidamente se ganó una reputación de extrema brutalidad.
El Estado Islámico ha visto disminuir su número de miembros desde que alcanzó su punto máximo alrededor de 2018.
"El Estado Islámico ha estado obsesionado con Rusia durante los últimos dos años, criticando frecuentemente a Putin en su propaganda", afirma Colin Clarke, del Centro Soufan, un grupo de investigación con sede en Washington.
Michael Kugelman, del Wilson Center, con sede en Washington, dijo que el grupo "ve a Rusia como cómplice de actividades que regularmente oprimen a los musulmanes". Añadió que el grupo también cuenta entre sus miembros a varios militantes de Asia Central que tienen sus propias demandas contra Moscú.
El conflicto sirio y tensiones en el Sahel
En septiembre de 2015, a petición del presidente Bashar al Asad, Rusia comenzó a apoyar al Gobierno sirio contra los rebeldes opositores y los grupos yihadistas, incluido el EI.
La intervención rusa fue clave para aplacar la rebelión y derrotar al EI, que había anexado territorios en Siria a su 'califato' en Irak.
Yihadistas de repúblicas rusas del Cáucaso se unieron al EI en Siria para luchar contra las fuerzas de su propio país y algunos regresaron a Rusia tras el conflicto, representando una amenaza para Moscú.
Por otra parte, la inestabilidad en el Sahel, la región central de África, ha llevado a golpes de Estado prorrusos en Níger, Mali y Burkina Faso, con la participación de mercenarios del grupo de origen ruso Wagner en la lucha antiterrorista de esos países, donde hay gran presencia del Estado Islámico y también de grupos leales a Al Qaeda. Wagner no solo ha trabajado para Rusia, sino que ha protegido intereses británicos y franceses en la zona antes de que Putin diera una especie de golpe de mano “nacionalizando” la milicia tras la muerte de su “propietario”, Yevgeny Prigozhin, en agosto de 2023.
Es en esas tensiones de seguridad de los intereses occidentales en la región de entre los que surgen las teorías sobre la ruta “ucraniana” para mover terroristas con ánimo de venganza.