Tensión política en Argentina
Congreso inicia debate de 'megadecreto' de Milei
El DNU y la 'ley ómnibus' eran los proyectos centrales de la primera etapa del Gobierno de Milei, ya que en conjunto modificaban por completo el funcionamiento institucional, social, político y económico del país
La Comisión Bicameral de Trámite Legislativo de Argentina comenzó a discutir este jueves, en un clima de tensión política, el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que el presidente Javier Milei presentó en diciembre pasado y que arrastra denuncias de inconstitucionalidad por parte de la oposición.
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El documento, que se titula 'Bases para la reconstrucción de la economía argentina', fue bautizado popularmente como 'megadecreto' porque consta de 366 artículos que desregulan por completo la economía del país sudamericano y reforman el Estado.
Desde que fue presentado, el DNU comenzó a ser impugnado en tribunales, lo que permitió que varios de sus capítulos fueran frenados judicialmente, por ejemplo, el relativo a la reforma laboral, la privatización de clubes deportivos y sociales o la derogación de la ley de Tierras.
La sesión de los diputados y senadores de la comisión bicameral que analizará el DNU inició en medio de una fuerte expectativa luego del fracaso de la 'ley ómnibus' que no consiguió el respaldo parlamentario que necesitaba.
El DNU y la 'ley ómnibus' eran los proyectos centrales de la primera etapa del Gobierno de Milei, ya que en conjunto modificaban por completo el funcionamiento institucional, social, político y económico del país.
Ahora, al presidente ya sólo le queda el DNU, pero no tiene la garantía de que sea apoyado en el Congreso, en parte debido a su creciente hostilidad con los legisladores a los que ha calificado como "nido de ratas", "corruptos", "basura" y "mafiosos", entre otros insultos.
La diferencia es que, mientras no sea rechazado, el 'megadecreto' está vigente, así que la principal estrategia del Gobierno es alargar lo más posible el debate en el Congreso.
Incertidumbre
La Comisión Bicameral está conformada por ocho senadores y ocho diputados que, después de analizar el DNU, deben emitir un dictamen a favor o en contra del ambicioso plan presidencial.
Luego, pasará a su debate en sesión plenaria. Para que deje de estar vigente, el 'megadecreto' debe ser rechazado tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Si uno solo de estos órganos lo avalara, Milei se anotaría su primer triunfo parlamentario.
Sin embargo, ese escenario parece lejano porque, con la experiencia de la 'ley ómnibus' a cuestas, el proceso está marcado por una total incertidumbre, en principio, por la forma en que quedó integrada la Comisión.
La bancada opositora Unión por la Patria (UP), que ya anticipó su total rechazo al 'megadecreto', tiene seis espacios, en tanto que el oficialismo representado por La Libertad Avanza (LLA) y Propuesta Republicana (PRO), suma cinco.
De esta forma, los votos decisivos en la Bicameral serán los dos que tiene la Unión Cívica Radical (UCR), y los tres de los bloques federales, quienes en conjunto forman parte de la "oposición dialoguista" que ha sido insultada por Milei.
Salvo el senador Juan Carlos Romero, que sí apoyará el DNU, los otros cuatro todavía no se han pronunciado de manera definitiva, así que el destino de la iniciativa está en sus manos.
Durante esta primera jornada de trabajo, la oposición se negó a participar de la votación para elegir a las autoridades de la Comisión e impugnó el nombramiento del senador mileísta Juan Carlos Pagotto como presidente de este decisivo grupo parlamentario.
El problema es que Pagotto fue abogado de represores condenados por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura militar (1976-1983). Pero, pese a las protestas, fue elegido para presidir la Bicameral.
Las acusaciones fueron una constante en la sesión. La diputada peronista Carolina Gaillard, por ejemplo, advirtió que todo el proceso era irregular porque la Comisión debió haberse conformado hace mes y medio, cuando el mileísta Martín Menem asumió como presidente de la Cámara de Diputados y no “a última hora como se lo quiere hacer”.