La crisis "sin precedentes" de Colchane, el pueblo chileno que tiene más migrantes que habitantes
La llegada repentina de cientos de migrantes, el 1 de febrero, detonó la crisis que afecta a la población chilena. Un venezolano y una colombiana murieron en el lugar.




En pleno altiplano chileno, a escasos kilómetros de la frontera con Bolivia, se encuentra una pequeña comuna de unas 1.700 personas, cuya población se ha duplicado en los últimos años.
Pero el súbito crecimiento poblacional no se debe a una explosión de natalidad, sino a una crisis migratoria sin precedentes en una zona conocida como “la gran tierra de los aymaras”.
El detonante de la crisis que afecta a la localidad de Colchane fue la llegada repentina de cientos de migrantes el 1 de febrero, que fue agudizada por la muerte de dos migrantes -un venezolano y una colombiana- en la madrugada del miércoles. Se baraja que ambos murieron como consecuencia de las bajas temperaturas de la zona.
La frontera que divide Colchane de Pisiga, en Bolivia, es una zona que se encuentra a más de 3.600 metros de altitud y donde no es raro que los termómetros caigan a cero en esta época del año.
Pero ni las temperaturas extremas ni mucho menos la pandemia de Covid-19 han detenido el flujo de migrantes, que en su mayoría provienen de Venezuela.
“Estamos viviendo una de las peores crisis humanitarias. Nos encontramos hoy día con 1.800 inmigrantes. La mayor concentración se encuentra en la localidad capital de Colchane, donde habitan 300 personas”, dice a BBC Mundo el alcalde de la comuna Javier García.
“Por tanto, se ha producido un colapso sin precedentes en el poblado. Esta ola incluye 235 niños, que están ocupando todos los espacios públicos”, prosigue.
El censo de 2017 arrojó que 1.728 personas vivían en la comuna ese año.
“Esto ya sobrepasó límites”
El Alcalde señala que su municipalidad no cuenta con la infraestructura para acoger a tal cantidad de personas.
“La comuna no tiene electrificación las 24 horas del día. No contamos con supermercados ni con red de alcantarillado. Contamos con un consultorio que diariamente atiende a 30 personas y solamente ayer atendió a 260 pacientes, lo cual pone en evidencia la sobrepoblación y la sobrecarga laboral de los funcionarios aquí”.
Para David Vargas, un sacerdote familiarizado con el tema migratorio en el norte de Chile, la situación ha cambiado “muchísimo” y en los últimos días “ha dejado de ser normal”.
“Estamos ante una alerta humanitaria. Esto ya sobrepasó cualquier límite. La cantidad de venezolanos, bolivianos y hasta peruanos que ingresan por pasos no habilitados es enorme”, dice a BBC Mundo desde Calama, en la región vecina de Antofagasta.
Según Waleska Ureta, directora nacional del Servicio Jesuita a Migrantes, lo vivido las últimas semanas en Colchane y otros puntos del norte de Chile no es nuevo.