Perú va a las urnas para recomponer el Congreso
Este domingo 26 de enero se realizan las elecciones legislativas extraordinarias en Perú para reconstituir el Congreso, disuelto por el presidente Martín Vizcarra el pasado 30 de septiembre de 2019, en medio de graves tensiones con el Parlamento de su país, en ese momento, de mayoría...



Este domingo 26 de enero se realizan las elecciones legislativas extraordinarias en Perú para reconstituir el Congreso, disuelto por el presidente Martín Vizcarra el pasado 30 de septiembre de 2019, en medio de graves tensiones con el Parlamento de su país, en ese momento, de mayoría opositora.
Cerca de 25 millones de peruanos elegirán a los 130 congresistas que ocuparán el recinto por un periodo de 18 meses, es decir, hasta las elecciones nacionales de 2021, que redefinirán nuevamente su composición.
Frente a un electorado con un alto nivel de desconfianza por las múltiples causas de corrupción que rodean a buena parte de la dirigencia de Perú, 22 organizaciones políticas, algunas tradicionales y otras de reciente conformación, competirán en estos comicios.
¿Qué es la ‘cuestión de confianza’?
Tal como establece la carta magna peruana, el Gobierno puede pedir una cuestión de confianza para conseguir el aval del Parlamento acerca de una política a implementar.
Vizcarra decretó la disolución del Congreso y la inmediata convocatoria a elecciones amparándose en una norma constitucional, que le otorga esta potestad al Ejecutivo si el Congreso le rechaza dos cuestiones de confianza en el lapso de un año.
El Gobierno buscó la cuestión de confianza con el objetivo de revisar el mecanismo de elección de magistrados del Tribunal Constitucional (TC). En principio, lo que correspondía al Congreso era dar curso al pedido del presidente y votar si se le daba o no la confianza al gabinete. Pero el Parlamento ignoró la moción y procedió a votar para la elección de magistrados del TC, lo que Vizcarra interpretó como una “negación fáctica” .
La decisión del mandatario de disolver el Congreso fue controversial, debido a que, en el mismo momento que Vizcarra lo anunciaba públicamente, los parlamentarios dieron su respaldo a la cuestión de confianza planteada, por lo que acusaron al Ejecutivo de un “autogolpe”.
En medio de una crisis institucional que por esas horas se tornaba indescifrable, los parlamentarios, lejos de abandonar el recinto, aprobaron la suspensión de Vizcarra por “incapacidad temporal”. En su lugar, nombraron a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como mandataria “en funciones”, pero no duraría en el cargo hasta el desalojo del Parlamento por parte de las autoridades, ocurrida pocas horas después.
¿Cómo se reconfigurará el nuevo Congreso luego de las tensiones?
Álvaro Zapatel, economista y analista político peruano consultado por RT, estima que tras el resultado de estas elecciones “no habrá ningún partido o agrupación política con mayoría absoluta, como ocurrió en el periodo 2016-2019, y esto llevará a que los incentivos a negociar y llegar a consensos se incrementen”.
El período que viene será de apenas 15 meses, lo que, a juzgar por el especialista, no da mucho margen para la conducción de reformas de fondo. “Lo más probable es que el Congreso para el periodo 2020-2021 adopte un puñado de reformas —esencialmente las vinculadas a la reforma política— y las trabaje con el propósito de materializarlas de cara al Bicentenario”, afirma Zapatel.
“Asimismo, tendrán como tarea revisar y aprobar los decretos de urgencia emitidos por el Poder Ejecutivo durante estos 90 días de interregno. De esta manera, el Poder Ejecutivo tiene la oportunidad de conducir la agenda política y legislativa, en tanto, es plausible que el Congreso tenga más bien una agenda reactiva a lo que plantee el presidente”, pronostica el economista respecto a estas elecciones.
Asediado por varios escándalos de corrupción y enfrentado duramente con Vizcarra, el fujimorismo, alineado en el partido Fuerza Popular, mantiene aún una importante base de votantes, incluso a pesar de que su lideresa, Keiko Fujimori, hija del exmandatario Alberto Fujimori, cumplió recientemente prisión preventiva por uno 13 meses.
Cerca de 25 millones de peruanos elegirán a los 130 congresistas que ocuparán el recinto por un periodo de 18 meses, es decir, hasta las elecciones nacionales de 2021, que redefinirán nuevamente su composición.
Frente a un electorado con un alto nivel de desconfianza por las múltiples causas de corrupción que rodean a buena parte de la dirigencia de Perú, 22 organizaciones políticas, algunas tradicionales y otras de reciente conformación, competirán en estos comicios.
¿Qué es la ‘cuestión de confianza’?
Tal como establece la carta magna peruana, el Gobierno puede pedir una cuestión de confianza para conseguir el aval del Parlamento acerca de una política a implementar.
Vizcarra decretó la disolución del Congreso y la inmediata convocatoria a elecciones amparándose en una norma constitucional, que le otorga esta potestad al Ejecutivo si el Congreso le rechaza dos cuestiones de confianza en el lapso de un año.
El Gobierno buscó la cuestión de confianza con el objetivo de revisar el mecanismo de elección de magistrados del Tribunal Constitucional (TC). En principio, lo que correspondía al Congreso era dar curso al pedido del presidente y votar si se le daba o no la confianza al gabinete. Pero el Parlamento ignoró la moción y procedió a votar para la elección de magistrados del TC, lo que Vizcarra interpretó como una “negación fáctica” .
La decisión del mandatario de disolver el Congreso fue controversial, debido a que, en el mismo momento que Vizcarra lo anunciaba públicamente, los parlamentarios dieron su respaldo a la cuestión de confianza planteada, por lo que acusaron al Ejecutivo de un “autogolpe”.
En medio de una crisis institucional que por esas horas se tornaba indescifrable, los parlamentarios, lejos de abandonar el recinto, aprobaron la suspensión de Vizcarra por “incapacidad temporal”. En su lugar, nombraron a la vicepresidenta Mercedes Aráoz como mandataria “en funciones”, pero no duraría en el cargo hasta el desalojo del Parlamento por parte de las autoridades, ocurrida pocas horas después.
¿Cómo se reconfigurará el nuevo Congreso luego de las tensiones?
Álvaro Zapatel, economista y analista político peruano consultado por RT, estima que tras el resultado de estas elecciones “no habrá ningún partido o agrupación política con mayoría absoluta, como ocurrió en el periodo 2016-2019, y esto llevará a que los incentivos a negociar y llegar a consensos se incrementen”.
El período que viene será de apenas 15 meses, lo que, a juzgar por el especialista, no da mucho margen para la conducción de reformas de fondo. “Lo más probable es que el Congreso para el periodo 2020-2021 adopte un puñado de reformas —esencialmente las vinculadas a la reforma política— y las trabaje con el propósito de materializarlas de cara al Bicentenario”, afirma Zapatel.
“Asimismo, tendrán como tarea revisar y aprobar los decretos de urgencia emitidos por el Poder Ejecutivo durante estos 90 días de interregno. De esta manera, el Poder Ejecutivo tiene la oportunidad de conducir la agenda política y legislativa, en tanto, es plausible que el Congreso tenga más bien una agenda reactiva a lo que plantee el presidente”, pronostica el economista respecto a estas elecciones.
Asediado por varios escándalos de corrupción y enfrentado duramente con Vizcarra, el fujimorismo, alineado en el partido Fuerza Popular, mantiene aún una importante base de votantes, incluso a pesar de que su lideresa, Keiko Fujimori, hija del exmandatario Alberto Fujimori, cumplió recientemente prisión preventiva por uno 13 meses.