Sebastián Piñera decide suspender alza de precios
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este sábado la suspensión del alza al precio del pasaje del metro, lo cual fue el detonante de una fuerte protesta en esta capital. Unas horas después de que decretara el estado de emergencia y que las calles de esta ciudad fuera...



El presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció este sábado la suspensión del alza al precio del pasaje del metro, lo cual fue el detonante de una fuerte protesta en esta capital.
Unas horas después de que decretara el estado de emergencia y que las calles de esta ciudad fuera militarizada, se vio obligado a dar marcha atrás a la medida.
Los chilenos, cansados de incrementos sucesivos a diversos servicios, decidieron acudir a la protesta.
Sin embargo, los carabineros arremetieron contra los manifestantes y generaron una represión desbordada.
Tanquetas, agentes con uniformes de camuflaje, bombas lacrimógenas, humo, gente corriendo, heridos, detenidos caracterizan aún esta jornada de manifestaciones en esta capital.
El pasado 6 de este mes comenzó a regir la nueva tarifa para el servicio del tren subterráneo y el sistema de buses Transantiago.
El valor del pasaje para el metro en el horario pico alcanzó los 830 pesos chilenos, unos 1,17 dólares, mientras que para los estudiantes este llegó a los 230 y en el caso de los buses la tarifa llegó los 710 pesos, lo que significa un aumento de 30 pesos para el Metro y 10 para los buses.
El tren subterráneo moviliza cada día a unos 2,8 millones de pasajeros y su valor en hora punta, o de más pasajeros, ha llegado a ser de los más caros de Latinoamérica tras esta última subida.
Tal medida provocó el rechazo y la protesta de numerosas personas que evadieron el pago ayer en las estaciones de ambos sistemas de transporte.
Policías y manifestantes se vieron envueltos en otro encontronazo en las calles y en las estaciones de metro, cuyo servicio fue interrumpido por las autoridades, derivó en golpes, rocío de gases lacrimógenos, incendios, heridos de ambos lados.
Finalmente, el presidente Piñera, decretó cerca de la medianoche el estado de Emergencia para poner fin a la demanda social.
Sin embargo, muchos chilenos aseguran que las manifestaciones por la subida de precios al transporte no son más que la punta del iceberg del descontento popular.
Para algunos analistas políticos tanto locales como de la región, el modelo económico chileno no da para más.
Unas horas después de que decretara el estado de emergencia y que las calles de esta ciudad fuera militarizada, se vio obligado a dar marcha atrás a la medida.
Los chilenos, cansados de incrementos sucesivos a diversos servicios, decidieron acudir a la protesta.
Sin embargo, los carabineros arremetieron contra los manifestantes y generaron una represión desbordada.
Tanquetas, agentes con uniformes de camuflaje, bombas lacrimógenas, humo, gente corriendo, heridos, detenidos caracterizan aún esta jornada de manifestaciones en esta capital.
El pasado 6 de este mes comenzó a regir la nueva tarifa para el servicio del tren subterráneo y el sistema de buses Transantiago.
El valor del pasaje para el metro en el horario pico alcanzó los 830 pesos chilenos, unos 1,17 dólares, mientras que para los estudiantes este llegó a los 230 y en el caso de los buses la tarifa llegó los 710 pesos, lo que significa un aumento de 30 pesos para el Metro y 10 para los buses.
El tren subterráneo moviliza cada día a unos 2,8 millones de pasajeros y su valor en hora punta, o de más pasajeros, ha llegado a ser de los más caros de Latinoamérica tras esta última subida.
Tal medida provocó el rechazo y la protesta de numerosas personas que evadieron el pago ayer en las estaciones de ambos sistemas de transporte.
Policías y manifestantes se vieron envueltos en otro encontronazo en las calles y en las estaciones de metro, cuyo servicio fue interrumpido por las autoridades, derivó en golpes, rocío de gases lacrimógenos, incendios, heridos de ambos lados.
Finalmente, el presidente Piñera, decretó cerca de la medianoche el estado de Emergencia para poner fin a la demanda social.
Sin embargo, muchos chilenos aseguran que las manifestaciones por la subida de precios al transporte no son más que la punta del iceberg del descontento popular.
Para algunos analistas políticos tanto locales como de la región, el modelo económico chileno no da para más.