Proponen en Ucrania fin de bloqueo a Crimea y Donbass
Ucrania debe levantar el bloqueo político, comercial y social impuesto a Crimea y a la zona rebelde de Donbass, para iniciar un proceso de reintegración de esas regiones, propuso el diputado de la Rada Suprema (parlamento unicameral) Evgueni Muraev. El legislador consideró que el cerco a...



Ucrania debe levantar el bloqueo político, comercial y social impuesto a Crimea y a la zona rebelde de Donbass, para iniciar un proceso de reintegración de esas regiones, propuso el diputado de la Rada Suprema (parlamento unicameral) Evgueni Muraev.
El legislador consideró que el cerco a Crimea, que pasó a jurisdicción rusa, tras un referendo en marzo de 2014, y el de Donbass, el cual incluye a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, fue muy perjudicial para este país.
Las personas siempre buscan estar donde le es más beneficioso y en estos momentos, al imponer el bloqueo a esas regiones, el gobierno, el parlamento y el presidente se ganan solo el rechazo con ese tipo de política, comentó el legislador.
Tras el golpe de estado de febrero de 2014, el nuevo gobierno de derecha lanzó en abril de ese año una operación de castigo contra la población de Donbass, opuesta a esa violación del régimen constitucional y la eliminación del ruso como segundo idioma oficial.
Aunque el gobierno golpista anunció una operación antiterorista, al incluir a los rebeldes en esa categoría, luego se refirió a ese conflicto netamente interno como una guerra contra una supuesta agresión de Rusia para justificar el uso del ejército contra la población.
Donbass, donde en los últimos cinco años perecieron más de 10 mil 100 personas, en su gran mayoría civiles, también fue objeto de un bloqueo impuesto por fuerzas ultranacionalistas y de corte neofascistas, las mismas que apoyaron el golpe de estado de 2014.
El bloqueo, que incluía impedimentos para la salida de carbón producido en las minas del Donbass hacia el resto de Ucrania y la entrada a esa región de mercancías, pasó de ser una actividad de grupos extremistas a una medida aplicada por el Gobierno.
La mayoría de los productos que llega ahora a Donetsk y Lugansk provienen de Rusia, cuyo presidente Vladimir Putin firmó recientemente un decreto para permitir a la población de esas regiones un acceso expedito al pasaporte ruso.
Kiev también suspendió el pago de las jubilaciones y otros servicios sociales, así como interrumpió el funcionamiento de sus bancos en Donbass, lo que llevó al empleo del rublo en su comercio interno, en lugar de la grivna ucraniana.
Para el caso de Crimea, Ucrania primero eliminó el acceso de esa península a los acueductos situados en el límite sur de este país con esa región y luego saboteó la red eléctrica conectada al resto del país.
Ello llevó a Rusia a crear una infraestructura para garantizar el suministro estable de agua a Crimea, dos nuevas termoeléctricas y un puente sobre el estrecho de Kerch que una a la isla con el resto del país vecino.
Además, Moscú fortifica cada vez más la península ante las abiertas amenazas lanzadas por políticos en Kiev de atacar esa región o de involucrar en ello a la OTAN.
El legislador consideró que el cerco a Crimea, que pasó a jurisdicción rusa, tras un referendo en marzo de 2014, y el de Donbass, el cual incluye a las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk, fue muy perjudicial para este país.
Las personas siempre buscan estar donde le es más beneficioso y en estos momentos, al imponer el bloqueo a esas regiones, el gobierno, el parlamento y el presidente se ganan solo el rechazo con ese tipo de política, comentó el legislador.
Tras el golpe de estado de febrero de 2014, el nuevo gobierno de derecha lanzó en abril de ese año una operación de castigo contra la población de Donbass, opuesta a esa violación del régimen constitucional y la eliminación del ruso como segundo idioma oficial.
Aunque el gobierno golpista anunció una operación antiterorista, al incluir a los rebeldes en esa categoría, luego se refirió a ese conflicto netamente interno como una guerra contra una supuesta agresión de Rusia para justificar el uso del ejército contra la población.
Donbass, donde en los últimos cinco años perecieron más de 10 mil 100 personas, en su gran mayoría civiles, también fue objeto de un bloqueo impuesto por fuerzas ultranacionalistas y de corte neofascistas, las mismas que apoyaron el golpe de estado de 2014.
El bloqueo, que incluía impedimentos para la salida de carbón producido en las minas del Donbass hacia el resto de Ucrania y la entrada a esa región de mercancías, pasó de ser una actividad de grupos extremistas a una medida aplicada por el Gobierno.
La mayoría de los productos que llega ahora a Donetsk y Lugansk provienen de Rusia, cuyo presidente Vladimir Putin firmó recientemente un decreto para permitir a la población de esas regiones un acceso expedito al pasaporte ruso.
Kiev también suspendió el pago de las jubilaciones y otros servicios sociales, así como interrumpió el funcionamiento de sus bancos en Donbass, lo que llevó al empleo del rublo en su comercio interno, en lugar de la grivna ucraniana.
Para el caso de Crimea, Ucrania primero eliminó el acceso de esa península a los acueductos situados en el límite sur de este país con esa región y luego saboteó la red eléctrica conectada al resto del país.
Ello llevó a Rusia a crear una infraestructura para garantizar el suministro estable de agua a Crimea, dos nuevas termoeléctricas y un puente sobre el estrecho de Kerch que una a la isla con el resto del país vecino.
Además, Moscú fortifica cada vez más la península ante las abiertas amenazas lanzadas por políticos en Kiev de atacar esa región o de involucrar en ello a la OTAN.