Senado argentino aprueba ley de presupuesto austero
El Senado argentino aprobó el jueves el presupuesto del gobierno del presidente Mauricio Macri para el próximo año, que reduce el gasto público y aumenta impuestos para alcanzar el equilibrio fiscal primario acordado con el Fondo Monetario Internacional. El presupuesto, que ya contaba con la...
El Senado argentino aprobó el jueves el presupuesto del gobierno del presidente Mauricio Macri para el próximo año, que reduce el gasto público y aumenta impuestos para alcanzar el equilibrio fiscal primario acordado con el Fondo Monetario Internacional.
El presupuesto, que ya contaba con la media sanción de la Cámara de Diputados, fue aprobado por 45 votos a favor, 24 en contra y una abstención.
Para lograr el equilibrio fiscal en 2019, incluye una fuerte reducción del gasto y alzas de impuestos, un compromiso asumido con el FMI como parte de un crédito de 57.000 millones de dólares acordado con el organismo multilateral. Este año, el déficit fiscal primario está calculado en 2,7 por ciento.
“El presupuesto es muy importante para la imagen del país, el país está siendo observado por el Fondo Monetario”, dijo el senador Miguel Ángel Pichetto, del bloque Argentina Federal. “Es una cuestión necesaria para un país medianamente viable”.
Pichetto, un peronista moderado, lideró las negociaciones por parte de la oposición en la Cámara alta en las que su sector se comprometió a votar a favor a cambio de que el gobierno incorporara algunos alivios impositivos para los contribuyentes.
Pero el pacto significó el quiebre del bloque federal, con la salida de algunos senadores que no aceptaron la negociación.
Durante la discusión en el Senado, el edificio del Congreso estuvo rodeado de un amplio dispositivo policial para evitar desbordes de manifestantes. Organizaciones docentes, gremios estatales, parte del peronismo y los partidos de izquierda se movilizaron en repudio al plan presupuestario oficial.
Los cuestionamientos se centran en los recortes del gasto en educación y salud que dispuso el gobierno para recuperar la confianza financiera.
El presupuesto prevé una contracción económica de 2,4 por ciento este año y del 0,5 por ciento el próximo, con una inflación de 42 por ciento en el 2018 y de 23 por ciento el año siguiente.
“Este es un presupuesto altamente recesivo que justifica una deuda que le hace pagar a los más humildes del pueblo argentino las consecuencias de una política económica nefasta”, explicó el senador José Mayans, del partido opositor Frente para la Victoria de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El deterioro de la economía del país sudamericano ha llevado a un importante incremento de la pobreza.
Macri logró así tener el presupuesto aprobado antes de la cumbre de líderes mundiales del Grupo de los 20 países (G-20) que se desarrollará en Buenos Aires a fin de noviembre.
El presupuesto, que ya contaba con la media sanción de la Cámara de Diputados, fue aprobado por 45 votos a favor, 24 en contra y una abstención.
Para lograr el equilibrio fiscal en 2019, incluye una fuerte reducción del gasto y alzas de impuestos, un compromiso asumido con el FMI como parte de un crédito de 57.000 millones de dólares acordado con el organismo multilateral. Este año, el déficit fiscal primario está calculado en 2,7 por ciento.
“El presupuesto es muy importante para la imagen del país, el país está siendo observado por el Fondo Monetario”, dijo el senador Miguel Ángel Pichetto, del bloque Argentina Federal. “Es una cuestión necesaria para un país medianamente viable”.
Pichetto, un peronista moderado, lideró las negociaciones por parte de la oposición en la Cámara alta en las que su sector se comprometió a votar a favor a cambio de que el gobierno incorporara algunos alivios impositivos para los contribuyentes.
Pero el pacto significó el quiebre del bloque federal, con la salida de algunos senadores que no aceptaron la negociación.
Durante la discusión en el Senado, el edificio del Congreso estuvo rodeado de un amplio dispositivo policial para evitar desbordes de manifestantes. Organizaciones docentes, gremios estatales, parte del peronismo y los partidos de izquierda se movilizaron en repudio al plan presupuestario oficial.
Los cuestionamientos se centran en los recortes del gasto en educación y salud que dispuso el gobierno para recuperar la confianza financiera.
El presupuesto prevé una contracción económica de 2,4 por ciento este año y del 0,5 por ciento el próximo, con una inflación de 42 por ciento en el 2018 y de 23 por ciento el año siguiente.
“Este es un presupuesto altamente recesivo que justifica una deuda que le hace pagar a los más humildes del pueblo argentino las consecuencias de una política económica nefasta”, explicó el senador José Mayans, del partido opositor Frente para la Victoria de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El deterioro de la economía del país sudamericano ha llevado a un importante incremento de la pobreza.
Macri logró así tener el presupuesto aprobado antes de la cumbre de líderes mundiales del Grupo de los 20 países (G-20) que se desarrollará en Buenos Aires a fin de noviembre.