California: cifra de muertos por los incendios llega a 48
Los restos de otras seis víctimas de incendios fueron encontrados el miércoles en una ciudad del norte de California arrasada por las llamas la semana pasada, lo que elevó a 48 el número de muertos en el siniestro forestal más letal y destructivo en la historia de California. La nueva cifra...
Los restos de otras seis víctimas de incendios fueron encontrados el miércoles en una ciudad del norte de California arrasada por las llamas la semana pasada, lo que elevó a 48 el número de muertos en el siniestro forestal más letal y destructivo en la historia de California.
La nueva cifra de fallecidos fue anunciado por el alguacil del Condado de Butte, Kory Honea, luego de que equipos forenses con perros rastreadores pasaron el día revisando un paisaje cubierto de ceniza y escombros carbonizados de la ciudad de Paradise, aproximadamente 280 kilómetros al norte de San Francisco.
El esfuerzo intensificado para localizar a las víctimas se produjo el sexto día de un incendio que ha incinerado más de 7.000 casas y otros edificios, incluida la mayor parte de la ciudad de Paradise, una ciudad que una vez albergó a 27.000 personas y fue destruida en gran parte horas después de que comenzó el fuego el jueves.
Más de 50.000 residentes del área permanecían bajo órdenes de evacuación.
El incendio Camp había consumido 52.600 hectáreas cubiertas de matorrales secos para el martes, pero las cuadrillas establecieron líneas de contención en casi un tercio del perímetro en expansión del fuego, ayudados por la disminución de los vientos y la alta humedad.
Las noticias también fueron más optimistas en el extremo sur del frente de incendios forestales de California, donde el incendio “Woolsey” dejó dos muertos, destruyó más de 400 estructuras y desplazó a unas 200.000 personas en las montañas y las colinas cerca de la costa de Malibú, al oeste de Los Ángeles.
Ese incendio ha quemado 39.000 hectáreas de colinas y cañones cubiertos de chaparrales que abarcan los condados de Ventura y Los Ángeles, un área que tiene aproximadamente el tamaño de Denver.
Más allá de la pérdida de viviendas, el alguacil del condado de Los Ángeles Jim McDonnell dijo que el incendio había destruido “infraestructura profunda como líneas eléctricas, líneas de agua, alcantarillas, carreteras, luces y otras cosas que hacen que una ciudad sea particularmente segura”.
Pero la contención del fuego aumentó a un 35 por ciento el martes cuando cuatro comunidades que anteriormente estaban bajo órdenes de evacuación fueron reabiertas a los residentes, una señal de que los bomberos están avanzando en su lucha, dijo el jefe de bomberos del Condado de Los Angeles, Daryl Osby.
Al tiempo que las posibilidades de suprimir el fuego aumentaron, las autoridades intensificaron la tarea de revisar los escombros de las casas destruidas por las llamas en la ciudad de Paradise.
Los cuerpos de algunas víctimas fueron encontrados dentro y alrededor de los escombros quemados de vehículos que fueron envueltos por una tormenta de fuego cuando el tráfico de los evacuados se detuvo en atochamientos mortales que duraron horas.
La nueva cifra de fallecidos fue anunciado por el alguacil del Condado de Butte, Kory Honea, luego de que equipos forenses con perros rastreadores pasaron el día revisando un paisaje cubierto de ceniza y escombros carbonizados de la ciudad de Paradise, aproximadamente 280 kilómetros al norte de San Francisco.
El esfuerzo intensificado para localizar a las víctimas se produjo el sexto día de un incendio que ha incinerado más de 7.000 casas y otros edificios, incluida la mayor parte de la ciudad de Paradise, una ciudad que una vez albergó a 27.000 personas y fue destruida en gran parte horas después de que comenzó el fuego el jueves.
Más de 50.000 residentes del área permanecían bajo órdenes de evacuación.
El incendio Camp había consumido 52.600 hectáreas cubiertas de matorrales secos para el martes, pero las cuadrillas establecieron líneas de contención en casi un tercio del perímetro en expansión del fuego, ayudados por la disminución de los vientos y la alta humedad.
Las noticias también fueron más optimistas en el extremo sur del frente de incendios forestales de California, donde el incendio “Woolsey” dejó dos muertos, destruyó más de 400 estructuras y desplazó a unas 200.000 personas en las montañas y las colinas cerca de la costa de Malibú, al oeste de Los Ángeles.
Ese incendio ha quemado 39.000 hectáreas de colinas y cañones cubiertos de chaparrales que abarcan los condados de Ventura y Los Ángeles, un área que tiene aproximadamente el tamaño de Denver.
Más allá de la pérdida de viviendas, el alguacil del condado de Los Ángeles Jim McDonnell dijo que el incendio había destruido “infraestructura profunda como líneas eléctricas, líneas de agua, alcantarillas, carreteras, luces y otras cosas que hacen que una ciudad sea particularmente segura”.
Pero la contención del fuego aumentó a un 35 por ciento el martes cuando cuatro comunidades que anteriormente estaban bajo órdenes de evacuación fueron reabiertas a los residentes, una señal de que los bomberos están avanzando en su lucha, dijo el jefe de bomberos del Condado de Los Angeles, Daryl Osby.
Al tiempo que las posibilidades de suprimir el fuego aumentaron, las autoridades intensificaron la tarea de revisar los escombros de las casas destruidas por las llamas en la ciudad de Paradise.
Los cuerpos de algunas víctimas fueron encontrados dentro y alrededor de los escombros quemados de vehículos que fueron envueltos por una tormenta de fuego cuando el tráfico de los evacuados se detuvo en atochamientos mortales que duraron horas.