Bolsonaro declara guerra a medios con ‘noticias falsas’
Para el presidente electo de Brasil, el derechista Jair Bolsonaro, no es suficiente con atacar a los medios de prensa críticos casi a diario en las redes sociales. Cuando asuma el cargo, su intención es lograr su objetivo final.Ahora que tendrá 500 millones de dólares en los presupuestos de...



Para el presidente electo de Brasil, el derechista Jair Bolsonaro, no es suficiente con atacar a los medios de prensa críticos casi a diario en las redes sociales. Cuando asuma el cargo, su intención es lograr su objetivo final.Ahora que tendrá 500 millones de dólares en los presupuestos de marketing para el sector público a su discreción, el capitán en retiro del Ejército está amenazando con recortar la compra de anuncios en los grupos de medios adversarios, atacando los fundamentos financieros de la prensa libre de Brasil.
Después de una campaña en la que Bolsonaro rechazó los reportajes de investigación como “noticias falsas” inventadas por un sistema corrupto y sus partidarios persiguieron a periodistas, las amenazas están empezando a preocupar en las salas de redacción del país.
Cuando le preguntaron en una entrevista televisiva la semana pasada si respetaría la libertad de prensa incluso para su mayor crítico, Folha de S.Paulo, el diario de mayor circulación de Brasil, la respuesta de Bolsonaro fue breve.
“Ese diario se acabó”, dijo Bolsonaro en una tensa entrevista de TV Globo. “En lo que a mí concierne con la publicidad del gobierno, la prensa que actúa así, mintiendo descaradamente, no tendrá ningún apoyo del gobierno federal”.
Aunque los fondos públicos son solo una fracción de los ingresos en la mayoría de los principales grupos de medios, la perspectiva de un presidente castigando la cobertura hostil ha puesto a muchos reporteros al límite.
Varios periodistas experimentados que trabajan para las empresas informativas más importantes de Brasil dijeron a Reuters en las últimas semanas que han empezado a suavizar sus críticas por temor a las represalias de un gobierno de Bolsonaro.
Los organismos que supervisan la prensa brasileña dijeron que ha habido una escalada de amenazas y agresiones contra los reporteros. El grupo de periodismo de investigación Abraji comenzó a rastrear los incidentes en las elecciones más polarizadas desde el regreso de la democracia en 1985, después de dos décadas de dictadura militar.
La mayoría de los ataques contra periodistas fueron obra de partidarios de Bolsonaro, según Abraji, que registró más de 150 casos de reporteros amenazados. Aproximadamente en la mitad hubo violencia física y el resto fueron campañas de odio en internet.
“Tratar a la prensa como un antagonista no es una táctica nueva, pero el tono agresivo y la frecuencia de los ataques de Bolsonaro son muy preocupantes”, dijo la coordinadora del grupo, Marina Atoji.
Los seguidores de Bolsonaro dijeron que los medios brasileños tienen un sesgo izquierdista y han tenido que recurrir a las redes sociales para obtener noticias sobre él.
“Lo peor fue que intentaron crucificar a Bolsonaro por sus controvertidas declaraciones sobre mujeres, gays y negros”, dijo Emilio Kerber, un mayor de la Fuerza Aérea que se postuló para el Congreso en la pequeña coalición de Bolsonaro. “Pero Bolsonaro tiene millones de seguidores en las redes sociales y ganó de todos modos”.
Los asesores de prensa de Bolsonaro no respondieron a una solicitud de comentario. Bolsonaro ha rechazado a todos los partidarios que recurren a la violencia. Dijo que respeta la libertad de prensa y solo pide que se ejerza con responsabilidad.
El precio a pagar
En la redacción de Folha es palpable la sensación de asedio.
El editor ejecutivo, Sérgio Dávila, dijo en una entrevista que el periódico ha tomado medidas de seguridad para proteger a sus reporteros tras el aluvión de críticas en las redes sociales por parte de los partidarios de Bolsonaro tras la publicación de un reporte sobre el uso de la plataforma de mensajería WhatsApp durante la campaña.
“Esta es la elección reciente más tensa, porque el uso masivo de las redes sociales ha significado que los periodistas estén más expuestos a los partidarios de los candidatos”, dijo.
Después de una campaña en la que Bolsonaro rechazó los reportajes de investigación como “noticias falsas” inventadas por un sistema corrupto y sus partidarios persiguieron a periodistas, las amenazas están empezando a preocupar en las salas de redacción del país.
Cuando le preguntaron en una entrevista televisiva la semana pasada si respetaría la libertad de prensa incluso para su mayor crítico, Folha de S.Paulo, el diario de mayor circulación de Brasil, la respuesta de Bolsonaro fue breve.
“Ese diario se acabó”, dijo Bolsonaro en una tensa entrevista de TV Globo. “En lo que a mí concierne con la publicidad del gobierno, la prensa que actúa así, mintiendo descaradamente, no tendrá ningún apoyo del gobierno federal”.
Aunque los fondos públicos son solo una fracción de los ingresos en la mayoría de los principales grupos de medios, la perspectiva de un presidente castigando la cobertura hostil ha puesto a muchos reporteros al límite.
Varios periodistas experimentados que trabajan para las empresas informativas más importantes de Brasil dijeron a Reuters en las últimas semanas que han empezado a suavizar sus críticas por temor a las represalias de un gobierno de Bolsonaro.
Los organismos que supervisan la prensa brasileña dijeron que ha habido una escalada de amenazas y agresiones contra los reporteros. El grupo de periodismo de investigación Abraji comenzó a rastrear los incidentes en las elecciones más polarizadas desde el regreso de la democracia en 1985, después de dos décadas de dictadura militar.
La mayoría de los ataques contra periodistas fueron obra de partidarios de Bolsonaro, según Abraji, que registró más de 150 casos de reporteros amenazados. Aproximadamente en la mitad hubo violencia física y el resto fueron campañas de odio en internet.
“Tratar a la prensa como un antagonista no es una táctica nueva, pero el tono agresivo y la frecuencia de los ataques de Bolsonaro son muy preocupantes”, dijo la coordinadora del grupo, Marina Atoji.
Los seguidores de Bolsonaro dijeron que los medios brasileños tienen un sesgo izquierdista y han tenido que recurrir a las redes sociales para obtener noticias sobre él.
“Lo peor fue que intentaron crucificar a Bolsonaro por sus controvertidas declaraciones sobre mujeres, gays y negros”, dijo Emilio Kerber, un mayor de la Fuerza Aérea que se postuló para el Congreso en la pequeña coalición de Bolsonaro. “Pero Bolsonaro tiene millones de seguidores en las redes sociales y ganó de todos modos”.
Los asesores de prensa de Bolsonaro no respondieron a una solicitud de comentario. Bolsonaro ha rechazado a todos los partidarios que recurren a la violencia. Dijo que respeta la libertad de prensa y solo pide que se ejerza con responsabilidad.
El precio a pagar
En la redacción de Folha es palpable la sensación de asedio.
El editor ejecutivo, Sérgio Dávila, dijo en una entrevista que el periódico ha tomado medidas de seguridad para proteger a sus reporteros tras el aluvión de críticas en las redes sociales por parte de los partidarios de Bolsonaro tras la publicación de un reporte sobre el uso de la plataforma de mensajería WhatsApp durante la campaña.
“Esta es la elección reciente más tensa, porque el uso masivo de las redes sociales ha significado que los periodistas estén más expuestos a los partidarios de los candidatos”, dijo.