Brasil: Lula da Silva completó 140 días de presidio político
El ex presidente de Brasil y líder en todas las encuestas de intención de voto rumbo a las elecciones de octubre próximo, Luiz Inácio Lula da Silva, completó ayer 140 días de presidio político en Curitiba. Encarcelado desde el 7 de abril en la Superintendencia de la Policía Federal...
El ex presidente de Brasil y líder en todas las encuestas de intención de voto rumbo a las elecciones de octubre próximo, Luiz Inácio Lula da Silva, completó ayer 140 días de presidio político en Curitiba.
Encarcelado desde el 7 de abril en la Superintendencia de la Policía Federal (PF) en la capital paranaense para cumplir anticipadamente una condena de 12 años y un mes, Lula encara su encierro ‘como siempre, sereno, entusiasta y positivo’, al decir del ex secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) Ernesto Samper.
Visita de Samper
Samper visitó al líder histórico y fundador del Partido de los Trabajadores (PT) como un acto de solidaridad personal y política, y aseguró que encontró a un Lula cargado de ideas y proyectos de futuro.
En sus palabras, el también ex presidente colombiano subrayó que el ex dignatario no está solo, pues la comunidad internacional lo acompaña y recuerda como el arquitecto de la política que convirtió a Brasil en un actor global y en ejemplo en la ejecución de programas de combate al hambre y la pobreza.
Esa comunidad habló a través del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, reclamando un juzgamiento justo para Lula y que se respete su derecho a competir en las próximas elecciones presidenciales, señaló el ex dirigente de la Unasur.
En ese sentido, Samper pidió al Estado brasileño que le ofrezca al ex presidente ‘todas las garantías a que tiene derecho para competir, en igualdad de condiciones con sus rivales, en las próximas elecciones presidenciales’.
Además, sugirió al Comité de Derechos Humanos de la ONU que envíe una delegación de observadores para verificar el cumplimiento de su mandato, en particular la aplicación de las reglas universales del debido proceso y la presunción de inocencia.
Lula ha sido víctima de una implacable, casi inhumana, persecución judicial y mediática, y cada día es mayor la convicción internacional de que es un preso político y como tal debe ser liberado para que pueda continuar trabajando por el Brasil democrático y reconciliado que sigue soñando desde la cárcel, dijo.
Abogados de la defensa de Lula impugnaron la posibilidad de que el Estado brasileño esquive la determinación de ese órgano de la ONU sobre su derecho a ser candidato.
Encarcelado desde el 7 de abril en la Superintendencia de la Policía Federal (PF) en la capital paranaense para cumplir anticipadamente una condena de 12 años y un mes, Lula encara su encierro ‘como siempre, sereno, entusiasta y positivo’, al decir del ex secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) Ernesto Samper.
Visita de Samper
Samper visitó al líder histórico y fundador del Partido de los Trabajadores (PT) como un acto de solidaridad personal y política, y aseguró que encontró a un Lula cargado de ideas y proyectos de futuro.
En sus palabras, el también ex presidente colombiano subrayó que el ex dignatario no está solo, pues la comunidad internacional lo acompaña y recuerda como el arquitecto de la política que convirtió a Brasil en un actor global y en ejemplo en la ejecución de programas de combate al hambre y la pobreza.
Esa comunidad habló a través del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, reclamando un juzgamiento justo para Lula y que se respete su derecho a competir en las próximas elecciones presidenciales, señaló el ex dirigente de la Unasur.
En ese sentido, Samper pidió al Estado brasileño que le ofrezca al ex presidente ‘todas las garantías a que tiene derecho para competir, en igualdad de condiciones con sus rivales, en las próximas elecciones presidenciales’.
Además, sugirió al Comité de Derechos Humanos de la ONU que envíe una delegación de observadores para verificar el cumplimiento de su mandato, en particular la aplicación de las reglas universales del debido proceso y la presunción de inocencia.
Lula ha sido víctima de una implacable, casi inhumana, persecución judicial y mediática, y cada día es mayor la convicción internacional de que es un preso político y como tal debe ser liberado para que pueda continuar trabajando por el Brasil democrático y reconciliado que sigue soñando desde la cárcel, dijo.
Abogados de la defensa de Lula impugnaron la posibilidad de que el Estado brasileño esquive la determinación de ese órgano de la ONU sobre su derecho a ser candidato.