La fiscalía y la convivencia

Designar al Fiscal General requiere una mayoría de dos tercios en la Asamblea, lo que no parece sencillo en la actual coyuntura política

Los plazos son los plazos, pero ya sabemos que si no se cumplen, el Gobierno tiene bajo el brazo la Gaceta Oficial del Estado para aprobar por Decreto casi cualquier cosa ahora que la Asamblea Plurinacional se mantiene bloqueada y el auto prorrogado Tribunal Constitucional atiende sin excepción todos los deseos del Gobierno.

En esta semana tiene entre las manos el asunto del referéndum, pero en breve entrará en la agenda el asunto de la convocatoria al Fiscal General del Estado, un cargo clave en la estructura de la Justicia en este nuestro país, tan castigado en ese sentido.  La Asamblea Legislativa debe lanzar la convocatoria para el cargo de Fiscal General del Estado en estos días, puesto que el titular debe ser posesionado el 23 de octubre y para ello, la Comisión Mixta de Constitución debe precisar el itinerario a seguir por los postulantes: ponderar los requisitos, baremar los méritos, etc., hasta que se eleve una terna a la misma Asamblea, que según la Constitución tiene la misión de “Designar al Fiscal General del Estado”, mismo que debe contar con el voto afirmativo de los dos tercios de las cámaras, una cantidad de votos que hoy por hoy se considera inalcanzable, peor en el contexto político del momento.

El ministro Lima quiere obligar a todos los pre candidatos a renunciar a sus cargos

El ministro de Justicia, Iván Lima, que ha asumido la vocería en este tema que le toca tan de cerca y que ha negado todos los rumores que lo colocan como aspirante al cargo, ha iniciado el proceso “amenazando” a los interesados en postularse, pues advirtió que el Ministerio de Justicia supervisará estrictamente que los funcionarios que deseen postularse renuncien a sus cargos antes del 31 de agosto. “No podemos permitir que haya vocales, jueces o personas que siendo funcionarios públicos o siendo jueces estén de candidatos pretendiendo hacerse al vivo. Ahí, inmediatamente el ministro de Justicia va a pedir su inhabilitación al Órgano Electoral porque eso es algo intolerable”, manifestó.

Esta puntualización probablemente entra en colisión con los intereses de los candidatos que tal vez no quieran renunciar a su cargo para enfrentar una postulación sin garantías, algo que suele ser dirimido en las Salas Constitucionales y visto lo sucedido con la convocatoria de las Elecciones Judiciales, alargado en el tiempo permanentemente.

El tiempo pondrá a cada uno en su lugar y juzgará los tiempos empleados. En un momento de emergencia política con fuerte impacto económico; con un referéndum que de alguna forma ponga punto final a un tiempo viejo y una elección judicial que puede abrir un tiempo nuevo con una institución sólida en su pluralidad, la elección del Fiscal puede convertirse en una suerte de rémora o quien sabe, el primer paso hacia el retorno a una convivencia basada en la justicia y las reglas del juego.

Ojalá podamos pronto volver a pensar en positivo, ojalá de la emergencia social a la que ha empujado la política salgan bases sólidas para seguir desarrollando el país en paz.


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