Feminicidios: movilización general

Todos los responsables, todos los que tengan algo que ver por mínimo que sea en la protección de las víctimas debe estar concienciado y movilizado

La semana pasada se publicaron los datos de feminicidios en Bolivia hasta julio y los resultados son aterradores: 55 mujeres muertas en todo el país en solo 7 meses. Una mujer asesinada cada 218.000 habitantes y una tasa de 0,9 cada 100.000 mujeres, lo cual es una barbaridad, porque seguirá creciendo para hacer las comparativas anuales.

En 2022 la Cepal recogió un total de 94 mujeres asesinadas en Bolivia en todo el año, lo que daba una tasa de 1,5 mujeres por cada 100.000 habitantes y nos situaba novenos de los 32 países Latinoamericanos, por encima incluso de Brasil con una tasa de 1,3 por cada 100.000 mujeres. Puedes ver aquí la tabla completa de la Cepal

El caso es especialmente grave en Tarija, que lidera los promedios con siete mujeres asesinadas de las 55 registradas en todo el país en solo siete meses, en total una mujer cada 85.000 habitantes y una tasa en lo que va del año que ya se sitúa en el 2,32 por cada 100.000 mujeres. Demasiado. Si sigue la progresión constante acabará con una tasa cercana a las 4 mujeres asesinadas por cada 100.000, demasiado cerca del país más peligroso del entorno que es Honduras con 6 y por encima de República Dominicana que suma 2,9.

En Bolivia la Ley 348 está en el punto de mira a pesar de que siguen siendo miles los casos de violencia que cada año quedan en la impunidad

Hemos hablado tantas veces de lo mismo que casi no quedan palabras, pero la lucha continua: el cambio es a largo plazo, pero los recursos hay que movilizarlos ya, todo el tiempo y en todos los foros. No basta con esperar a los días señalados, al 8 de marzo, al 11 de octubre, al 25 de Noviembre. Todos los días mueren mujeres en todas las partes del mundo sin otra razón que alguien cree que son de su propiedad. Mientras tanto, en todo el mundo y en Bolivia en particular están apareciendo movimientos regresivos que quieren frenar las conquistas de las mujeres en aras de la igualdad. En Bolivia la Ley 348 está en el punto de mira a pesar de que siguen siendo miles los casos de violencia que cada año quedan en la impunidad.

Lo cierto es que es tiempo de superar las buenas palabras y accionar con lo que se tiene. El cambio es a largo plazo, sí, pero cada día en cada momento se iluminan almas que entienden el abuso, que se rebelan contra el dogma, y en esas, no callar es clave. No habrá un cambio estructural sin una acumulación de poder suficiente, sin la movilización de una masa crítica suficiente que tumbe el paradigma.

Mientras tanto hay que accionar con lo que hay, y no es tan difícil: crear ambientes adecuados para que la mujer rompa su silencio, denuncie y se sienta acompañada en el proceso, sin miedos, sin riesgos, un acompañamiento que llegue hasta el final en un proceso con garantías, eficiente, sin corruptelas ni chicanas, sin amigos de los amigos.

Todos los responsables, todos los que tengan algo que ver por mínimo que sea en la protección de las víctimas, promoción de la lucha contra la violencia, atención integral a las demandas y demás, debe estar concienciado y movilizado. No basta con declarar una alerta algún mes del año y echarse a dormir. Las mujeres siguen muriendo. No es suficiente.

#NiUnaMenos


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