Normalizar el Orgullo
Se trata básicamente de cincuenta años de lucha para dejar que cada quien ame a quien quiera
El Día Internacional del Orgullo LGBT+ (lesbiana, gay, bisexual y transexual), también conocido como Día del Orgullo Gay se celebra cada año el 28 de junio y consiste en una serie de eventos que los distintos colectivos realizan públicamente, para luchar por la igualdad y la dignidad de las personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.
Aunque los orígenes son difusos, pues se trata de una lucha de siglos, se identifican el San Francisco y el Nueva York (EEUU) de finales de los años 60 como epicentro del movimiento que decidió enfrentar los prejuicios en ese país. Una lucha que pronto se extendió al resto de países desarrollados y que poco a poco también está adentrando en países menos desarrollados y muy conservadores, como el nuestro, aunque siguen quedando muchos países donde la homosexualidad está “prohibida” y penada, sobre todo en países árabes, pero no solo.
En Bolivia se dio una gran paradoja casi inédita, pues se eludió el debate legislativo ni hizo falta algún decreto presidencial
Se trata básicamente de cincuenta años de lucha donde sin duda se han atesorado éxitos, que vistos con perspectiva se reducen a hechos tan simples como dejar que cada quien ame a quien quiera y como quiera, pero que sin embargo llevó décadas de discriminación y violencia. La normalización en la vida pública de algo que es íntimo, como la orientación sexual, es uno de los grandes éxitos, aunque en los últimos años haya topado con una ola reaccionaria que vuelve a poner en cuestión debates cerrados hace 30 años, como el asunto de la “enfermedad”, y que algunos quieren utilizar como bandera política para movilizar a un sector de la población tal vez herido en sus privilegios o inseguro ante una sociedad en evolución.
El Día Internacional del Orgullo LGBT se celebra el 28 de junio debido a la conmemoración de los disturbios de Stonewall (Nueva York, EEUU) ocurridos en el año 1969, que marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual.
Las celebraciones del orgullo tienen un trasfondo reivindicativo, ya que en muchos países del mundo la homosexualidad y la condición sexual no tradicional sigue estando criminalizada, y en muchos otros, aunque las leyes los amparen, no están aceptadas socialmente.
A la fecha numerosos países reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo, equiparando así los derechos civiles en lo que respecta a asuntos cotidianos como los derechos a heredar, a computar juntos para determinadas ayudas o a recibir el servicio de salud prestado por el cónyuge, sin embargo, sigue habiendo mucho debate sobre el derecho a adoptar, sobre todo en las parejas hombre, ya que las parejas mujeres suelen poder resolver su deseo de forma orgánica.
En Bolivia se dio una gran paradoja casi inédita, pues se eludió el debate legislativo ni hizo falta algún decreto presidencial, sino que fue el propio Registro Cívico quien accedió a registrar este tipo de uniones, algo que es práctico, pero poco ortodoxo y que devela las falencias de un régimen sobrevalorado en las corrientes izquierdistas del pensamiento.
El 28 de junio es sin duda una fecha para normalizar, y lo seguirá siendo hasta que no haga falta. Seamos mejores.