Parkinson: prever la dignidad

Bolivia debe evaluar las capacidades de respuesta actuales y desarrollar sistemas de diagnóstico precoz, que son los que suelen dar mejores resultados para garantizar

El 11 de abril se celebra el Día Mundial del Parkinson, para concienciar a la población acerca de esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en el mundo y que en Bolivia sigue siendo una gran desconocida por los factores demográficos y socioeconómicos, sin embargo, por esos mismos factores, los expertos advierten que la incidencia está creciendo y puede convertirse en un problema en el mediano plazo por la incapacidad de brindar una atención suficiente y necesaria.

En 1997 el Día Europeo del Parkinson fue patrocinado también por la OMS expandiendo así su alcance. La fecha coincide con el aniversario del nacimiento de James Parkinson, un neurólogo británico que en 1817 descubrió lo que en aquel tiempo denominó parálisis agitante y que hoy conocemos como enfermedad de Parkinson.

La enfermedad de Parkinson es una condición degenerativa, progresiva y crónica del sistema nervioso que se caracteriza por causar severos daños neurológicos, generando alteraciones en el control y coordinación de los movimientos del cuerpo, así como rigidez muscular, por ello, el progresivo aumento de la esperanza de vida en Bolivia está aumentando también la aparición de estas dolencias.

El daño aparece cuando las células del sistema encargadas de producir dopamina, una hormona que regula el movimiento, detienen su producción y esto termina por desencadenar la enfermedad.

A nivel mundial, el Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, después del alzhéimer. Los síntomas aparecen de forma progresiva, afectando algunas zonas del cuerpo como las manos, los brazos, las piernas y la cara. Luego se extiende a todo el cuerpo, causando rigidez motora, temblores, problemas de equilibrio y coordinación.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad de Parkinson afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años y se estima que para el año 2030 habrá unos 12 millones de pacientes con parkinson. En esas, la celebración de estos días en Bolivia debería servir para evaluar las capacidades de respuesta actuales y desarrollar sistemas de diagnóstico precoz, que son los que suelen dar mejores resultados para garantizar una vida digna de los pacientes, pues además hay otras patologías asociadas que también deben ser atendidas.

Por ejemplo, entre el 20 y 40% de los pacientes presenta depresión, como un síntoma precoz del Parkinson. Además, algunos científicos estadounidenses señalan que el suministro de vitamina K2 en enfermos con Parkinson mejora la circulación de electrones, la actividad de las mitocondrias y la producción de energía y existe un estudio reciente efectuado por la Universidad McGill de Canadá, que señala que la cafeína reduce los problemas motores en pacientes con Parkinson.

La cuestión es que esta patología suele diagnosticarse alrededor de los 55 a 60 años de edad, aunque existen casos de otras edades y nadie debería considerar que está libre de esta amenaza, por lo que lo consecuente es tomar las medidas necesarias para que el país pueda dar una respuesta acorde al desafío.

Bolivia está envejeciendo a alta velocidad y actualmente las condiciones de atención a la tercera edad son, por lo general, precarias. Urge prevenir, que siempre es mejor que lamentar.


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