El día del Padre y los nuevos paradigmas
La reducción del embarazo adolescente está contribuyendo también a fomentar una paternidad activa y responsable que aún enfrente muchos desafíos
En medio del festejo general por el Día del Padre, la fecha se abre como una oportunidad para reflexionar sobre uno de los grandes problemas sociales que atraviesa el país y que tiene un origen, que además suele ser consecuencia, y varias ramificaciones.
Los datos del Censo seguramente actualizarán la realidad de las familias bolivianas, pero por lo general, el padre ausente es una característica demasiado recurrente, siendo las familias monomarentales casi el 40% del total según las estimaciones del propio Instituto Nacional de Estadística y obviamente no todos los padres ausentes son por defunción, como tampoco todos lo son por irresponsabilidad.
Activistas y profesionales del sector señalan que al tiempo que se han acentuado algunas situaciones de violencia, también se puede empezar a hablar de brotes verdes o de un cambio de paradigma a la hora de que las generaciones jóvenes asuman la paternidad con responsabilidad, y no solo porque los métodos de prevención de embarazo estén funcionando, que también.
En América Latina, la paternidad activa emerge como un tema crucial en el ámbito social y familiar, destacando la necesidad de un compromiso más profundo por parte de los padres en la crianza y el cuidado de los hijos. Este fenómeno, evidenciado por un creciente interés de los hombres en participar activamente en la crianza, representa un cambio significativo en los roles tradicionales de género.
Avanzar hacia la paternidad responsable exige un cambio cultural necesario que supere estereotipos de género arraigados
En general, se pueden observar tres factores a tener en cuenta en este cambio de paradigma:
El principal es que los desafíos son persistentes, pues aunque se observa un avance en la participación masculina en la crianza de los hijos, persisten desafíos relacionados con la distribución desigual de responsabilidades familiares y la falta de políticas públicas que promuevan la igualdad de género en el ámbito familiar y laboral.
Por otro lado, avanzar hacia la paternidad responsable exige un cambio cultural necesario que supere estereotipos de género arraigados. Fomentar una masculinidad positiva es clave para impulsar una paternidad más activa y comprometida en la región.
El resultado debería ser una sociedad más equitativa en la que la promoción de la corresponsabilidad parental y la conciliación entre la vida familiar y laboral son aspectos esenciales para construirla, donde tanto hombres como mujeres puedan desarrollarse plenamente en todos los ámbitos de la vida.
En conclusión, la paternidad activa en América Latina representa una oportunidad para transformar las estructuras sociales y promover relaciones familiares más igualitarias y saludables. Es crucial que tanto el Estado como la sociedad civil trabajen en conjunto para impulsar este cambio cultural y garantizar un futuro más prometedor para las generaciones venideras. Festejemos a los papás, pero tengamos presente que necesitamos mejores hombres para construir una mejor sociedad para todos.
¡Feliz día del Padre!
