La última apuesta de Arce
A menos de 20 meses de unas elecciones presidenciales y a menos de un año de que caigan las máscaras y se concreten los candidatos, Luis Arce evita una crisis profunda
El presidente Luis Arce se ha jugado las últimas cartas políticas con la vista ya puesta en el 2025. El cambio de gabinete del pasado martes fue básicamente un relevo de consenso con las organizaciones sociales del Pacto de Unidad, que mayoritariamente respaldan su gestión – y su candidatura – frente a la opción del retorno de Evo Morales. Un apoyo que por cierto no sería justo atribuir exclusivamente al poder coyuntural que el presidente ejerce al frente del ejecutivo, pues no se debe olvidar que en 2019 tampoco secundaron la estrategia para la reelección ni posteriormente, la delineada para evitar el derrumbe del gobierno de Morales como finalmente sucedió.
En sí, los cambios tienen muy poco que ofrecer en la perspectiva pública, pues ni Remmy Gonzales, ni Rubén Méndez, ni Marcelino Quispe, ni Edgar Pary ni Sabina Orellana ejercían vocería política hacia fuera ni probablemente lo hagan Santos Condori Nina como ministro de Desarrollo Rural y Tierras, ni Humberto Rosales como ministro de Medio Ambiente, ni Alejandro Santos Laura como ministro de Minería, ni Omar Veliz Ramos como ministro de Educación, ni Esperanza Guevara como ministra de Culturas.
Es verdad que el cambio de carteras le puede dar algo de aire en la agenda política, muy contaminada por los pulsos en la Asamblea y cruzada por las urgencias económicas, en cualquier caso, lo que revela el movimiento es que Arce está dispuesto a llegar hasta el final con los suyos, sin experimentos y sin ceder a las presiones.
La columna vertebral del gabinete sigue intacta pese a ser la más cuestionada: Eduardo del Castillo hace meses que ha bajado el perfil tras ser repuesto en su cargo luego de ser censurado en la Asamblea y haber chocado abiertamente con Evo Morales, pero maneja los designios del área clave en la seguridad y equilibrio social; Iván Lima pasa por ser el operador principal de la estrategia judicial para neutralizar a Morales y María Nela Prada le da visión global buscando acercarse a nuevos nichos electorales y ajustando tuercas desde la sala de máquinas.
Arce mantiene a todos los cuadros del área Económica, que son quienes más esfuerzos están haciendo por enfrentar la crisis del dólar y tal vez los más conscientes del efecto que puede tener una pérdida de confianza popular
Arce también mantiene a elementos clave, como la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón o a Edgar Montaño en Obras Públicas, mientras mantiene en evaluación al equipo de Hidrocarburos, al que se le piden más resultados.
Por sobre todo, Arce mantiene a todos los cuadros del área Económica, que son quienes más esfuerzos están haciendo por enfrentar la crisis del dólar y tal vez los más conscientes del efecto que puede tener una pérdida de confianza popular en las políticas del presidente.
A menos de 20 meses de unas elecciones presidenciales y a menos de un año de que caigan las máscaras y se concreten los candidatos, Luis Arce hace bien en evitar una crisis profunda en su equipo, pues cualquier cambio en los lugares clave hubiera desatado incertidumbre, que es malo para lo electoral, pero peor para la economía.
El tiempo de descuento ha empezado y Arce parece tener claro su destino y el equipo que quiere que lo acompañe. No todos pueden decir lo mismo.
