El Chaco y la tarifa eléctrica diferenciada
No es cierto que el margen de beneficio del gas a precio interno será íntegramente para Ende, porque servirá para ofrecer precios más competitivos frente a Paraguay
La exportación de energía eléctrica desde Tarija a la Argentina fue inaugurada a primeros de junio ni más ni menos que por el presidente del vecino país, Alberto Fernández, y el de Bolivia, Luis Arce. Con el acto se dio por concluida la interconexión de los sistemas a través de la línea construida en Yaguacua, en la Región Autónoma del Gran Chaco. Se trata de un proyecto ambicioso, de ida y vuelta, y que da pasos en la integración regional, que necesariamente debe involucrar lo económico y estratégico y no solo lo cultural y folklórico, sin embargo, en la gestión interna del proyecto han quedado demasiados flecos sin aclarar y esto puede acabar truncando el plan.
La energía que se prevé exportar sale de la termoeléctrica del Sur, instalada sobre la frontera y que produce energía a través de la quema del gas de los pozos tarijeños. Llegar a la termoeléctrica fue la única razón por la que se completó el Sistema Interconectado Nacional hasta estas tierras y en la mente de todos estaba precisamente el plan de exportación hacia el norte argentino. La Termoeléctrica y su ampliación de ciclo combinado es de hecho uno de los grandes proyectos que se exhiben ante Naciones Unidas en las cumbres del clima en la interpretación más benévola sobre el impacto del gas.
El Chaco ya ofrece su gas para quemar y proveer electricidad a industrias a miles de kilómetros a pesar de la pérdida en forma de calor que supone ese transporte
Claro que la energía no “sale” de la Termoeléctrica del Sur, sino que es el resultado de la transformación mediante quema del gas en potencia eléctrica, y ahí está el detalle. La Constitución es clara respecto a las regalías en boca de pozo, aunque no siempre se aplique el mismo criterio.
En Tarija en general y en este medio muy en particular, siempre hemos abogado porque el gas sirva para mejorar la vida de los tarijeños. En esas, siempre hemos pedido su industrialización y transformación por encima de la exportación casi a ciegas que apenas ha enriquecido a los gobiernos de turno y sus amigos sin lograr cambios significativos en el país. Lo de la Termoeléctrica del Sur es sin embargo hacerse trampas al solitario.
El gas que se quema en la termoeléctrica se paga al precio regulado interno y así, subvencionado, se inyecta al Sistema Interconectado Nacional beneficiando a todos los bolivianos que pagan menos por su factura, pero colocarlo en el mercado de exportación supone jugar no muy limpio con el departamento productor, pues ni siquiera es cierto que el margen de beneficio entre un gas a 1,5 dólares con uno de 4,5 dólares (estimación) será íntegramente para Ende, sino que servirá para ofrecer precios más competitivos de los que ofrece el gran proveedor eléctrico de Centroamérica, que es Paraguay y por ende, beneficiará en última instancia a los argentinos.
La molestia es legítima en todos los casos, particularmente en el Chaco, que ya ofrece su gas para quemar y proveer electricidad a industrias a miles de kilómetros a pesar de la pérdida en forma de calor que supone ese transporte. Por eso, y por otras cosas, es que la tarifa diferenciada al pie de la termoeléctrica sí tiene sentido y sí es una opción para atraer inversiones además de hacer justicia social con esta frontera sur tan olvidada siempre.
