La oportunidad turística de Tarija

Tarija, aunque se ha multiplicado por cuatro, sigue ofreciendo sus condiciones naturales muy aptas para el descanso y la diversión, su buen clima, su gastronomía excelente y su buen trato

Como sin querer, Tarija se ha convertido en el principal destino turístico del país para los connacionales del interior del país, tanto del occidente como del oriente. La coyuntura política ha hecho que esto sea así. Santa Cruz, principal destino para los turistas que buscaban sol y descanso, se ha convertido en un escenario un tanto hostil e inestable después de estos casi cuatro meses de enfrentamiento directo con el Gobierno por el tema censo primero y por la detención de su gobernador, Luis Fernando Camacho, después.

Mientras, viajar a occidente sigue teniendo ese componente de riesgo y aventura que engancha a los jóvenes pero que agota a las familias, especialmente cuando ya se ha deslumbrado con las bellezas del lago Titicaca, la cultura de Tihuanacu, el Salar y las mil y una historias de Potosí.

Los expertos señalan que lo importante debería ser recuperar la excelencia y no pretender ganar todo lo perdido en una sola temporada

Tarija, aunque se ha multiplicado por cuatro en las últimas dos décadas, sigue ofreciendo sus condiciones naturales muy aptas para el descanso y la diversión, su buen clima, su gastronomía excelente y su buen trato. Tarija, aun en su sobrevenida modernidad, sigue siendo la ciudad más amable de Bolivia y eso es un plus que cualquiera agradece.

El incremento de llegada de turistas ya se ha empezado a notar en los registros rápidos y en otros soportes menos formales, como en las reservas por las plataformas de alojamientos en internet, que van subiendo precios apegados estrictamente a las leyes del mercado.

La cuestión es saber si estamos preparados para este incremento de la demanda no anticipada, pues llevamos demasiados años planificando y promocionando los eventos puntuales con éxitos relativos entre la población joven por Fin de Año y Carnaval, pero sin que el sistema turístico se ponga a prueba con la demanda de turismo más familiar, donde efectivamente se exige una mayor calidad.

La oportunidad es evidente. Los riesgos también. El sector ha sido muy castigado durante la pandemia y en realidad, lleva años en retroceso al haber perdido el turismo argentino que habitualmente cruzaba la frontera hace años con las billeteras llenas de pesos/dólares para gastar.

Los expertos señalan que lo importante debería ser recuperar la excelencia y no pretender ganar todo lo perdido en una sola temporada, sino al contrario, tratar de sembrar para multiplicar en el futuro. Las bondades de la tierra son grandes y los precios aún son competitivos para seguir figurando en el mapa de destinos preferidos del paceño o el cruceño promedio.

Las claves siguen siendo invertir en la buena difusión, la que aporta valor, y sobre todo, no exagerar ni mentir en el catálogo de oportunidades; no ofrecer conciertos no confirmados ni otros asuntos románticos que se escapan del control humano.

El sector turístico es estratégico para Tarija y en esas, todos los involucrados debemos comprometernos con su multiplicación, con su cuidado y con que los visitantes se vayan con buen sabor de boca. Todo un desafío para la Tarija más amable.


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