Las explicaciones de Margarita
El asunto de la distribución de regalías es netamente técnico y son los técnicos quienes deben tener fuerza en sus argumentos, pues difícilmente habrá mayor respuesta política
En las próximas horas se espera que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de a conocer el informe sobre la actualización del factor de distribución de regalías del megacampo “compartido” Margarita – Huacaya. Un informe que se realiza a pedido de Chuquisaca, preocupada porque recién se ha puesto operativo el pozo Margarita 10 que está en su límite territorial. El actual factor de distribución se fijó en 2012 justo cuando entraba en operación el Margarita 6, que estaba en territorio tarijeño y que fue durante un tiempo el pozo productor más importante de Sudamérica con unos seis millones de metros cúbicos diarios, algo más de lo que sale del 10. Cabe anotar también que el estudio lo está haciendo la consultora DeGolyer & MacNaugthon, una vieja conocida en esto de sumar y restar trillones de pies cúbicos de reservas hidrocarburíferas.
Hasta ahora nadie ha explicado porqué la actualización del factor se hace ahora y no cuando se pusieron operativos el Margarita 7 y el 8 y los otros pozos en Huacaya, algo que seguramente deberá ser aclarado este mismo lunes junto al no tan complejo, pero sí muy técnico asunto de los reservorios, que es al fin y al cabo la madre del cordero en toda esta discusión.
En 2012 la trampa fue de bulto: los técnicos de la Gaffney explicaron que en el megacampo había tres reservorios y que solo uno era compartido y que, por ende, el 75% de las reservas de gas eran de Tarija y el 25% de Chuquisaca, sin embargo luego resultó que los pozos solo extraían de ese reservorio compartido y que entonces el factor que se aplicaba para repartir las regalías era el específico, que era más cercano al 55-45%. Al final, como era un tiempo de bonanza, los precios del crudo se disparaban y las extracciones se multiplicaban, nadie miraba del todo el detalle porque todos eran felices (y azules).
Como sea, este tema es netamente técnico y son los técnicos quienes deben hablar. Se supone que Tarija tiene contratada una consultora específica para acompañar el proyecto y validar o no el resultado, aunque hasta la fecha nadie se haya manifestado ni haya dado una mera información técnica. Cosas que pasan.
La cuestión es qué hará la Gobernación, el Comité Cívico y el resto de instituciones con los resultados – que se prevén negativos para Tarija – desde la vertiente política, pues como siempre, hay gente más y menos interesada en que el asunto pueda servir de desgaste en cualquier dirección. Por ejemplo, con este tema ya se intentó crear un clima de malestar por la supuesta congelación de regalías a lo que la población no respondió y el tema se fue diluyendo.
Las gobernaciones de Tarija y Chuquisaca (ambas opositoras esta vez) han firmado una especie de documento de “no agresión” al mismo tiempo que se reservan el derecho de protestar ante el Gobierno e impugnar los resultados. En cualquier caso, y atendiendo a los apuros de la gente, demasiado preocupada en llegar a fin de mes con lo que gana del día, no parece que esta vez la resistencia vaya a llegar por medio de la calle sino por la capacidad técnica del equipo. Ojalá se hayan esforzado a fondo.
