El Covid y las tareas pendientes

Es fundamental trabajar hoy de manera rápida en todas las falencias, equipamiento, cobertura de vacunación, contratos médicos, entre otros. Pero también es crucial organizarnos mejor, de manera efectiva para evitar burocracias, enormes filas en hospitales, farmacias, etc.

De acuerdo a las instituciones de salud la cuarta ola de Covid-19 es inminente en septiembre u octubre, sin embargo, ahí estamos más atrasados que nunca en nuestras falencias. La falta de equipos, insumos médicos, e incluso personal refleja que volveremos a enfrentar el ascenso en las mismas condiciones críticas del principio.

Sumado a ello la irresponsabilidad de la gente hace huella, lugares concurridos y fiestas sociales, muchas clandestinas, constituyen el día a día. A esto se debe agregar el condimento de la baja cifra de vacunados en las últimas semanas a comparación de las anteriores.

Pero eso no es todo, desde el sector médico se dejó en claro que preocupa que Tarija aún no tenga una planta pública generadora de oxígeno. Sumado a ello los contratos del personal dedicado a atender a pacientes con esa enfermedad fenecerán en septiembre.

A la fecha, Tarija superó los 38 mil casos diagnosticados de Covid-19 y se acerca al millar de fallecidos a causa de la pandemia. Hasta agosto del 2021 se registraron una mayor cantidad de contagios y muertos que el total reportado en 2020.

En la actualidad, la baja cobertura de vacunación contra la Covid y la poca aplicación de las medidas de bioseguridad, aceleran la cuarta ola de la enfermedad.

Desde el Gobierno se destinaron 230 millones de bolivianos (unos 33,3 millones de dólares) para equipar a los hospitales con insumos médicos, oxígeno, fármacos para las unidades de terapia intensiva y elementos de bioseguridad, pero esto no parece traducirse en avances concretos.

Es fundamental trabajar hoy de manera rápida en todas las falencias, equipamiento, cobertura de vacunación, contratos médicos, entre otros. Pero también es crucial organizarnos mejor, de manera efectiva para evitar burocracias, enormes filas en hospitales, farmacias, etc.

Pero no toda la responsabilidad está en las autoridades y sector médico, no olvidemos que todo ascenso llega luego de una gran distención en las medidas de bioseguridad y tras una gran falta de responsabilidad social.  

Aunque en las últimas semanas se ha registrado una reducción en el número de contagios, no es un indicativo para bajar la guardia, Hasta el momento pese a todo Tarija es uno de los departamentos con mayor cobertura de vacunación, es en esa línea en la que debemos seguir.

Puntualmente será importante trabajar en los siguientes aspectos cruciales:

Seguir las reglas básicas: Se deben mantener las medidas preventivas individuales y comunitarias establecidas. Evitar las reuniones sociales en domicilios con no convivientes. Seguir usando la mascarilla y mantener la distancia personal. Testear a personas que lleguen de zonas de riesgo y luchar contra la “fatiga pandémica”.

Un plan eficiente de vacunación: Es fundamental continuar con el cronograma de vacunación, ser responsable y asistir a la inoculación sin escoger la vacuna y sin perder tiempos.

Cumplir las cuarentenas: Es imprescindible que la población sea responsable en caso de aparición de sintomatología, que permanezca en sus domicilios y se ponga en contacto con los servicios sanitarios además de guardar los tiempos de confinamiento y cuarentena para no contribuir a aumentar el número de casos sin control.

Rastrear más los contagios: En las situaciones en que sea factible, es positivo retomar los rastreos de los contactos y su seguimiento. Para ello, se deben destinar recursos materiales y humanos suficientes.

Subsanar las falencias: La falta de oxígeno ha hecho huella en las pasadas olas y sin duda será un punto a subsanar junto a muchos otros relacionados al equipamiento médico y recursos humanos.

Es fundamental trabajar de manera urgente.


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