La hora del dengue

El cambio climático ya nos viene enseñando que de inmediato vendrán calores extremos y eventos de lluvias torrenciales que disparan la propagación del zancudo

Cada 20 de agosto se celebra el Día Mundial del Mosquito en memoria del doctor británico Sir Ronald Ross, que descubrió que los mosquitos hembra son los encargados de transmitir la enfermedad de la malaria, el dengue, el zika y la chikunguña a los seres humanos, un hallazgo que sirvió para poner en marcha diferentes tratamientos experimentales y formas de control de la transmisión de la enfermedad para la que hoy sigue sin haber vacuna ni cura específica.

En Tarija nos viene que ni al pelo por su ubicación en el calendario, ya que desde hace años el dengue va ganando terreno en todo el departamento, y a las zonas que eran endémicas, como el Chaco y Bermejo, se ha incorporado ya el valle central en general y Cercado en particular. Es decir, que, si bien antes se contaban casos en la capital de naturaleza importada, ahora ya se sabe que hay mosquito transmisor naciendo y creciendo en nuestras calles y barrios.

Los últimos reportes del Servicio Departamental de Salud daban cuenta de que en casi todos los barrios se han detectado casos que han sido tratados en Cercado, y los reportes daban cuenta de más casos en la capital que en las zonas tradicionales, lo que según los expertos tiene más que ver con que en Bermejo, por ejemplo, ya se está acostumbrado al tratamiento y apenas se reporta a los servicios de salud para evitar otras “incomodidades”.

Y es que la receta sigue siendo la misma: descacharrar, evitar que se acumule agua en tachos o pequeñas cavidades a oscuras donde crecen las larvas y los mosquitos contaminados que después transmiten una enfermedad que puede ser mortal en la reiteración y que deja consecuencias fuertes en los sistemas inmunológicos.

Es más fácil cumplir con las recomendaciones cuando se tiene garantizado el suministro de agua de forma permanente que cuando no, como sucede habitualmente en Bermejo y en muchos puntos del Chaco, y también de la capital tarijeña, por eso es urgente tomar las medidas necesarias para que una carencia de infraestructura básica no se convierta en un problema general de salud pública.

La buena noticia, decíamos, es que es 20 de agosto después de un invierno especialmente duro, en el que se han sumado bastantes noches bajo cero y días de muy bajas temperaturas que, con seguridad, habrá ayudado a liquidar algunas colonias de zancudos y frenar su multiplicación, que fe imposible, por ejemplo, en el año 2019, cuando en pleno julio se seguían notificando casos de dengue.

No se puede bajar la guardia, pues el cambio climático ya nos viene enseñando que de inmediato vendrán calores extremos (se esperan esta semana) y eventos de lluvias torrenciales que disparan la propagación del zancudo. Es pues momento de tomar medidas e intervenir en los barrios de mayor riesgo, mantener la concientización y ayudar a que este año el dengue no vuelva a ser un problema. Tomemos medidas.


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