Actuar sobre los incendios

La mayoría de los incendios en nuestro país son provocados por los denominados chaqueos o quemas, que son una costumbre arraigada que, a pesar de los daños que ocasiona y de que es sancionada por ley, no ha podido ser frenada

Las quemas agrícolas para limpiar parcelas y ampliar áreas de cultivo toman cada vez más fuerza, esto ha causado alarma en los ecologistas por el temor a que se repitan los graves incendios forestales sufridos en 2019.

Lamentablemente, esto no parece estar lejano a la realidad, pues nuevamente la biodiversidad es víctima de este flagelo. En Roboré el fuego acecha a la comunidad El Naranjo y amenaza con alcanzar los postes del tendido eléctrico y una antena de telecomunicación cercana.

Un activista del movimiento en defensa del Valle de Tucabaca relató que, pese al apoyo de los bomberos y voluntarios, son insuficientes las acciones que se realizan para combatir las llamas que avanzan a pasos agigantados.

Desesperado pidió la ayuda urgente del Gobierno para detener la “catástrofe”. En un video que se difundió este sábado muestra cómo el fuego avanza por la carretera bioceánica

El último reporte de la Gobernación cruceña sobre los incendios forestales da cuenta que 147.254 hectáreas ya fueron afectadas en Santa Cruz. Pero esta cifra tiende a incrementarse considerablemente a diario, porque las llamas avanzan vorazmente.

De acuerdo al portal Mongabay la mayoría de los incendios en nuestro país son provocados por los denominados chaqueos o quemas, que son una costumbre arraigada que, a pesar de los daños que ocasiona y de que es sancionada por ley, no ha podido ser frenada.

Todo lo contrario, diferentes decisiones políticas han alentado esta actividad, en lugar de controlarla. El chaqueo es una práctica que consiste en quemar pastizales para lograr una nueva tierra para producción.

El informe publicado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG), que se titula “Amazonía bajo presión”, señala que Brasil y Bolivia contienen el 93% de las áreas afectadas por los incendios en la región amazónica, entre los años 2001 y 2019.

El expresidente Evo Morales, en julio de 2019, aprobó la modificación del Decreto Supremo 26075 sobre Tierras de Producción Forestal Permanente, con el objetivo de ampliar las áreas de producción del sector ganadero y agroindustrial de los departamentos del Beni y Santa Cruz.

Esa norma autoriza el desmonte para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias que estén concebidas bajo un sistema de manejo integral sustentable de bosques y tierras. Esta modificación también permite la quema controlada de acuerdo a la reglamentación vigente.

Hoy en el marco de todo lo que está sucediendo es urgente actuar, frenar la catástrofe. El Gobierno debe brindar ayuda inmediata y todos los bolivianos actuar de manera solidaria con los afectados y quienes combaten el desastre.

Controlado esto, y como lo destacamos siempre desde esta redacción, es imprescindible, reinstalar una discusión seria y profunda sobre la problemática de los incendios, previendo que no existe ningún elemento que permita pensar que éste o el próximo será un año distinto a los anteriores, donde los incendios son el menú diario.

Una vez más destacamos que –de no mediar  una acción decidida desde la sociedad civil y el Estado– se vendrán más años de catástrofe ambiental.


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