A paso firme

Un sábado maratónico fue el marco para avanzar en temas urgentes como es la aprobación de la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de Elecciones Generales y la instalación del tan invocado dialogo para la pacificación del país. Por la mañana el pleno de la...

Un sábado maratónico fue el marco para avanzar en temas urgentes como es la aprobación de la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de Elecciones Generales y la instalación del tan invocado dialogo para la pacificación del país.

Por la mañana el pleno de la Cámara de Senadores de la Asamblea Legislativa Plurinacional aprobó, luego del mediodía, por unanimidad en sus estaciones en grande y detalle, el Proyecto de Ley de "Régimen Excepcional y Transitorio para la realización de Elecciones Generales" y lo remitió a la Cámara de Diputados para su tratamiento, con dispensación de trámite.

De manera urgente los Diputados trataron el proyecto de ley y lo aprobaron en grande, más tarde al promediar las 21.30 lo aprobaron en detalle. Paralelo a esto se instaló un dialogo en el Palacio Quemado, donde también se proyectó una seria voluntad de acuerdos, incluso el Movimiento Al Socialismo que para el oficialismo “sacó un haz bajo la manga” con una ley de impunidad para ex autoridades la aplazó en apuesta por el dialogo.

Con anterioridad a esto, en horas de la tarde el ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, en representación del Gobierno, ya firmaba un preacuerdo con dirigentes de El Alto y las provincias, para atender el pliego petitorio de los sectores movilizados. El pacto implica una tregua de 48 horas en los bloqueos para permitir el abastecimiento en la región.

Toda esta unión de voluntades terminó con el proyecto de ley aprobado, listo para ser promulgado por el Ejecutivo, y un dialogo instalado. Esto sin duda proyecta una luz al final del túnel, pues “la batalla” finalmente se traslada a las palabras. A aquel dialogo necesario, que se constituye en una herramienta de gran importancia para disipar la tensión política en el país.

Las últimas semanas han sido apocalípticas, la violencia ha ido escalando hasta traer con ella muertes. Las posiciones radicales no han servido de nada, nos hemos odiado y nos hemos maltratado, tanto que con ello hemos pisoteado el respeto a nuestros derechos humanos.

Hoy renace la esperanza y mostramos la cara de una Bolivia diferente, aquella que late en todo corazón con el rojo, amarillo y verde. Aquella Bolivia que siempre termina unida, y que deja de lado la confrontación por el bien de su gente.

Desde esta redacción celebramos este gran avance, esperamos que en lo próximo se llegue a la paz que tanto necesitamos y que ésta traiga consigo la normalidad en las zonas de conflicto, el suministro efectivo de los servicios básicos, el abastecimiento en los centros de abasto, el suministro de medicinas en los hospitales, la seguridad de tránsito de los peatones y las garantías para el restablecimiento democrático, pero sobre todo esperamos que se restituya el respeto a los derechos humanos y que nunca vuelvan a ponerse en riesgo.

Sigamos rumbo a la pacificación a paso firme.

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