Sigue adelante
Sigue adelante No te detengas en el camino No importa cuántas veces hayas caído, sino... Cuántas veces te has levantado Lleva en tu mente la certeza de que cuando una puerta se te ha cerrado Otra más grande te espera abierta al final del camino Cuando...
Sigue adelante
No te detengas en el camino
No importa cuántas veces
hayas caído, sino...
Cuántas veces te has levantado
Lleva en tu mente la certeza
de que cuando una puerta se te ha cerrado
Otra más grande te espera abierta
al final del camino
Cuando sientas que las fuerzas te abandonan,
recuerda otras veces, que sí estuviste sin ellas,
y milagrosamente las cosas se solucionaron
Y todo esto porque actuaste bien
y con la conciencia limpia, pero
sobre todo porque... ¡Dios estaba contigo!
Redobla tu fe y con ella alienta tu esperanza
en la seguridad de que el mañana
será mucho mejor.
Arriba ese ánimo
Sigue adelante con la vista al frente
y el paso firme, que nada te detenga
No combatas con nadie,
pues tu mejor triunfo será aquel
que logres sin combatir
Sigue a Dios por todas partes
y no tendrás temor en tu vida,
ni correrás ningún peligro.
Con disciplina vencerás
Con sinceridad triunfarás
Con coraje te salvarás
Camina resuelto con el paso firme
como el tren que retumba por las vías,
como el relámpago que relumbra
antes de avisarte
Lucha por cambiar a tu enemigo,
y conviértelo en tu amigo.
Ayuda a tus amigos a
luchar, sin hacer ver que tú
eres el maestro, sino aumentándoles
su propia iniciativa.
No desmerezcas al que no es inteligente,
préstale atención y
ayúdale a incrementar
sus propias fuerzas.
Practica el arte del amor,
avasallando la fuerza de tus enemigos.
Frente al amor perderán su odio,
y la victoria sobrevendrá sola
porque tú no has peleado.
El odio es vencido siempre por el amor
Si mantienes la fuerza de tu corazón,
podrás luchar cuantas veces sea necesario.
Si sientes que disminuye, entonces, mantente
en guardia, pues el más pequeño fallo
te traería malas consecuencias.
Trata de mantenerte al abrigo de Dios,
y evita en lo posible un enfrentamiento.
Triunfan aquellos que:
Saben cuándo luchar y cuándo no,
que saben discernir, y son visionarios.
Si tus sentimientos, tu fuerza, y tu valor
son mejores cada día y te conoces a ti mismo,
conocerás a los demás.
No te detengas en el camino
No importa cuántas veces
hayas caído, sino...
Cuántas veces te has levantado
Lleva en tu mente la certeza
de que cuando una puerta se te ha cerrado
Otra más grande te espera abierta
al final del camino
Cuando sientas que las fuerzas te abandonan,
recuerda otras veces, que sí estuviste sin ellas,
y milagrosamente las cosas se solucionaron
Y todo esto porque actuaste bien
y con la conciencia limpia, pero
sobre todo porque... ¡Dios estaba contigo!
Redobla tu fe y con ella alienta tu esperanza
en la seguridad de que el mañana
será mucho mejor.
Arriba ese ánimo
Sigue adelante con la vista al frente
y el paso firme, que nada te detenga
No combatas con nadie,
pues tu mejor triunfo será aquel
que logres sin combatir
Sigue a Dios por todas partes
y no tendrás temor en tu vida,
ni correrás ningún peligro.
Con disciplina vencerás
Con sinceridad triunfarás
Con coraje te salvarás
Camina resuelto con el paso firme
como el tren que retumba por las vías,
como el relámpago que relumbra
antes de avisarte
Lucha por cambiar a tu enemigo,
y conviértelo en tu amigo.
Ayuda a tus amigos a
luchar, sin hacer ver que tú
eres el maestro, sino aumentándoles
su propia iniciativa.
No desmerezcas al que no es inteligente,
préstale atención y
ayúdale a incrementar
sus propias fuerzas.
Practica el arte del amor,
avasallando la fuerza de tus enemigos.
Frente al amor perderán su odio,
y la victoria sobrevendrá sola
porque tú no has peleado.
El odio es vencido siempre por el amor
Si mantienes la fuerza de tu corazón,
podrás luchar cuantas veces sea necesario.
Si sientes que disminuye, entonces, mantente
en guardia, pues el más pequeño fallo
te traería malas consecuencias.
Trata de mantenerte al abrigo de Dios,
y evita en lo posible un enfrentamiento.
Triunfan aquellos que:
Saben cuándo luchar y cuándo no,
que saben discernir, y son visionarios.
Si tus sentimientos, tu fuerza, y tu valor
son mejores cada día y te conoces a ti mismo,
conocerás a los demás.