Ciudadano consumidor, el gran logro del progresismo
Beatriz Stolowicz, profesora e investigadora del Departamento de Política y Cultura enel área problemas de América Latina de la Universidad AutónomaMetropolitana- Unidad Xochimilco (México), considera que los gobiernos “progresistas” del continente atravesaron y atraviesan una crisis...



Beatriz Stolowicz, profesora e investigadora del Departamento de Política y Cultura enel área problemas de América Latina de la Universidad AutónomaMetropolitana- Unidad Xochimilco (México), considera que los gobiernos “progresistas” del continente atravesaron y atraviesan una crisis más allá del “ciclo”.
En primera instancia, Stolowicz critica los análisis que se centran de manera casi exclusiva en los “ciclos” políticos, porque no permite ver ni entender las complejidades de los procesos ni las particularidades de estos en cada país, quedando “subsumidas” a los tiempos y resultados electorales de corto plazo, que puede ser de 4 a 6 años segúnlos casos.
“No nos permite pensar en los problemas que son más estructurantes, quecorresponden a tiempos más largos que el ciclo electoral. Ni nos permite pensar hastadónde estas experiencias pueden o podrían producir cambios más de fondo y máspermanentes”, explica.
Pero la experta también rechaza “tajantemente las explicaciones de las crisis políticas poracciones conspirativas de última hora del imperialismo”.
“Primero, porque el imperialismonunca está de vacaciones. Segundo, porque el fortalecimiento de laderecha en variospaíses es fruto de la aplicación de la estrategia “posneoliberal” del “nuevo desarrollo inclusivo”, enfatiza.
Así, según Stolowicz, donde se aplicó el posneoliberalismo (en la Bolivia de Evo Morales, el Brasil de Lula, la Argentina de los Kirchner, etc.), “se fortalece materialmente el capital, y por lo tanto tambiénsefortalece políticamente. Además, donde se aplica, hay transformaciones sociales muyimportantes, que también generan una masa disponible para la derecha.Tenemos que estudiar la complejidad que incluye todo esto”.
Similitudes
En la dimensión económica, casi todos los países de la región, pese a sus especificidades, son “primario-exportadores y extractivistas”, y “todos los gobiernos han impulsado una modernización capitalista”.
Esta no sólo entérminos de modernización de infraestructura o de uso de tecnologías en la producción
y los servicios, “sino en el aspecto clave de la modernización tal como se la hapensado en el capitalismo, como la ha pensado Rostow en 1960: la ‘inclusión’ masivaal mercado como individuos consumidores”.
Esta ampliación del consumo ha sido presentada como el indicador principal de las mejorías sociales, comoel signo característico para calificar de progresistas a esos gobiernos, tal como se evidencia en los discursos oficiales de países como Bolivia.
Ciudadano consumidor, el sueño capitalista
En 2013, en una entrevista con los entonces principales representantes del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Emir Sader y Pablo Gentili, Luiz Inácio Lula da Silva, éste les dijo: “Yano somos (los trabajadores) tratados como ciudadanía de segunda clase. Hoy tenemos el derecho de viajar enavión, de entrar en un shopping y comprar cosas que todo el mundo siempre quiso comprar”.
Para Stolowicz, esto muestra cómo el gobierno del PT define la ciudadanía, “con eje en el ciudadano como consumidor.Sus efectos conservadores son de gran magnitud”.
En el caso de Bolivia, la experta reconoce que la inclusiónétnica, en el acceso de los indígenas a la educación y la salud y a la ciudadaníapolítica “es revolucionario en sí”, pero advierte que desde el gobierno se mide eseesfuerzo deinclusión por el acceso al consumo de lo que hoy ofrece el capitalismo: comprade la última generación de celulares, acceso a restaurantes y centros comerciales, igualque en Brasil.
“Así ha sido presentado en los discursos de Evo y resaltado por informesgubernamentales. El resultado cultural es complejo, con una nueva burguesía aymara exhibicionista que se constituye como grupo de referencia de la movilidadsocial. Una vez superada la marginación de lo indígena, lo que pasa a predominar esel acceso al consumo occidental, más allá de la retórica pachamámica”, explica.
¿Gran capital inclusivo?
Endiciembre de 2014, tras la última victoria electoral del gobierno actual, el vicepresidente Álvaro García Linera decía en una entrevista de La JornadaenMéxico: “En las elecciones pasadas ya no se discutió con la oposición quéproyecto de país elegir, sino quién puede realizar mejor nuestro proyecto de país. Poreso ganamos por primera vez en Santa Cruz, la región más pujante, más conservadora.Se rompió la polaridad que tensionaba la vida política del país”.
Pero Stolowicz se pregunta “¿Quién convencióa quién del proyecto de país? En Bolivia, debo decir, el modelo económicose parece más al viejo desarrollismo, con un intento de industrialización de algunasmaterias primas, aunque, claro está, se hace con capital extranjero”.
En este sentido, la experta nota que los progresistas de la región actúan como promotores del “nuevo desarrolloinclusivo”, asumiendo el papel de “garantes de la buena marcha de los negocios capitalistas”.
Así, “les dan seguridad jurídica hasta por medio siglo con leyes de asociaciónpúblico-privadas, les financian los negocios, les garantizan estabilidad política”.
Stolowicz también considera que “el gran capital brasileño hizo languidecerlos esfuerzos de integración regional más autónoma de los intereses transnacionales, como el ALBA o el Banco del Sur. Habría sido la posibilidad de preservar más a losgobiernos de esas influencias y presiones en la crisis, habría dado más aire para quepesaran más las posturas más críticas y verdaderamente antiimperialistas”.