Energías alternativas, ¿serán más baratas que las fósiles?
La Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, por su sigla en inglés), observa que el costo de generación de energía de fuentes alternativas, como la solar y la eólica, sigue bajando drásticamente y considera que “es sólo cuestión de tiempo” para que sean menor al de los...



La Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, por su sigla en inglés), observa que el costo de generación de energía de fuentes alternativas, como la solar y la eólica, sigue bajando drásticamente y considera que “es sólo cuestión de tiempo” para que sean menor al de los combustibles fósiles. De hecho, esto podría ocurrir tan pronto como el año 2020, alcanzando precios cercanos a los 3 centavos de dólar por kilowatt/hora (kw/h).
Así lo afirma en un informe, según el cual, entre las energías renovables, la hidroeléctrica era la más barata, con un promedio de costo de generación de 5 centavos por kw/h. La eólica estuvo bordeando los 6 centavos por kw/h en 2017, y la geotérmica unos 7 centavos/kw/h. En comparación, los proyectos solares han estado aún en niveles caros, con costo de generación de 10 centavos/kw/h, pero esa cifra ha caído un 73% desde el año 2010.
De igual manera, la energía eólica ha reducido su costo en un 23% en el mismo periodo de tiempo. Y gracias a los proyectos que se están desarrollando en este y los siguientes años, la Agencia considera que los costos de generación de las energías alternativas seguirán bajando hasta ser competitivos o hasta más baratos que los combustibles fósiles el año 2020.
Según IRENA, los costos de generación eléctrica de proyectos eólicos y fotovoltaicos ya han alcanzado “bajos históricos” de 3 centavos por kw/h en países como Dubái, México, Chile, Brasil, Canadá y Alemania.
“La electricidad de fuentes renovables será pronto consistentemente más barata de aquella proveniente de la mayoría de los combustibles fósiles”, nota la Agencia en su informe, y agrega que “para el año 2020, se espera que todas las tecnologías de generación de energía renovable que están ahora en uso comercial caigan dentro del rango de costos de los combustibles fósiles, la mayoría de ellos en la parte más baja de este rango o incluso por debajo del precio de éstos”.
Bolivia: ¿proyectos costosos y anacrónicos?
Según datos del Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC), el 66,16% de la capacidad de generación eléctrica en Bolivia se concentra en centrales termoeléctricas (principalmente en base a la quema de gas, es decir un combustible fósil), el 29,72% en hidroeléctricas, mientras que las fuentes renovables son marginales: 2,91% en el caso de la solar y 1,21% la eólica.
Los proyectos del gobierno boliviano para aumentar la capacidad de generación eléctrica en Bolivia, a fin de exportar energía a países vecinos, consisten fundamentalmente en la construcción de megahidroeléctricas.
Sin embargo, se ha denunciado que éstas son costosas no solo en términos financieros y globales sino también en la generación de electricidad, de manera tal que sus precios no serían competitivos en los mercados a los que se pretende exportar.
La Fundación Solón ha publicado que el costo de generación de energía del Chepete sería de 5,5 centavos/kw/h, el de El Bala de 8 centavos/kh/h (Geodata). En Rositas, el costo sería de 7,4 centavos/kw/h (Eptisa). Y en Cachuela Esperanza el costo sería de 6,5 centavos/kw/h (Tecsult). En el mercado interno el precio mayorista al que se compra energía eléctrica, incluyendo IVA, es de 4,2 centavos/kw/h a diciembre de 2017.
En cuanto a la competitividad en los mercados donde se pretende exportar electricidad, Solón afirma que “según declaración del propio Ministro de Hidrocarburos de Bolivia en octubre de 2016, el precio de compra en Brasil por generación de hidroeléctricas entre el 2005 a 2016 tiene un precio de 52 dólares/MWh”, es decir de 5,2 centavos/kw/h.
Por tanto, la rentabilidad de los proyectos bolivianos depende de que el precio de compra en Brasil y Argentina suba por encima de los 70 a 85 dólares/MWh, o de 7 a 8,5 centavos/kw/h.
Algo difícil porque las energías alternativas empiezan a expandirse en la región con una tendencia cada vez más decreciente a nivel de costos de generación.
Si se toman los datos presentados por el informe de IRENA, los costos de generación de las megahidroeléctricas son también más caros que los de la generación eólica y solar, y la brecha será mayor en el corto plazo y en los próximos años.
¿Por qué bajan los precios de energías alternativas?
La Agencia internacional cree que hay tres principales razones para la sostenida reducción de los costos de generación de las fuentes alternativas: mejoras en la tecnología, un mercado cada vez más competitivo, y desarrolladores más experimentados en la industria.
Y se considera que los avances tecnológicos seguirán haciendo que estas fuentes renovables de energía sean más eficientes.
La intermitencia de ambas fuentes (su punto más débil en la actualidad) puede ser optimizada con instalaciones baterías de reserva de gran escala.
Según el estudio de IRENA, hasta el año 2017 ya se invirtieron más de un billón (millón de millones) de dólares en la industria de energías alternativas, creando alrededor de 10 millones de empleos.
Y mientras más aumente la capacidad de generación de energías alternativas, más bajarán los costos de generación eléctrica: al duplicarse la capacidad, las inversiones bajan en 9% y los costos de generación caen en 15%.
Al respecto, el sitio especializado en energías alternativas, Green Matters, asegura: “No sólo que la energía renovable y alternativa es beneficiosa para el medio ambiente, sino que en unos cuantos años será una mejor opción económicamente hablando para muchos negocios y habitantes”.