Mbappé anotó por duplicado y el argentino dio dos asistencias
Messi fue figura y PSG goleó al débil Ajaccio en la Ligue 1
El argentino se marcó un recital, con un gol y dos asistencias a un Mbappé que volvió a recuperar la sonrisa
Hasta la fecha el PSG es un equipo indominable, académico y sobre todo diligente. No necesita jugar de forma refinada para ganar, atributo básico para cualquier campeón. Ante el Ajaccio confirmó su buen momento en liga con un triunfo protagonizado por un enorme Messi, asistente de los dos goles de Mbappé y autor de un maravilloso tanto (0-3) que evitó que el campeón francés echase de menos a Sergio Ramos o a Neymar, ausentes por sanción.
Messi vertebra a un PSG en el que todas las jugadas pasan por el argentino y casi todas terminan en Mbappé. Sin Neymar, los otros dos socios se juntaron para firmar el 0-1. El argentino advirtió a su compañero al espacio y el francés remató al primer toque una jugada que se sabe de memoria. Tac, tac, como gritan los entrenadores. Al Ajaccio no le faltó personalidad, pero apenas pudo rescatar un saque de esquina y una falta lateral para acercarse a Donnarumma.
Mbappé pudo cerrar el choque antes del descanso, pero incomprensiblemente se le fue al limbo un remate fácil después de que Achraf le invitara a empujar el 0-2. Aunque el PSG acostumbra a estructurarse a partir de sus estrellas, Fabián Ruiz le dio orden y consistencia. Fue titular por segundo partido consecutivo, señal de que ha convencido a un Christophe Galtier que organizó nuevamente al equipo en un 4-3-1-2 que tanto gusta a Mbappé.
Messi se exhibió en el pase. Aunque siempre se entusiasmó con el gol, hace años que descubrió su pasión por organizar y repartir. Fue un recital en ese sentido. No se cansó de dar una asistencia tras otra, aunque el PSG no sentenció al Ajaccio. Pese a ello, el cuadro isleño fue inofensivo. Donnarumma no se vio realmente expuesto salvo un intento desde la frontal que tampoco supuso una amenaza seria para el arquero italiano.
Ante el amago de relajación apareció Messi. Siempre Messi. El argentino redondeó su exhibición contra el Ajaccio con una obra de arte. Tras un taconeo de Mbappé, se citó ante el arquero, le regateó y dejó boquiabierto a un rival que acabó por rendirse con el 0-3, también protagonizada por el francés y el argentino. En este caso, Leo dejó el balón para que Kylian remachara y confirmara un triunfo sólido que habla del PSG como un equipo intratable.