Real Madrid impone su jerarquía en el clásico frente al Barcelona
Nueva derrota del Barça en una semana trágica, esta vez en un Clásico en el que nunca tuvo opciones de ganar. Dos goles de Benzema y Valverde en la primera parte bastaron para desarmar a un Barça que no supo reaccionar, que se vio claramente superado por los blancos y que sólo inquietó a Lunin en el tramo final a la desesperada, cuando logró recortar diferencias. Pero un penalti de Eric a Rodrygo acabó con las ilusiones del Barça y certificó la primera derrota azulgrana en la Liga y la pérdida del liderato, que pasa a manos blancas. Tras el varapalo en la Champions, nuevo golpe duro para un equipo al que le faltó alma y confianza.
Con Sergi Roberto finalmente como lateral derecho, Koundé como central y De Jong como principal novedad en el centro del campo en detrimento de Gavi, el Barça salió a intentar controlar el partido y dispuso de las primeras ocasiones. Fueron intentos tímidos, tras buenas acciones de De Jong, Pedri o Dembélé, pero apenas inquietaron a Lunin. El Madrid, por su parte, renunciaba de salida al balón y esperaba bien cerrado atrás, esperando una ocasión para sorprender a la contra.
Así llegó el primer golpe del Real Madrid, prácticamente en la primera acción clara de ataque que tuvieron. Kroos se deshizo de Busquets, que no lo pudo frenar ni haciendo falta y lanzó la contra para Vinicius. El brasileño superó a Sergi Roberto por velocidad, se plantó solo ante Ter Stegen y el alemán evitó el gol en primera instancia con otra parada decisiva, pero el rechace le cayó a Benzema, que no perdonó. No habían pasado ni doce minutos y el Madrid ya mandaba en el marcador.
Poco varió el guión del partido tras el primer gol. El Barça seguía teniendo la posesión y el control del partido, pero no lograba crear peligro. Hasta que en el minuto 24 una buena combinación colectiva acabó en las botas de Pedri, que adivinó la entrada de Raphinha por la derecha y el centro del brasileño le llegó a Lewandowski. Pero el polaco, casi sobre la misma línea de gol, la mandó muy alta por encima de la portería.
Y de nuevo se repitió la misma historia. En pleno dominio azulgrana, tras dos nuevas llegadas que no inquietaron a Lunin, nueva contra del Real Madrid. La acción nació en un rebote afortunado tras un mal despeje de cabeza de Eric y tras un primer intento de Vinicius, el balón le cayó a Fede Valverde, que desde la frontal del área conectó un potente derechazo que superó a Ter Stegen y puso el 2-0 en el marcador.
Respondió de inmediato De Jong, pero Lunin rechazó el disparo del holandés. El Barça tenía el balón, pero un dominio estéril, porque apenas creaba peligro y porque pasada la línea de tres cuartos, la falta de precisión de los azulgrana era alarmante. El Madrid, en cambio, esperaba agazapado atrás y creaba peligro con muy poco. Dos llegadas claras al área de Ter Stegen y dos goles, la efectividad blanca era suficiente para doblegar el infructuoso dominio culé.
Nada más empezar la segunda parte, Benzema marcó un golazo, pero el árbitro lo anuló por fuera de juego. La posición antirreglamentaria no escondió la pasividad de nuevo de la defensa azulgrana, que dejó moverse por la frontal al francés con demasiada facilidad. El gol anulado mantenía las esperanzas del Barça de meterse en el partido, pero la inoperancia ofensiva era desesperante. Por si fuera poco, el Madrid se sentía cada vez con más confianza y empezó a tener el balón y a dominar el partido con posesiones largas, incluso con el Bernabéu coreando “oes” para humillación de los azulgrana.
Xavi decidió entonces mover el banquillo y con media hora por delante metió en el campo a Gavi, Ferran Torres y Jordi Alba. La entrada de Gavi aportó carácter a un equipo que sólo había cometido una falta en la primera mitad (y la hizo Lewandowski en ataque) y con los cambios el Barça recuperó el balón, pero seguía sin dar con la fórmula para superar a la línea defensiva del Madrid. Militao y Alaba eran infranqueables y ni siquiera había opción de poner a prueba al joven Lunin.
Las pocas acciones ofensivas del Barça morían en los pies de Dembélé, muy desacertado en la toma de decisiones y desafortunado en la tarde de ayer. Y para ser fieles a la tradición, el árbitro no señaló un penalti que parecía claro favorable a los azulgrana, esta vez por un derribo por detrás de Carvajal a Lewandowski. Pero ni el árbitro ni el VAR vieron nada punible y no se señaló la pena máxima, que le podría haber dado algo de esperanzas a los azulgrana.
Así fueron transcurriendo los minutos, con un Barça voluntarioso pero impotente, que no era capaz ni siquiera de poner nervioso al Madrid, que trataba de dormir el partido y esperaba otra contra para sentenciar definitivamente el duelo, aunque realmente parecía que llevaba ya muchos minutos sentenciado. Y entonces llegó el 2-1 que le daba vida a los azulgrana en los minutos finales. Buena acción de Ansu Fati, que acababa salir, por la izquierda, taconazo sutil de Lewandowski y gol de Ferran Torres. Quedaban apenas siete minutos y el Barça recuperaba una mínima esperanza. El alma de Ansu le dio algo de vida al equipo en el tramo final del encuentro y el delantero a punto estuvo de marcar el 2-2.
Pero en la acción siguiente Eric Garcia cometió penalti sobre Rodrygo y aunque el colegiado tampoco lo apreció, esta vez sí le avisaron desde la sala VAR. Lo fue a revisar y señaló la pena máxima. Lo lanzó el brasileño y aunque Ter Stegen le adivinó la intención e incluso tocó el balón, no pudo evitar el gol y ahí murió el partido. Nuevo golpe para el Barça de Xavi en una semana trágica y subidón de euforia para un Real Madrid que recupera el liderato.