El delantero del Real Madrid dijo presente con su selección
El 'otro Bale' hace soñar a Gales con el Mundial
Suyos fueron los goles que le dieron a Gales el pase a la 'final' de la Repesca Europea para el Mundial de Qatar en la que se tendrá que enfrentar al ganador del Escocia - Ucrania
Como los tenistas veteranos o los boxeadores de abultado historial, Gareth Bale elige sus batallas. En el fútbol son once contra once pero el galés, ya se sabe, es un jugador de golf encerrado en el cuerpo de un futbolista y actúa en base a ello. Así pues, el partido ante Austria lo tenía marcado en rojo y, cuando llegó la hora de equiparse el yelmo, no defraudó.
Suyos fueron los goles que le dieron a Gales el pase a la 'final' de la Repesca Europea para el Mundial de Qatar en la que se tendrá que enfrentar al ganador del Escocia - Ucrania (aplazado para junio) por una plaza que no consigue desde 1958.
Pese al ambiente festivo, lo cierto es que la selección de Gales, y los casi 30.000 aficionados que copaban el Cardiff City Stadium, comenzaron el partido con un susto en el cuerpo. Pasado el minuto tres, Baumgartner, en una rápida jugada, se plantó delante del meta local y quiso ajustar tanto el balón que lo estrelló en el larguero. Lo que pudo ser y no fue.
A raíz de ello, Gales se rehizo y conquistó el balón. Y las ocasiones. Y en una de ellas, de falta directa, Gareth Bale colocó el cuero sobre el césped, lo azotó de zurda y lo puso en la escuadra. In that order. Pareció fácil. Pero no lo es. Y es que el galés no engañaba a nadie con aquella famosa pancarta (Wales. Golf. Madrid) y frente a Austria lo volvió a demostrar por si había algún despistado. Ni molestias ni dolores. Con su selección es otro jugador. 'Otro Bale'. Nada como una bandera para curar todos los males de un extremo de extremos. Adorado en Cardiff, odiado en Madrid.
Sufrir para poder vivir
Ya en la segunda mitad, Gales no pisó el freno y al ver a la Austria de Alaba (que jugó de lateral izquierdo) contra las cuerdas, puso la directa. De nuevo Bale, recogiendo un balón en el área, batió a Lindner de un disparo cruzado. Más adorado aún en su casa el madridista.
Tras ello, el partido se calmó y Gales se limitó a seguir con su tarea de conservar el marcador pero no le salió del todo y Davies, con un gol en propia puerta, puso picante al partido y a los austriaco sobre la pista de un empate que finalmente no consiguieron. Así, la Gales de Bale sigue con opciones de estar en Qatar mientras que la Austria de Alaba lo tendrá que ver desde el sofá.