Del libro: RECUERDOS DE MI TIERRA de Tomás O’Connor d’Arlach
CIELO Y TIERRA DE TARIJA Una escena del año 1826
Por vez primera el General O’Connor
llega a ocupar la plaza de Tarija;
haciendo alto en la cuesta de Iscayachi,
en nuestro valle con amor se fija
y respira la brisa perfumada
de nuestro claro río y sus riberas,
contempla nuestro cielo de zafiro
y nuestras bellas, plácidas praderas,
—y ¡es el cielo de Nápoles!—murmura;
mira del río la una y la otra banda,
y al sentir el olor de la tierra húmeda,
—siento—exclama—tu olor, tierra de Irlanda!
Y en verdad, Tarija mía,
es el de Italia tu cielo,
y tu fértil, bello suelo
es el de la verde Erin;
y tu clima delicioso
de perpetua Primavera,
te torna en una pradera,
en un hermoso jardín.