Del Libro:
Juegos de las 4 Estaciones El folklore infantil Tarijeño
El folklore infantil Tarijeño



EL TROMPO:
Al igual que la rayuela nos remonta a las ceremonias antiguas. Es un juego de destreza conocido en muchos pueblos del mundo. El trompo más antiguo encontrado hasta hoy fue encontrado en Troya. Otros ejemplares aparecieron en las ruinas de Pompeya. En la Roma de Catón se recomendó el trompo como un juego preferible al de dados para los niños. En la Edad Media, las aldeas, parroquias y aún ciudades europeas poseían trompos gigantescos, que las cofradías y hermandades, hacían girar ritualmente en ocasión de ciertas fiestas. En algunas regiones de Inglaterra aún existe una fecha fija para jugar al trompo y es lícito apoderarse del que juega fuera de estación, siendo esto un resabio de las carreras de trompos que fueron famosas en la Inglaterra del Siglo XIV y que se efectúan al son de canciones que aún subsisten. “Dormir como un trompo” es un dicho que proviene de la expresión “el trompo se ha en dormí” cuando cesaba de girar o era retirado hasta el año siguiente.
En Oriente, se encuentran trompos de todas formas. En ciertas regiones rurales son construidos en conchas de las cuales se han limado completamente las partes salientes puntiagudas. Los japoneses fabrican trompos de varias clases, el más original el denominado “trompo parturiento” (en japonés, así como en otras lenguas, “trompo” es un término femenino), que condene, como la “matrioska” rusa, pequeños trompos que salen del grande -madre-, cuando este comienza girar.
Además del trompo clásico -que es el nuestro-, hay algunos de mango largo, que se ponen a girar haciéndolos girar rápidamente con las manos. El trompo alemán es uno de metal, hueco y con orificios, que emite un sonido musical cuando, apretando una barrita espiral que emerge de la cabeza, se lo hace girar. El trompo ya existe en el Egipto Antiguo, y se lo conoce en todos los continentes y pueblos.
EL TROMPO EN TARIJA:
Una suerte de trompo llamado perinola, que es una peonza pequeña desapareció en Tarija a comienzos del Siglo XX. Este llevaba inscritos letras o números en sus caras. Ambos, perinola y peonza son juguetes de madera que se hacen bailar con los dedos. La expresión “bailar como una perinola” es corriente en esta ciudad, pero ya mi generación, no conoció la perinola ni la peonza.
El trompo tarijeño es de palo de naranjo porque esta madera no se raya y tiene el peso adecuado para que su baile sea duradero porque, si el peso es excesivo, el baile dura poco. La cuerdita delgada es el elemento indispensable para darle movimiento.
Este juego, como el de las bolitas, tiene su propio vocabulario:
- Pajita o Sedita: Trompo de baile suave, así como el rumor que produce al hacerlo.
- Cucarra: Trompo saltarín, sea porque su púa no está suficientemente recta y en ángulo recto respecto al eje del trompo o porque es de madera inadecuada. Se corrige afinando el ángulo y enrectando la púa.
- Picazo: Cuando el trompo “pica” con su púa en una moneda. -Panzazo: Cuando la moneda es golpeada con la panza del trompo. En ocasiones, la panza está claveteada de tachuelas para que golpee más fuerte, de manera que pueda hacer volar la moneda lejos del punto de partida.
- Cuchillito: Alzar el trompo, con el canto de la mano.
Desarrollo del juego:
1º Se trazan dos rayas paralelas a unos 4 metros de distancia.
2º Los contendores hacen bailar sus trompos.
3º Los jugadores ponen una moneda en una de las dos rayas, a 50 cm. una de otra.
4º Sale primero, el jugador cuyo trompo permanece bailando más tiempo.
5º Antes de empezar se establece la forma de alzar el trompo con el dedo índice o a “cuchillito”
6º El primer jugador lanza su trompo, tratando de golpear la moneda propia para sacarla de la raya. La de un “picazo” con el trompo que sigue bailando, cuando comienza a detenerse, lo alza en la mano y le da el panzazo procurando mandarla lo más lejos posible.
7º Gana aquel que manda su moneda más lejos.
En este juego hay apuestas: Pueden ser los propios trompos, bolitas e incluso monedas.
A Perder Trompos:
1º Se traza un círculo en la tierra y larga esta vez, aquel cuyo trompo baile menos tiempo, pues se convierte en la “victima”, en tanto que el jugador es “el verdugo”.
2º El “verdugo” mide su cordel; calcula con precisión y lanza el trompo, tratando de partirlo con este golpe. Esto ocurre muy rara vez al primer intento.
3º Es el turno de la “victima” inicial, que ahora se convierte en “verdugo”, y así y otra hasta que uno de los dos trompos se parte. Así se pierde un trompo.
Nuestro trompo, es el clásico, se envuelve alrededor de él un cordel de tamaño adecuado, el jugador toma el trompo, sujeta el cordel en uno de sus dedos y lanza el trompo a la vez que retiene el cordel imprimiéndole de esta forma un movimiento rotatorio. Puede hacer con este un movimiento brusco hacia sí, antes de que termine de desenrollarse, y recoger el trompo en la palma de la mano para desde allí lanzarlo, bailando, sobre la moneda para hacerla saltar.
LAS PEPITAS:
El juego Tarijeño de las “pepitas” tiene un pasado secular en los huesos del tarso de los pequeños rumiantes: corderos, cabras, venaditos, etc. Pues son los antepasados de los dados y se los ha conocido en los cinco continentes.
Desde tiempos remotos se ha distinguido entre los huesecillos el “astrágalo”, cuya forma tan particular hizo supone que poseía virtudes mágicas por lo que se usaba para predecir el futuro, también para las apuestas y frecuentemente para el juego de los “Huesillos”: Dioses y héroes se ven pintados en las cerámicas griegas jugando a este juego. Sófocles atribuye la invención del juego de los huesillos a Palámedes que habría enseñado sus reglas a los soldados que sitiaron Troya.
Los niños griegos poseían huesillos como los nuestros. Un puñado de ellos era considerado un premio. Como juego de azar, cada faz tenía un valor numérico a que a menudo era grabado sobre ella como los dados actuales.
Estos “astrágalos” eran hechos de bronce o de marfil entre los griegos, romanos y otros pueblos antiguos. En el África negra, los huesillos son sólo de encantamiento; para juegos equivalentes emplean cascajo o frutitos silvestres. Existen numerosas variantes de este juego; los esquimales de Groenlandia emplean falanges de delfines, dándoles significados o representaciones según el número: un solo huesillo representa los hombres y los animales; un grupo, las casas, tiendas y kayaks. Con estos antecedentes describiremos las “pepitas” y luego “las tabitas”.
Las Pepitas: Es un juego propio del invierno. En nuestro juego, se han sustituido los astrágalos por pepas, carozos o semillas de durazno, de ahí el diminutivo “pepitas”.
Se usan 5 “pepitas” y una bolita de vidrio a la que denominamos “picacha”. Se juega sobre una loza, pues la bolita debe retumbar.
REGLAS:
-Se colocan las pepitas en forma ordenada y lo suficientemente separadas para que la mano del jugador las pueda recoger de a una -o por grupos- sin tocar las demás. Por ejemplo formando un cuadrado y otra al centro. Sólo cuando ya hay la suficiente maestría, se las lanza dispersas.
1º- Figura: Se lanza la bolita al aire, se recoge una pepita y se atrapa la bolita antes de que caiga al suelo. Se continúa así hasta levantar las 5 pepitas.
2º Figura: Se lanza, la bolita y se recogen las pepitas de a 2 y luego una.
3º Figura: Se lanza la bolita y se recogen 3 pepitas y luego las otras dos.
4º Figura: Se recogen cuatro pepitas más una.
5º Figura: Se deben recoger las cinco pepitas, antes de que caiga la bolita.
Quien primero ha logrado completar las cinco figuras, gana. Si alguien yerra en la ejecución de las figuras, cede el turno al siguiente jugador, quien cuando le vuelva a tocar jugar, recomienza el juego donde se quedó.
Este bonito juego no es tan fácil como parece, si tenemos en cuenta la pequeñez de las manos de los jugadores cuando las pepitas están dispersas.
EL ENCHOQUE:
No es otro que el tan conocido juego del “balero” o “choca” como se lo conoce en el interior del País, también se lo ha jugado y se juega en diversas partes del mundo bajo nombres diferentes.
El juguete en sí, suele ser de madera, de marfil, de hueso o plástico, pero la finalidad es siempre la misma, tratar de hacer entrar una bola, un cilindro, un anillo o un hueso que se balancea al extremo de un cordón, en una espiga que se sostiene en una mano.
Los esquimales canadienses lo denominan “ajaqaq” y lo esculpen en huesos de animales marinos, practicándoles varios agujeros de diferente tamaño. Dotados tradicionalmente de un gran valor mágico, se juega en el invierno y al comienzo de la primavera para apresurar el retorno tan esperado del sol. Tienen reglas estrictas para contar los puntos.
Hubo una época en la que “le noble jeux du bilboquet”- el noble juego del balero, fue el pasatiempo de reyes y cortesanos en Francia. Los indios de la costa noreste del Canadá practican con gusto este juego y en otros tiempos lo hacían con apuestas de alto valor económico, tales como canoas, mujeres, esclavos e incluso joyas totémicas de cobre, muy caras a los jefes de las tribus.
Dado que el balero es un juego por demás estimado en muchos lugares del Mundo, ofrecen también variantes además de la forma universal que conocemos. Algunos tienen uno de los extremos del mango ligeramente encorvado, en tanto que otros lo tienen puntiagudo. Los japoneses juegan con un balero de tres bolas pintadas de distinto color que, una a una, deben entrar en el palito, reteniendo contra el mango primero, dos bolas y luego la última.
El “enchoque” cuyo nombre deriva de la acción de chocar la bola o cilindro, contra el palito, es un juguete popular en nuestro medio, formado por un palito ahusado y una carreta vacía de hilo, envuelta con alambre para darle peso. Estas dos partes están unidas por un fuerte cordón. El jugador sujeta el palito -que esta encajado en otra carreta o madera, para asirlo con comodidad-, y haciendo oscilar la otra parte, trata de encajarla en el palito.
Actualmente el “enchoque” ha sufrido un eclipse como en otros tiempos pasó con el aro y el yo-yo que fueran tan populares en la infancia de mis padres.
LA PESCA:
Ha llovido ya un par de veces abundantemente, con lo que las aguas de los ríos se han purificado y han salido los peces (doraditos, llausas, carachas) que se mantienen tranquilos porque el agua esta turbia y no ven los anzuelos. Los niños y, a veces, las niñas acompañan a sus padres o hermanos mayores a la pesca.
La caña de pesca casera es una caña-hueca de la cual pende un plomito alargado y en el anzuelo unas lombrices de tierra. También los niños bucean en los lugares poco hondos para pescar sin anzuelo.
Las niñas sumergen su sombrero alón (dentro del cual han puesto migas de pan) y lo sujetan con una piedra. Los pececillos no tardan en caer. Entonces ellas levantan el sombrero que dejan escurrir el agua y en el recipiente adecuado echan los pescaditos.
Otra manera de pescar sin anzuelo, consiste en abrir una botella por su base, restregándola contra una losa, hasta que la base se desprende. En el interior se coloca un amarro de lombrices. Se ubica la botella en un lugar adecuado, afirmándola con unas piedras, cuando un pez entra en la botella, se saca para destinarlo a un recipiente.
DICHOS Y REFRANES (Tradición Oral)
Los niños van captando sin prisa el sentido de los dichos y refranes que les son dirigidos o que, simplemente, escuchan en su medio social; sobre todo aquellos que se valen de nombres de animales y, en general, de un lenguaje simple para enseñarles lecciones inolvidables que la sabiduría popular ha creado para ellos.
Guagua que no llora no mama.
Quien come queso sin pelar, come m....sin pensar.
Tener plata como dientes de gallo.
Silencio rana, que el sapo está en cama.
La víbora cambia de cuero pero no de maña.
Perro que ladra no muerde.
Usted hablará cuando mee la gallina.
El mono, aunque se vista de seda, mono nomas se queda.
Cada oveja con su pareja.
Maldición de gallinazo no mata caballo.
La cabra tira al monte.
Chancho limpio nunca engorda.
En menos que canta un gallo.
Ponérsele a uno la carne de gallina.
Gente mala no muere ni ha bala.
Toda oferta es deuda.
Buena vida y poca vergüenza.
Velas y buen viento.
Como pedirle peras al olmo.
Amor sin besos es como tallarín sin queso.
No escupas arriba porque a la cara te cae.
Quien ríe último, ríe mejor.
En boca del zonzo, abunda la risa.
Sin pies ni cabeza.
Palabra suelta no tiene vuelta.
Ya te digo que me duele el ombligo.
A la muerte de un obispo.
Lo lindo encanta, lo fiero espanta.
Lo prestao es parte de lo regalao.
El burro más manso da la patada más fuerte.
Cada carancho a su rancho.
Una tarea sin hacer, suele crecer.
Como patada de burro.
Como puñetazo a media noche.
Del dicho al hecho hay mucho trecho.
Ojos que no ven, corazón que no siente.
El ladrón cree que todos son de su condición.
El que acaba primero, ayuda a su compañero.
Quien habla de Roma, pronto se asoma.
En boca cerrada no entran moscas.
Más vale maña que fuerza.
El hábito no hace al monje.
El que va a villa pierde su silla.
Quien no arriesga no gana.
Hijo de tigre, overo tiene que ser.
Esperanzas verdes.
Ponérsele a uno los pelos de punta.
Donde el diablo perdió el poncho.
En los quintos infernos.
Temblarle las tabas.
Quien mucho abarca, poco aprieta.
En un abrir y cerrar de ojos.
A mal tiempo, buena cara.
Pagar justos por pecadores
Donde come uno, comen dos.
Querer uno a alguien como al dolor de muelas.
Más viejo que andar a pie.
Encima relumbrando, abajo chichichendo.
En un abrir y cerrar de ojos.
Como alma que lleva el diablo.
Como uña y carne.
Como su sombra.
Como pedrada en el ojo.
Como pan que no se vende.
ARROZ CON LECHE:
Es una ronda cerrada, al centro de ella una niña acuclillada es la “viudita” del conde laurel. La rueda gira danzando y cantando; la viudita, cubriéndose el rostro con las manos explica que busca marido y a continuación hace la elección. Puede preferir un varoncito o una mujercita, ello carece de importancia. En todo caso resulta funcional cuando la ronda es sólo de niñas.
“arroz con leche” es una antigua ronda española, muy difundida en Hispanoamérica.
Subsiste con su preciosa melodía original en España
CORO
Arroz con leche
Me quiero casar
Con una señorita
De San Nicolás.
Que sepa coser,
Que sepa bordar
Que sepa abrir
La puerta para ir a jugar.
SOLO -La viudita, cubriéndose el rostro con las manos-
Yo soy la viudita
Del conde Laurel
Que quiero casarme
No sé con quién.
Retira las manos de la cara y señalando a sus compañeros canta:
Con este sí,
Con este no.
Con este jovencito
Me caso yo.
La viudita abraza al elegido o si es más pequeño lo levanta y giran ambos, repitiendo: “Con este sí... “Sí se trata de una niña dice: “con esta señorita me caso yo...”
MAMBRÚ SE FUE A LA GUERRA:
Mambrú es un héroe real de los franceses cuyas hazañas en el campo de batalla fueron legendarias; los niños se apropiaron de la canción que canta su gloria y la convirtieron en ronda. Esta es una ronda abierta, sus integrantes tomados de la mano van y vienen moviendo los brazos y cantando marcialmente.
Y no sé cuándo vendrá.
Ja, j aja
Ja,ja,ja,
No sé cuándo vendrá.
Al frente, un niño solo interviene:
Vendrá para la pascua
Chirivín, chirivín, chin, chin.
Vendrá para la pascua
O para la navidad.
Ja,ja,ja
Ja,ja,ja.
O para navidad.
El coro retoma su movimiento y canta:
La navidad se pasa
Chirivín,chirivín,chin, chin.
La navidad se pasa
Mambru no vuelva más
Ja,ja,ja,
Ja,ja,ja.
Mambrú no vuelve más.
Niño solo:
Mambru ha muerto en guerra
Chirivín, chirivín, chin, chin
Mambrú ha muerto en la guerra
y lo llevan a enterrar
Ja,ja,ja,
Ja,ja,ja.
Lo llevan a enterrar.
CORO
Con cuatro oficiales,
Chirivín,chirivín chin,chin.
Con cuatro oficiales
Y un cura sacristán
Ja,ja,ja,
Ja,ja,ja,
Y un cura sacristán.
LA FAROLERA:
La farolera se cayó
En la calle tropezó
Al pasar por un cuartel
Se enamoró de un coronel
Alcen las banderas
Para que pase la farolera
Por la puerta “El Sol”
Suba la escalera
encienda el farol.
Dos y dos son cuatro,
Cuatro y dos son seis,
Seis y dos son ocho
y ocho: diez y seis,
y ocho veinticuatro
y ocho treinta y dos.
Anima bendita
Me arrodillo en vos.
VIDE-VIDE:
Dos escolares se ponen de acuerdo para el “vide-Vide”, que consiste en compartir, forzosamente, el “recreo” es pequeño refrigerio, con el compañero con quien se acordó el juego. Cada uno busca sorprender al otro gritándole: “vide-vide”- cuando lo sorprende con el refrigerio en la mano. Para que no suceda esto, en cuanto se ve al otro, se le grita: “Alto vide”.
LAS CUMITAS:
Dos niñas deciden hacerse “cumitas”-comadres-, se toman de los dedos meñiques, diciendo la formulita: - “Cuma, cumita, a nunca enojarse, a todo partirse”. Un tercero, que también puede ser un adulto “corta” con el contacto de la mano la unión de los meñiques, lo cual equivale a un juramento, porque sanciona esta relación especial que se expresa en una amistad solidaria y desprendida. Si llegaran a enojarse, una de las “cumitas” -o ambas-, toma un poco de tierra, la pone en la palma de la mano y, soplándola hacia la otra le grita:- “Me enojo para siempre...¡”, con lo que termina el comadrazgo, sin embargo, algunos duran toda la vida.
¡ALTO CAMPANA!:
Dos niños acuerdan jugar este juego, que consiste en sorprender al otro, cuando está fuera del aula, buscándolo sigilosamente para darle un cogotazo o un puntapié, pero si el posible agredido se da cuenta del peligro, grita: “Alto campana!”, se salva; igualmente puede decir “alto campana”, si desea no correr riesgos durante el descanso. Las chicas también juegan al “Alto campana”, pero en vez de dar y recibir golpes, se juega el refrigerio.
LA ROCHA:
El escolar o colegial sale de casa para asistir a clases, pero desvía su camino hacia el río, la quebrada de El Monte, La Loma, alguna plaza, El Tejar, etc.. Se hace “la rocha”, normalmente en compañía de otros “rochistas”. En España se denomina a esta indisciplina escolar “hacer rabona” o “hacer novillos”. En Tarija, aún subsiste la denominación tradicional de “hacerse la rocha”, o “hacer rocha”. Los maestros reprochan a sus alumnos pillados en esta situación: -”ustedes se ha hecho la rocha”, y los padres: “Ajá, rochista...” “Así que te haces la rocha”
El origen de la designación tarijeña de esta falta escolar la descubrimos en la hermosa novela histórica “Juan de la Rosa” de Nataniel Aguirre, en la que se lee que los niños se escapaban para nadar en el río rocha, que atraviesa Cochabamba.