Los trabajadores del nosocomio redujeron de 1.300 a 970
El Hospital de Tarija, entre la carencia y el abandono
Actualmente el Hospital Regional de Tarija apenas tiene 10 camas para terapia intensiva, todas ocupadas y se desocupan cuando algún paciente muestra mejoría o muere



Hablar de las deficiencias del Hospital Regional San Juan de Dios (HRSJD) pareciera haberse naturalizado año tras año. Pero ahora otra vez están en la mira por denuncias de malas atenciones, mala praxis, como también por la falta de personal en salud, de medicamentos, equipamiento y por su infraestructura deficiente, entre otras observaciones. Hablar de soluciones parece imposible, el argumento es que no hay recursos económicos.
¿Cómo está actualmente el HRSJD? El País ha realizado un recorrido por las instalaciones del único hospital de tercer nivel del sistema público en Tarija, y ha podido constatar el abandono de la infraestructura, mobiliario viejo, paredes desgastadas y pisos rotos. Un ambiente tétrico.
Los pacientes parecen resignarse a hacerse atender en estos ambientes a pesar de sus deficiencias, pues es el único hospital público y pretender una mejor atención en alguna clínica privada supone erogar grandes gastos económicos, situación que no todas las familias están en condiciones de costear.
Se intentó conversar con el director del HRSJD, Dulfredo Ozuna, para conocer a detalle cuáles son las necesidades urgentes de este nosocomio, pero no se pudo lograr la entrevista con la autoridad.
Abandono intencional
El Sindicato de Ramas Médicas en Salud Pública (Sirmes) conoce la realidad de este hospital. Su dirigente, el doctor Marcos Oliva, está seguro que en el HRSJD hay un “abandono intencional”.
“El abandono efectivamente ha sido de muchas gestiones, unas más, unas menos, pero nunca como esta, porque la actual administración de la Gobernación no hizo nada por el hospital. Si la población entra, puede ver la infraestructura, el mantenimiento de techos, pisos, baños, no han tenido la mínima intención de refaccionarlos”, expuso.
Oliva confirmó que una de las grandes deficiencias que se tiene en el HRSJD es la falta de equipamiento, ya que no se ha adquirido nada nuevo, y todo lo que ha quedado fue abandonado, mal usado o no recibió mantenimiento.
Equipamiento abandonado
Esto ha sido confirmado en días pasados por la secretaria de Desarrollo Humano de la Gobernación, María Lourdes Vaca, quien aseguró que existe equipamiento que se ha comprado en la época de la pandemia del Covid-19 y ahora está votado, entre ello, hospitales móviles. Atribuyendo responsabilidad a la anterior administración de la Gobernación dirigida por Adrián Oliva.
Vaca también responsabilizó al exgobernador Oliva de no haber invertido recursos en salud, además de haber dejado a “clanes familiares” para que manejen el HRSJD. Lamentó que se utilice la salud para hacer política, además enfatizó que algunas de las necesidades no han podido ser atendidas debido a que han recibido una Gobernación en crisis, tarea que la actual administración “lo está resolviendo”.
Según el reporte del Sirmes, la anterior administración de la Gobernación había dejado aproximadamente 54 unidades de terapia intensiva (respiradores, monitores, bombas, camas, aspiración, y otros complementos), los cuales fueron utilizados en la pandemia y quedaban como legado para dicho nosocomio.
Sin embargo, el médico Oliva detalla que la infraestructura en donde se atendían los pacientes con Covid-19 ha sido abandonada, ya que inicialmente fue entregada como casilleros para estudiantes de una universidad, y por otro lado, trasladaron las dependencias administrativas de estadística e historias clínicas, desperdiciando este espacio que podía haber continuado como área de terapia intensiva.
“Actualmente el HRSJD tiene apenas 10 camas en terapia intensiva y que todos los días están ocupadas, la única manera de conseguir un espacio es lamentablemente ante el pase precoz de algún paciente a alguna sala, o ante la defunción. Cuando en la infraestructura del Covid funcionaban activamente 17 camas, o sea, si seguíamos sumando podíamos tener 27 camas de terapia intensiva y nos transformábamos en el centro vendedor de servicios de terapia intensiva del departamento y departamentos vecinos”, mencionó.
Consultado sobre quién tiene la responsabilidad del abandono de estos equipos, Oliva dijo que es de la actual gestión de la Gobernación, porque las autoridades de la anterior administración ya se han ido.
Recursos humanos
Desde el Sirmes señalan que el número de profesionales en salud actualmente llega a 970 trabajadores en el HRSJD, cuando en la anterior gestión superaban los 1.300. Sin embargo, refieren que de los que quedaron, alrededor de 140 trabajadores han sido trasladados al Materno Infantil.
En esa misma línea, Oliva –haciéndose cargo de sus palabras- aseguró que existe personal trabajando sin sueldo, con contrato no firmado, desde el mes de enero hasta la fecha. Agregó que en la anterior administración tenían alrededor de 144 trabajadores con contrato, pero que ahora no pueden cumplir con 40.
Equipamiento Según el reporte del Sirmes, la anterior administración de la Gobernación había dejado aproximadamente 54 unidades de terapia intensiva
Cuestionó que a pesar de haber “desmantelado” al HRSJD a la fecha la Gobernación no está pudiendo hacer funcionar el Hospital Materno Infantil, advirtió que de tener una capacidad 283 camas, apenas funcionan 14 y no todas están operativamente funcionando.
Otro de los argumentos rebatidos a la Gobernación, es que la salud no solamente es competencia de los municipios y Gobierno, como está señalando el ejecutivo, sino que la Ley Marco de Autonomías vuelve la dotación de ítems una tarea concurrente. Desde el Sirmes señalan que la Ley 104 de los ítems de la Gobernación, solamente genera 629 ítems y ahora se niegan a pagar, cuando en comunicación destinan 5 millones de bolivianos en su presupuesto. Además, hacen énfasis que el Ministerio de Salud desde el 2018 a la fecha ha garantizado 1.343 ítems.
¿Demoler el HRSJD?
Cabe recordar que a inicios de la gestión 2024, el gobernador de Tarija, Oscar Montes, había señalado que el HRSJD ya no admite nuevas reparaciones y en consecuencia se debe demoler para construir una nueva infraestructura.
Pero desde el Sirmes señalan que la historia ha mostrado que todos los hospitales antiguos pueden ser reformados y remodelados, pero nunca demolidos. Como ejemplo se mencionó la infraestructura del Complejo Hospitalario Miraflores de La Paz, el Hospital Santa Bárbara de Chuquisaca, el Hospital San Juan de Dios de Santa Cruz, el Hospital Bracamonte de Potosí, lugares en donde preservó el hospital histórico, se lo actualizó y remodeló.
Mala praxis en el HRSJD
Respecto a las denuncias de mala praxis médica, Oliva, a tiempo de poner de ejemplo el caso de Daniela, el último más sonado, dijo que corresponde hacer una auditoría técnico-administrativa.
“Pero quiero aclarar que una auditoría no busca culpables, eso lo hace la justicia. Lo que busca es analizar el proceder de los médicos y personal de salud que ha participado en esa atención u otras, para ver si se ha brindado en base a la calidad, calidez, protocolos, normas, para atender a un paciente. No puedo no reconocer que existe personal que lastimosamente ha devaluado la personalización, la empatía, entrega, cumplimiento, responsabilidad y compromiso, pero esa es la particularidad y no sería bueno que lo vuelvan general, porque hay quienes estamos en el hospital haciendo la tarea”, manifestó.
Atenciones que valen Bs 8.000
Pablo B., un paciente que ha preferido no dar su nombre completo, señaló que ha llegado al HRSJD en busca una endoscopía para retirar cálculos de la vía biliar, pero se ha topado con la noticia que el hospital no tiene este equipo desde hace meses atrás, por lo que debe acudir a una clínica privada, lugar donde el procedimiento supone un gasto superior a los 8.000 bolivianos.
Marina F., una señora que viene desde el área rural de la provincia Cercado, relató que para encontrar una ficha ha tenido que madrugar por dos días, uno de ellos a pesar de haber estado a las 5.00 de la mañana, no ha encontrado, pues en el siguiente tuvo que estar a las 03.00 para poder hallar un cupo. “Ahora hace frío, imagínese tener que estar parados ahí afuera en la madrugada, los dedos se entumecen, uno viene por una causa, pero de yapa te vas resfriado”, relató.