En riesgo la seguridad alimentaria en fronteras por el contrabando
Para el analista político y profesional en relaciones internacionales, Francisco Solares, el único favorecido por el contrabando a la inversa es el comerciante en las regiones fronterizas, que a pesar de vender más o generar más ingresos, no le interesa la inseguridad alimentaria que puede provocar.
“Tradicionalmente el contrabando se daba cuando el producto argentino entraba sin control al territorio boliviano, porque la moneda argentina con el tiempo pasó a perder cierto valor, pero ahora la situación se ha volcado y la moneda boliviana está cada vez más depreciada y el peso argentino se ha fortalecido”, explicó.
LEA TAMBIÉN: En un operativo hallan contrabando de alimentos subvencionados
Solares señala que pese al fortalecimiento del peso, los productos elaborados en el vecino país aún son caros para sus ciudadanos. Pero aumentó su poder adquisitivo, lo que le permite venir a Bolivia y hacer compras.
Frente al contrabando a la inversa, el gobierno de Luis Arce ya ha sacado un decreto para la participación activa de las Fuerzas Armadas en las fronteras. Sin embargo, señala que los intereses de grupos que tienen algunos nexos “políticos” hacen que ciertas zonas no tengan control.
“Yo creo que hay que redoblar y tener mayor control de los pasos ilegales, porque la Policía y Fuerzas Armadas saben dónde están”, apuntó Solares, a tiempo de agregar que en esta tarea también deben apoyar los gobiernos municipales.
El analista dejó en claro que el contrabando a la inversa solo beneficia al comerciante informal, que compra los productos de las empresas locales y lo revende o saca vía contrabando en la frontera, generando una falsa sensación de beneficio a las industrias nacionales, pero poniendo en riesgo la seguridad alimentaria en territorio nacional.