Del efecto electoral del fuego a la “reagrupación del MIR”
Tras el fracaso de la iniciativa política del referéndum, la agenda se ha copado con temas de crisis, la convocatoria a Fiscal y sobre todo, con los efectos de los incendios en todo el país
No está el momento para chistes de incendios, pero lo cierto es que se pueden convertir en una gran cortina de humo muy útil – políticamente hablando – para un gobierno “quemado” y también para una oposición dispuesta a utilizar cualquier argumento para “hacerlo arder”.
La semana pasada se consumó una derrota política exprés: el referéndum impulsado por el propio presidente para avanzar políticamente en tres frentes: quitar la subvención a los combustibles, anticiparse al conflicto por curules y cerrarle la puerta a Evo Morales para las elecciones de 2025 con una interpretación sesgada sobre el punto constitucional que habla de la reelección. En poco más de un mes la iniciativa “audaz” se convirtió en el enésimo fracaso de este gobierno que sin embargo, apenas ha tenido espacio en la agenda porque rápidamente se han construido hasta tres barreras aprovechando los elementos:
Para la primera bastó con un video de Luis Arce, otro video, explicando la situación económica, con sus causas y responsabilidades – siempre de terceros – y las medidas tomadas que, al parecer, siempre fueron acertadas, aunque la situación se haya enquistado. Que faltan dólares por la falta de gas y por el incremento de tasas de interés en los países centrales es evidente. El papel que tuvo Arce en aquel Gobierno del que era ministro y artífice del “milagro” para unos y simple “cajero” para otros se brinda más al intercambio de ideas.
La segunda ya estaba lanzada, pero ha tomado densidad: se busca Fiscal General del Estado para los próximos seis años y es bastante visible que, de nuevo, el ministro de Justicia está operando esa elección. Sobre todo por el ruido que levanta a su alrededor. El poder del Ministerio Público en Bolivia es bastante evidente en lo que se refiere a la política, pues es conocido que el momento clave de cualquier investigación es cuando se abre y se detiene hasta la audiencia cautelar y el resto va a otro ritmo.
La tercera es la de los incendios, un asunto que se repite cíclicamente cada año entre que se acaba el invierno y empieza la temporada de lluvia y que este año se está dando con mayor virulencia por causas externas – el alza de los precios de los alimentos, las urgencias de expandir la “frontera agrícola” antes de cualquier acuerdo con la Unión Europea – e internos – la relocalización demográfica, las autorizaciones para los biocombustibles, etc., -.
Impacto electoral
Para algunos las movilizaciones por los incendios de la Chiquitania en 2019 fueron el catalizador de las movilizaciones que acabaron con el gobierno de Evo Morales, y lo cierto es que fue en uno de esos cabildos multitudinarios en Santa Cruz donde Luis Fernando Camacho, entonces un semidesconocido presidente cívico, verbalizó aquello de la “desobediencia civil” en el caso de que Morales volviera a ganar las elecciones pese a los resultados del referéndum de 2016. Todo el mundo sabe y tiene su propia opinión de lo que sucedió a continuación.
Queda más de un año para elecciones, por mucho que el Tribunal Supremo Electoral quiera tener el próximo agosto ya el nombre de los candidatos sobre la mesa y muy pocos prevén que se dé un adelanto electoral en Bolivia ni siquiera si se agudiza la crisis, básicamente porque no hay muchas salidas alternativas a la misma.
En la oposición creen que el MAS continuará deteriorándose en los próximos meses porque no ha resuelto su problema principal, que es el de elegir un candidato. La posibilidad de encontrar un candidato de consenso se ha complicado en la medida en que Andrónico Rodríguez, que era el más popular, se ha colocado más nítidamente al lado de Evo Morales (lo que para algunos fue una trampa del propio Evo para evitar competencia), en esas, y ya sin primarias ni referéndum ni ninguna otra herramienta que pudiera despejar las tensiones, estas solo irán a más. En su escenario ideal contemplan que el MAS acabe quebrando y Arce y Morales concurran como candidatos con siglas diferentes.
En el evismo creen que se ha hecho lo más complicado, que Arce está de caída y que con las elecciones judiciales convocadas, el refugio del Tribunal Constitucional está neutralizado. También el Tribunal Supremo Electoral ha dado señales de “independencia” respecto al ejecutivo.
El escenario está abierto y el desgaste irá a más mientras la oposición sigue especulando con sus posibilidades.
Las movilizaciones por los incendios de 2019 sirvieron para anunciar la “desobediencia civil” si ganaba Evo
La semana opositora: El “MIR” se reagrupa
Sin novedades entre los “grandes partidos” de la oposición, que se han concentrado esta semana en dinamitar el mensaje de Arce primero y en aprovechar el efecto del humo para denunciar la ineficiencia, los que han movido ficha han sido las dos plataformas creadas en los círculos miristas del occidente y del oriente, y aunque era un secreto a voces, finalmente Juan del Granado con sus Sin Miedo y Vicente Cuéllar con su Cambio 25 han anunciado una suerte de fusión que define de alguna manera su espacio frente al resto de la oposición, mucho más escorada a posiciones liberales en lo económico y conservadores en lo social. Se trata de una opción opositora desde la socialdemocracia que, en cualquier caso, no resuelve el problema de la falta de sigla.