De la “función” de Andrónico a la soledad de Camacho
El “niño mimado” del evismo que desafió a Morales escenifica, sin resultados, la oposición al gobierno en el tema judicial; mientras, el apoyo a Camacho se reduce a mínimos en Santa Cruz tras un año preso
Se cierra semana y año – al margen de lo judicial - con dos imágenes que bien pueden resumir lo que ha sido el 2023.
La primera, Andrónico convocando al Senado y desafiando al Gobierno… para tratar temas irrelevantes y no la verdadera “amenaza”, que era el asunto de la prórroga judicial y que ha quedado en intrascendente tras emitir en su plazo la sentencia “deseada”.
La segunda, Luis Fernando Camacho “volviendo” al lugar de los hechos en lo que debía haber sido una caravana multitudinaria en apoyo al gobernador cruceño, encerrado en el penal de Chonchocoro desde hace justo un año y fue apenas un gesto simbólico entre un puñado de funcionarios aún leales y sus familias.
Una y otra imagen, sin embargo, tienen un fondo político que marcará los acontecimientos en los próximos meses.
Andrónico de parte
El presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, lleva un par de años con todos los focos apuntándole. Y ahora más. Desde que su nombre salió a la luz hace cinco años, en plena carrera electoral de 2019, ha sido señalado como el sucesor de Evo: procedente del trópico, vicepresidente cocalero, marxista universitario y con carisma, algo que no abunda en el partido azul.
El carisma lo llevó al criterio propio. La participación activa en el esquema de Luis Arce, en el MAS de Evo lo anotaron en el bando de los traidores. Morales le pidió una prueba de amor y él acudió en octubre al Congreso de Lauca Ñ, no sin antes haber advertido que estaba en contra de la estrategia desplegada por el expresidente de acoso, derribo y crítica sin cuartel a todo lo que hiciera su sucesor.
Este desliz lo indultó parcialmente. En noviembre tuvo que bregar de lo lindo para conseguir el apoyo suficiente para revalidar el cargo de presidente del Senado al que no quiere renunciar porque sería su muerte precoz después de hacer una apuesta por la renovación del partido, pero anclado en el evismo.
Los de Luis Arce no le dieron el apoyo, pero son minoría porque Morales seleccionó a sus senadores en 2019. De última, los de Evo sumaron sus votos a los de Carlos Mesa en una extraña decisión estratégica del aún líder del principal partido de oposición, que ya ha perdido a casi un cuarto de sus parlamentarios por transfugio.
Mesa argumentaba que se le impuso una agenda legislativa a Andrónico que debería cumplir, pero la primera en la frente. Los plazos se agotaron y los magistrados decidieron prorrogarse luego del 2 de enero ya que en dos años no se había logrado viabilizar siquiera la convocatoria para la elección. El gobierno aún arrojó más leña al fuego al mandar al vicepresidente y presidente nato de la Asamblea Plurinacional, David Choquehuanca, a informar de un receso obligatorio que los parlamentarios del primer poder del Estado habían rechazado.
La pataleta ha servido para que Andrónico vuelva a mostrar perfil, pero lo cierto es que el debate se ha cerrado con el fallo del TCP en el que se argumenta que la reelección no solo no es indefinida, sino que solo se puede ejercer una vez y de manera consecutiva.
La soledad de Camacho
La soledad de Luis Fernando Camacho vino a evidenciar el fiasco de su política, pero también el acierto del gobierno al desbaratar su liderazgo. Obviamente el gobernador cruceño no llegó a Santa Cruz, pero quién sabe qué hubiera sucedido si sí lo hubiera hecho. Se cumplía un año del “secuestro”. Se cumplen apenas dos años y medio desde que fue electo con mucho más del 50% de los votos.
En Santa Cruz señalan que es una cuestión pragmática. Que la gestión de Camacho no está siendo la adecuada y que desde la lejanía, es peor. También argumentan cuestiones como que el modelo cruceño no es dependiente de la función pública y por ende, las filias y fobias no son tan marcadas como en otros departamentos, argumento que contrasta poderosamente con las contundentes afluencias a los cabildos.
Poco antes de “extraer” a Camacho, Santa Cruz había invocado el derecho a la autodeterminación de los pueblos abriendo una vía secesionista. Poco después quebró el gran banco del “milagro” cruceño, que encerraba operaciones especulativas más que escandalosas. Camacho ha pasado de ser el héroe que expulsó a Morales del poder y del país a ser un paria atolondrado por una gestión que le va grande.
La vía secesionista está casi enterrada. La CAO vuelve a hacer negocios para la exportación, el biodiesel y la torta de soya con el gobierno. Los Demócratas resucitan. La opción opositora más transgresora… tampoco cuajó.