Crecimiento económico, prevén que en Bolivia no pasará del 2%



Según la edición más reciente del informe Perspectivas Económicas Mundiales del Banco Mundial, el crecimiento mundial se ha desacelerado y el riesgo de que surjan tensiones financieras en los mercados emergentes y economías en desarrollo (MEED) se está intensificando.
Y Bolivia no ha quedado exenta de esa previsión, pues la proyección es de 2,5%, lejos del 4,86% que prevé el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. Sin embargo, desde el Colegio de Economistas de Tarija se estima que el crecimiento económico en el país no pasará del 3%.
Banco Mundial
De acuerdo al informe, el crecimiento mundial se desacelerará, del 3,1% en 2022 al 2,1% en 2023. En los MEED, salvo China, se prevé que este año el crecimiento se desacelerará del 4,1 % registrado el año pasado al 2,9%. Estas previsiones reflejan resultados menos favorables generalizados.
“La economía mundial se encuentra en una situación precaria”, afirmó Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial.
“Excepto en Asia oriental y meridional, estamos muy lejos de alcanzar el dinamismo necesario para poner fin a la pobreza, contrarrestar el cambio climático y reponer el capital humano. En 2023, el ritmo de crecimiento del comercio descenderá a menos de un tercio del que se registraba en los años anteriores a la pandemia.
En el caso de Bolivia, hasta abril la proyección de crecimiento era de 2,7%, pero ahora es de 2,5%.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, recalcó que Bolivia entró en una recesión desde el 2014, luego hubo recuperación el 2020, sobre todo estadística, gracias a los óptimos precios internacionales de materias primas y alimentos", lo que refleja el 2021 un crecimiento 6,11%.
“Luego hemos vuelto a la cruda realidad, porque el 2022 el país creció un 3,48%. Ahora el Gobierno, muy optimista, dice que vamos a crecer un 4,86%, pero la mayoría de los organismos internacionales, como el Banco Mundial, hizo un reajuste de 2,7 a 2,5%, indicando que los países en vía de desarrollo, como Bolivia, entraron en un proceso desaceleración o enfriamiento, por eso para el 2024 y el 2025 se tiene una proyección del 2%”, explicó.
Romero atribuye esa situación a factores internos y externos, como la inflación en la mayoría de las economías, incluso en las de primer mundo, las políticas monetarias restrictivas y los efectos negativos que sigue dejando la guerra entre Rusia y Ucrania, como la caída de precios de los productos no tradicionales.
Pero, considera Romero, el aspecto más importante a nivel interno es la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN), la falta de liquidez de dólares en el sistema financiero nacional, un elevado gasto público ineficiente y la disminución de la inversión pública para este 2023 en un 20%.
“Si no se cuenta con esa divisa para que los agentes económicos públicos y privados realicen sus transacciones comerciales y financieras, se fomenta el mercado de dólares paralelo y los insumos se encarecen. El contrabando también se encarece, porque Argentina tampoco tiene dólares”, advirtió.
Gobierno sostiene crecimiento de 4,86%
Pese a las proyecciones de organizaciones internacionales, como el Banco Mundial, el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, mantiene su previsión para cerrar el año 2023 con un crecimiento del 4,86%.
A través de un boletín de prensa, destacó cifras económicas, como que hasta abril el transporte aéreo facturó 141 millones de dólares, que muestran un “dinamismo” de la economía boliviana.
Así también resalta aspectos como que la inflación acumulada, al mes de mayo, fue de 0,6%.
“Gracias al esfuerzo que hace el Gobierno para mantener la subvención de la gasolina, diésel y alimentos, principalmente”, indica la nota, que también hace mención a la solidez del sistema financiero de Bolivia.
Sin embargo, el presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, ve difícil que Bolivia llegue a crecer un 4,86%.
“Nuestro crecimiento, estimo, será de 2 o 2,5%, incluso puede ser menos, sobre todo por la realidad del mercado cambiario de las divisas. Además, solo observa los datos positivos de nuestro comercio exterior del mes de abril, pero de enero a abril, tuvimos un déficit comercial acumulado de $us. 134 millones, el acumulado, vemos que la realidad es distinta, siguen saliendo más divisas de lo que entra, es decir, importamos más y exportamos menos”, recalcó.